Como pueden los que no podían Rocío Gpe Como pueden los que no podían Rocío Gpe. Flores Medina Doménika Quintero Uresti
Un proyecto tiene trayectos que se anticipan y delinean con claridad, pero es habitual que durante su desarrollo algunos rumbos se aparten del camino o de la primera intención de aquellos que diseñaron e imaginaron el recorrido original. Conceptos y categorías que circulan con frecuencia e insistencia en el campo educativo y que adquieren, según las coyunturas sociales e históricas de cada país, diferentes usos y significados. Tal es el caso del denominado fracaso escolar, o de conceptos como diversidad, educabilidad, retención escolar, condiciones de enseñanza, sólo por nombrar algunos de ellos.
Conocer esos problemas a través de la lectura de experiencias escritas por los docentes es una forma de no cristalizar ni perpetuar los problemas y sus formas de resolución y denominación sino, por el contrario, es abrir allí mismo, en el nudo de las experiencias. El sentido de presentar los relatos en el lenguaje de los propios actores conduce, al decir de Carlos Skliar, a mostrar claramente “como pueden los que no podían”. el proyecto que se va a describir intentó dar respuestas posibles desde otra propuesta institucional. Se partió de una premisa: todos los niños tienen igualdad de oportunidades, las mismas posibilidades de desarrollar sus dotes intelectuales y de enfrentarse en las mismas condiciones a las propuestas de la escuela
Propósito El propósito delo que habla a esta lectura era revertir estos índices, lograr una verdadera inclusión de nuestros alumnos, asegurar su permanencia y fortalecer sus aprendizajes tendiendo al logro de la alfabetización. Comenzamos a preparar una serie de actividades orientadas a investigar y reflexionar sobre esta problemática que estigmatizaba la institución. Realizar una primera aproximación sistematizada al problema, determinando los conceptos a utilizar, concretando la forma de valorarlos en la práctica, desarrollando un trabajo estadístico. Definimos hipotéticamente los factores de riesgo, entendiendo como “riesgo” cierta fragilidad individual ante las exigencias de la vida escolar.
La alfabetización no es un proceso natural, sino social que se inicia desde el momento en que el niño entra en contacto con distintos bienes simbólicos a través de diversos soportes. Estamos alfabetizados cuando tenemos la posibilidad de apropiarnos de dichos bienes simbólicos. Esta apropiación significa que, a lo largo de nuestra vida, podamos ser usuarios activos y autónomos de la lengua. Alfabetizar es mucho más que adquirir competencias para leer y escribir, es profundizar la inclusión como sujetos en cultura escrita de una comunidad con mayor justicia. Es lograr ciudadanos cada vez más comprometidos con un saber que es patrimonio de la humanidad.
Nos planteamos los siguientes objetivos: La escuela se constituya en un espacio donde el hablar, escuchar, el leer y el escribir sean experiencias estimulantes y enriquecedoras del lenguaje. Que sea un lugar que promueva la alfabetización requiere de maestros y profesores que conozcan en profundidad la tarea de enseñar, que dispongan de estrategias adecuadas y de la construcción de un proyecto curricular que busque optimizar los resultados de aprendizajes. Nos planteamos los siguientes objetivos: Respetar la integridad del alumno, sus intereses y ritmos de aprendizajes. Indagar sobre nuestros propios saberes como docentes. Reflexionar juntos acerca de los marcos conceptuales que sustentan nuestras prácticas en la escuela. Rever la concepción de la enseñanza de la Lengua (Teoría del lenguaje como textualidad, Teoría del aprendizaje como construcción, Teoría de la escritura y de la lectura como proceso).
Lograr verdaderos acuerdos en los circuitos de contenidos del área para poder evaluar y reconstruir el PCI. Recuperar la palabra de los adolescentes. Favorecer la coordinación y el enriquecimiento entre los docentes aprovechando las competencias de cada uno. Mejorar las relaciones interpersonales a través de un mayor contacto entre iguales. Organizar en forma conjunta los espacios, tiempos, materiales, tutorías y recursos humanos. Construir canales de comunicación con las familias para asegurar su integración a la escuela. Promover y elaborar redes con el centro de salud barrial (asistente social) para incluir niños y jóvenes sin escolaridad.