KAREN SANDOVAL LICENCIADA DE INGLÉS Educación Emocional y Social en el Aula
Educación Emocional La educación emocional favorece el desarrollo integral de la persona, en sus actitudes, sentimientos y valores para vivir y convivir con los demás Educación Social Es la capacidad humana para relacionarse, y trabaja con cualidades como la Empatía, la Cooperación o el Altruismo.
Por qué el aprendizaje social y emocional es importante para las escuelas? El aprendizaje social y emocional trata de aprender a manejar los sentimientos, a gestionar las amistades y a resolver los problemas. Estos conocimientos son esenciales para el apoyo del bienestar emocional y una salud mental positiva. Las habilidades sociales y emocionales promueven la capacidad de los niños para hacer frente a las dificultades y ayudar a prevenir los problemas de salud mental. Los niños que han desarrollado las habilidades sociales y emocionales resulta más fácil para ellos gestionar sus emociones, relacionarse con los demás, resolver conflictos y tener una buena autoestima y relación con los demás.
Hay investigaciones que demuestran que el aprendizaje de los niños está influida por una serie de factores sociales y emocionales. Si no se trabajan bien las emociones y la socialización, entonces quedarían afectadas las siguientes capacidades: La confianza que tienen los niños acerca de sus habilidades La eficacia con la que son capaces de controlar su comportamiento La organización y la concentración La eficacia para resolver los problemas La empatía La comprensión Las responsabilidades El control emocional
Claves para desarrollar educación emocional y social en el aula: Hablar de sentimientos. Hablar de los sentimientos para que dé sentido a lo que sienten los niños tanto en casa como en la escuela. Ayúdale a que sea capaz de ponerle nombre a sus emociones. Sé un buen ejemplo. Para ayudar a la escuela a mejorar el aprendizaje social y emocional, debe empezar en casa. Para ello, deberás utilizar las habilidades sociales y emocionales en la vida diaria para mostrarle a los niños cómo funcionan. NO tienen que ser perfecto/a, incluso es buena idea que les enseñemos a los niños que puedes cometer un error para aprender de ello, ¡es el mejor aprendizaje! Sé su guía. No dudar en convertirse en su guía y en convertir las dificultades en oportunidades de aprendizaje.
Un espacio educativo clave por excelencia es la hora del patio. Por ello es importante analizar qué tipo de juegos se ofrecen, cómo están organizados, materiales, espacios de encuentro y de relación, cuál es el papel del adulto, que valores se transmiten y cómo se desarrolla la práctica de las competencias emocionales en este contexto educativo. La educación emocional no sólo debe llevarse a cabo en las sesiones tutoriales dentro de las aulas, sino también como eje transversal en todas las situaciones de relación, convivencia y aprendizaje para favorecer el desarrollo humano (aceptación, respeto, comprensión emocional, empatía y comunicación). La metodología elegida es determinante para detectar si se están ofreciendo las adecuadas para fortalecer valores de cooperación, autoconocimiento, socialización y comunicación entre el alumnado, profesorado y familias. El papel de cada uno de estos agentes debe ser activo y una forma de hacerlo visible es reconociendo su participación y aportación en las decisiones diarias de convivencia y relación.
El trabajo con cuentos, escritura creativa, mandalas y diarios reflexivos son algunas estrategias que posibilitan la educación emocional. Acciones aparentemente tan simples como hablar de cómo nos sentimos de manera sincera y horizontal, sin juzgar ni sancionar, van generando un clima de aula que favorece la inteligencia emocional.
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