Internet y Educación Superior "Diez motivos para usar los postulados de Paula Carlino en nuestro ISFD." Dra. P. Carlino

El problema de la alfabetización en la educación superior debe dejar de ser sólo del alumno. Imposible tomar apuntes en clase… Y leer todo eso para mañana!!! La bibliografía dada para leer no ha de superar cierto número de páginas por semana, para que sea posible dedicarse a la escritura con regularidad. Las dificultades que ellos tienen para leer y escribir no se deben necesariamente a una mala formación en la educación media.

Se espera que los alumnos encuentren información por sí mismos, que analicen y apliquen el conocimiento impartido, que conozcan distintas perspectivas acerca de un mismo fenómeno, sus autores y su historia. Mil libros… y la web! En la escuela teníamos “el libro” … Por dónde empiezo? Voy a terminar infoxicada! Deben permitir que estos trabajos se desarrollen a través de varias fases, con la revisión de borradores bajo la guía del docente (quien ofrece observaciones escritas y tutorías; organiza análisis grupal en clase y comentario de pares, etc.).

La alfabetización no es una habilidad básica que se logra de una vez y para siempre, o se completa en algún momento. Por lo tanto, aprender a producir e interpretar lenguaje escrito no es un asunto concluido al ingresar en la educación superior. Antes no hubiéramos sabido hacerlo. Menos mal que el profe nos orientó! Han de destinar tiempo de las clases a discutir consignas de escritura, criterios de evaluación, textos modelo y problemas frecuentes, y a retroalimentar la redacción de los alumnos.

Los modos de leer y escribir, de buscar, adquirir, elaborar y comunicar conocimiento, no son iguales en todos los ámbitos. No se aprende a escribir en el vacío. La de didáctica me llena de hojas a “leer y sintetizar para mañana”. Gracias al curso introductorio sobre técnicas de estudio zafo. En cambio la de matemática me da UNA hoja, pero llena de símbolos… esto es chino!!! Los estudiantes deben poder participar en una o más tutorías individuales con el docente. Cada docente debe hacerse cargo de enseñar las prácticas discursivas propias de su dominio para ayudar a sus alumnos a ingresar en su cultura, es decir, en sus modos de pensamiento y géneros textuales instituidos.

La palabra escrita es la herramienta básica del pensamiento. Lectura, escritura y pensamiento conforman juntos los procesos de discurso intelectual. Se llega a ser un buen escritor, un pensador crítico y un lector con discernimiento trabajando sobre estas tres actividades integradamente. Nada peor que la hoja en blanco!!! Voy a ir poniendo mi nombre, al menos… Escribir exige poner en relación ideas, autores, textos, etc., y reorganizar lo que ya sabía para comunicarlo a un auditorio específico; por ello, es que a casi todos nos cuesta escribir dentro de la academia.

Toda asignatura, además de enseñar los conceptos disciplinares específicos, debe contemplar acciones tendientes a desarrollar “habilidades de comunicación” en los alumnos y promover “actitudes y estrategias para que deseen y puedan continuar aprendiendo por su cuenta toda la vida” Es notable lo que han avanzado al tomar apuntes, preguntar, opinar. Sus producciones cada vez son mejores, y tienen en cuenta nuestras sugerencias. La escritura es una herramienta epistémica para elaborar el conocimiento y organizar lo pensable.

La alfabetización de los estudiantes es responsabilidad de las instituciones de educación superior. Lo logramos!!! Pero esto recién empieza… Ingreso en una nueva cultura escrita. Es necesario revisar los objetivos de la formación de graduados, asegurar modificaciones curriculares, disponer los medios necesarios para la capacitación y el desarrollo profesional de los profesores.