SEGUIMIENTO DE PRACTICAS SOCIALES Programa Caleta Sur ONG Vínculos Osorno 27 y 28 de octubre de 2008

PRECISIONES CONCEPTUALES Y METODOLOGICAS El Seguimiento es una actividad de Evaluación, que se propone la puesta en marcha de una metodología que permita conocer el estado de avance de una Planificación, en el marco de su ejecución. El sentido del Seguimiento, es disponer de una metodología que permita que la planificación sea actualizada y ajustada de acuerdo al proceso desarrollado, de manera de evitar que el Plan se desprenda de la realidad cotidiana en la cual éste debe operar.

DIFERENCIA ENTRE SEGUIMIENTO Y SISTEMATIZACION Se trata de actividades distintas. El Seguimiento es, ante todo, una actividad de Evaluación y es desde esta condición, que posee una marcada diferencia con la Sistematización. Mientras la Evaluación tiene como objeto de análisis los resultados de una práctica social, la Sistematización tiene como objeto el proceso que lleva a cabo una práctica social.

La Sistematización, por lo tanto, no está preocupada por los resultados, sino que está interesada por conocer el proceso que siguió o sigue una práctica social, indistintamente de sus resultados (positivos o negativos). De esta forma, la Sistematización es una actividad de Investigación Social de carácter cualitativo, que intenta comprender y explicar la lógica, o el sentido que tuvo o tiene la práctica social.

LA EVALUACION La evaluación se desarrolla en tres momentos distintos: a) Evaluación Ex Antes: es aquélla que se realiza antes de elaborar la Planificación, y que permite contar con un Diagnóstico de la realidad en la cual se inserta la práctica social.

De Proceso (Seguimiento o Monitoreo): es aquélla que permite conocer el estado de avance de la ejecución de un Plan, para efectuar modificaciones que permitan alcanzar los objetivos propuestos. Ex Post: es aquélla que se realiza específicamente al concluir la ejecución del Plan y se propone evaluar los resultados finales de un período determinado (aquel período que determina el Plan).

Por otra parte, la Evaluación puede desarrollarse en tres niveles: - Nivel Productos: es aquella que evalúa los resultados inmediatos de la práctica social, es decir, las actividades o el servicio que la experiencia entrega. A esta evaluación, también, se le conoce como evaluación de Gestión (cumplimiento de metas, de actividades, eficiencia en el uso de recursos, etc.).

Nivel Efectos: es aquélla que se aboca a evaluar el impacto que las actividades realizadas alcanzaron en las personas a las cuales se dirige el servicio o práctica social (ejemplo, autoestima, aprendizajes, habilidades sociales, etc.).

Nivel Impacto Social: es aquélla que se realiza una vez que ha transcurrido un tiempo determinado, desde que concluyó la práctica social. Sirve para conocer en qué grado la realidad social o el contexto en el que se desarrolló la experiencia, fue transformado por la práctica social (a nivel local, comunal, regional, etc.).

De acuerdo a estos niveles, el Seguimiento (o evaluación de proceso), puede realizarse en los niveles de Productos y Efectos. Es recomendable considerar ambos niveles para desarrollar el sistema de Seguimiento.

Metodología para el Seguimiento En primer lugar, es absolutamente importante y condición previa, contar con una Planificación (o Plan) que determine con claridad los objetivos y metas que se buscan alcanzar en un período determinado (un año, por ejemplo) y las acciones a través de las cuales serán logrados estos objetivos.

Si no se cuenta con una planificación adecuadamente elaborada, el Seguimiento no es posible, pues carece de sentido. Así, el Plan actúa como parámetro para realizar el Seguimiento, ya que éste determina los contenidos del Monitoreo.

¿Cómo se diseña el Seguimiento? a) En primer lugar, se identifican los Objetivos Específicos (O.E.) que están presentes en la Planificación del año. b) En segundo lugar, se procede a identificar el núcleo central de cada objetivo específico. Por ejemplo: “Rescatar las tradiciones orales y escritas de la comuna de Buenas Peras”. En este ejemplo, el núcleo central, es rescate de tradiciones.

En tercer lugar, se debe definir qué entendemos por el contenido del núcleo central. Por ejemplo: Rescate de tradiciones: se refiere al conjunto de acciones realizadas con el fin de recopilar información de la historia local, las leyendas y mitos de la comuna de Buenas Peras, y los logros alcanzados en este sentido.

En cuarto lugar, se debe identificar de la definición elaborada, las dimensiones centrales que allí se señalan. Por ejemplo: Dimensión 1: acciones de rescate de la cultura local. Dimensión 2: logros alcanzados en las acciones de rescate.

En quinto lugar, se elaboran indicadores para cada dimensión escogida. Por ejemplo: Dimensión 1: Acciones de rescate de la cultura local. Indicadores: - Número de acciones realizadas - Formas de trabajo implementadas (búsqueda bibliográfica, trabajo en terreno, entrevistas con la comunidad, etc.)

Dimensión 2: logros alcanzados en las acciones de rescate. Indicadores: - Número de tradiciones rescatadas - Tipos de tradiciones rescatadas (historias, leyendas, mitos, etc.).

Cabe recordar, que el indicador es una señal o signo que expresa un logro efectivamente alcanzado.

En sexto lugar, deben identificarse los Medios de Verificación que permitirán conocer el cumplimiento del indicador (es decir, definir la fuente de información que nos ayudará a respaldar o corroborar la información que compromete el indicador).

Por ejemplo: Indicador: Número de acciones emprendidas. Medio de Verificación: Registro de Actividades. Indicador: Formas de trabajo implementadas. Medio de Verificación: Registro de Actividades.

Es importante resaltar que los medios de verificación, al ser identificados en el diseño del Seguimiento, deben ser creados bajo la forma de instrumentos o registros. Si no existen registros específicos, éstos deben ser elaborados. También, existen casos (por ejemplo, si el indicador es Nivel de Satisfacción de los Usuarios/as), en que es necesario crear técnicas que permitan producir información para conocer el cumplimiento del indicador. En el caso de nivel de satisfacción, por ejemplo, un medio de verificación pueden ser Encuestas aplicadas cada cierto período a las familias (cada dos meses, por ejemplo).

Momento en que se diseña el Seguimiento Una vez que ha sido elaborada la Planificación del año (o Plan), se debe proceder a diseñar el sistema de seguimiento (es decir, planificar el seguimiento). De esta forma, se deben implementar los seis pasos que han sido explicados y que en su conjunto permiten contar con un sistema de Seguimiento.

Momento en que se implementa el Seguimiento Considerando el procedimiento descrito, el Seguimiento considera dos momentos: - Diseño o Planificación del Seguimiento (o evaluación de proceso, o Monitoreo): esta fase se cumple una vez que se identifican los Medios de Verificación (es decir, luego que se han seguido los seis pasos del procedimiento).

- Implementación o puesta en marcha del Seguimiento: se distinguen dos momentos: por una parte, la preocupación por completar periódicamente los medios de verificación que han sido identificados en el diseño (registros diarios, registros semanales, mensuales, según corresponda), y la preocupación por establecer un momento en el año (por ejemplo, al sexto mes de funcionamiento) que permita ordenar la información de los registros o medios de verificación, para conocer la forma en que se está avanzando o no en el cumplimiento de los objetivos específicos. En otras palabras, determinar la periodicidad con la que analizaremos la información de los registros y elaboraremos un juicio evaluativo sobre el proceso.

Recordemos que los medios de verificación y los indicadores han sido formulados desde los objetivos específicos.

Tener presente: a) Los registros que se tengan que completar, servirán como fuentes de información para un sistema de Seguimiento o para realizar una sistematización (tienen una doble utilidad). b) El Seguimiento debe completarse necesariamente con un ajuste de la Planificación Anual. La intención de la evaluación de proceso, es corregir el rumbo del Plan para que no pierda pertinencia respecto de la realidad en la cual trabajamos.