H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976 Serie meditativa 06 cepam H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976 Serie meditativa 06 cepam

“Jesús mantiene siempre la misma línea. En el cumplimiento de su misión mesiánica se debe sólo y por entero a su Padre celestial, cuya voluntad es para él el alimento y la misma sustancia de su vida. No quiere depender de ningún pariente carnal. Su auténtica familia son los hijos de Dios que cumplen, como él, la voluntad del Padre.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 318) “Jesús mantiene siempre la misma línea. En el cumplimiento de su misión mesiánica se debe sólo y por entero a su Padre celestial, cuya voluntad es para él el alimento y la misma sustancia de su vida. No quiere depender de ningún pariente carnal. Su auténtica familia son los hijos de Dios que cumplen, como él, la voluntad del Padre.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 318)

“La infancia de Jesús es el tiempo propicio para que María obre según su propio impulso. Durante la vida pública, guarda silencio y acompaña de cerca o de lejos a su hijo, en actitud de discípulo que escucha y guarda las palabras. Después de la glorificación de Jesús será presencia silenciosa y mediación viva en la Iglesia apostólica. Su misión se mantiene la misma: propagar el «fiat» de la Anunciación a todas las etapas de la Historia.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 319) “La infancia de Jesús es el tiempo propicio para que María obre según su propio impulso. Durante la vida pública, guarda silencio y acompaña de cerca o de lejos a su hijo, en actitud de discípulo que escucha y guarda las palabras. Después de la glorificación de Jesús será presencia silenciosa y mediación viva en la Iglesia apostólica. Su misión se mantiene la misma: propagar el «fiat» de la Anunciación a todas las etapas de la Historia.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 319)

“¿No existe el peligro de una fidelidad estática para vivir unos momentos en los que el cambio se impone? Justamente en esto radica otra maravilla: que María sea capaz de un cambio radical, incluso de mentalidad, a partir de la contemplación de Jesús, dejándose «guiar por el Espíritu»” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 321) “¿No existe el peligro de una fidelidad estática para vivir unos momentos en los que el cambio se impone? Justamente en esto radica otra maravilla: que María sea capaz de un cambio radical, incluso de mentalidad, a partir de la contemplación de Jesús, dejándose «guiar por el Espíritu»” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 321)

“Pero, ¿Jesús podía morir? María no lo sabe. Entre este Hijo «cuyo reino no tendrá fin» y el siervo doliente de Isaías que Simeón le anunciara como causa de contradicción, ¿qué partido tomar? ¿Cómo no habría de quedar traspasada su alma? Para interiorizar este misterio María tenía que meditar no pocas palabras de Jesús.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 325) “Pero, ¿Jesús podía morir? María no lo sabe. Entre este Hijo «cuyo reino no tendrá fin» y el siervo doliente de Isaías que Simeón le anunciara como causa de contradicción, ¿qué partido tomar? ¿Cómo no habría de quedar traspasada su alma? Para interiorizar este misterio María tenía que meditar no pocas palabras de Jesús.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 325)

“¿Qué significaba para ella, su madre: «Amar a su hijo más que a Mí»? Pues, no amar a su Hijo más que a Jesús, la aceptación de perder a su hijo para que pudiese cumplir su misión con todas las consecuencias. Era una invitación para que María buscase a Jesús en un plano superior al de su hijo.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 326) “¿Qué significaba para ella, su madre: «Amar a su hijo más que a Mí»? Pues, no amar a su Hijo más que a Jesús, la aceptación de perder a su hijo para que pudiese cumplir su misión con todas las consecuencias. Era una invitación para que María buscase a Jesús en un plano superior al de su hijo.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 326)

Deja que lo que has leído se hunda lentamente en tu espíritu. Ora al Señor por medio de María para que lo comprendas mejor y lo lleves a la vida Deja que lo que has leído se hunda lentamente en tu espíritu. Ora al Señor por medio de María para que lo comprendas mejor y lo lleves a la vida