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H. Basilio Rueda Guzmán, “Capítulo General Especial”, Circular del 2 de enero de 1968 Serie meditativa 01 cepam H. Basilio Rueda Guzmán, “Capítulo General Especial”, Circular del 2 de enero de 1968 Serie meditativa 01 cepam
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“El pensamiento de nuestro Fundador debe ser un elemento de nuestra doctrina. Somos, por voluntad inescrutable de Dios, una gracia profética en la Iglesia, nacidos bajo la acción del Espíritu Santo y reconocidos como tales por la Jerarquía. El instrumento dócil y transmisor de ese carisma fue nuestro Fundador. Desde él, a través de las generaciones, ha llegado hasta nosotros su espíritu.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Capítulo General Especial”, Circular del 2 de enero de 1968, Vol. XXIV, N° 1-5, p. 066) “El pensamiento de nuestro Fundador debe ser un elemento de nuestra doctrina. Somos, por voluntad inescrutable de Dios, una gracia profética en la Iglesia, nacidos bajo la acción del Espíritu Santo y reconocidos como tales por la Jerarquía. El instrumento dócil y transmisor de ese carisma fue nuestro Fundador. Desde él, a través de las generaciones, ha llegado hasta nosotros su espíritu.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Capítulo General Especial”, Circular del 2 de enero de 1968, Vol. XXIV, N° 1-5, p. 066)
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“El Instituto es primeramente una vida vivida y luego solamente historia escrita. Primero practica su espiritualidad y luego la sintetiza. No es tarea fácil distinguir lo que en el Fundador fue carisma y lo que fue aportación humana; lo que nació de él y de los primeros Hermanos bajo la acción del Espíritu Santo y lo que fueron adaptaciones o servidumbres de la época.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Capítulo General Especial”, Circular del 2 de enero de 1968, Vol. XXIV, N° 1-5, p. 066) “El Instituto es primeramente una vida vivida y luego solamente historia escrita. Primero practica su espiritualidad y luego la sintetiza. No es tarea fácil distinguir lo que en el Fundador fue carisma y lo que fue aportación humana; lo que nació de él y de los primeros Hermanos bajo la acción del Espíritu Santo y lo que fueron adaptaciones o servidumbres de la época.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Capítulo General Especial”, Circular del 2 de enero de 1968, Vol. XXIV, N° 1-5, p. 066)
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“La tradición no es simplemente el origen, sino lo vivido evangélicamente en la Historia del Instituto, es la acumulación de valores que se entrega de generación en generación, enriqueciendo así al Instituto. Dicho en lenguaje técnico: «el carisma es dinámico»; hace que el ser institucional vaya logrando, sin perder su propia fisonomía, las nuevas edades de la Historia.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Capítulo General Especial”, Circular del 2 de enero de 1968, Vol. XXIV, N° 1-5, p. 066) “La tradición no es simplemente el origen, sino lo vivido evangélicamente en la Historia del Instituto, es la acumulación de valores que se entrega de generación en generación, enriqueciendo así al Instituto. Dicho en lenguaje técnico: «el carisma es dinámico»; hace que el ser institucional vaya logrando, sin perder su propia fisonomía, las nuevas edades de la Historia.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Capítulo General Especial”, Circular del 2 de enero de 1968, Vol. XXIV, N° 1-5, p. 066)
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“Hemos de confesar que no estamos habituados a plantearnos los problemas en profundidad. Aunque parezca paradójico, nuestro género de vida nos introduce de lleno en una tarea en la que todo queda reducido a lo cotidiano; expuestos a hundirnos en la rutina, cuando esta humilde tarea exige la profunda visión antropológica, el serio compromiso con el futuro histórico y la grave convicción de que nuestras manos forman el tipo de hombre del mañana.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Capítulo General Especial”, Circular del 2 de enero de 1968, Vol. XXIV, N° 1-5, p. 125) “Hemos de confesar que no estamos habituados a plantearnos los problemas en profundidad. Aunque parezca paradójico, nuestro género de vida nos introduce de lleno en una tarea en la que todo queda reducido a lo cotidiano; expuestos a hundirnos en la rutina, cuando esta humilde tarea exige la profunda visión antropológica, el serio compromiso con el futuro histórico y la grave convicción de que nuestras manos forman el tipo de hombre del mañana.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Capítulo General Especial”, Circular del 2 de enero de 1968, Vol. XXIV, N° 1-5, p. 125)
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“¿Se emplean nuestros hombres y nuestros recursos, según el espíritu de nuestra vocación, en los lugares y en los asuntos más urgentes y más productivos? ¿Qué es lo que nos inmoviliza, o al menos nos vuelve menos disponibles y menos operantes? Las insatisfacciones apostólicas de no pocos de nuestros Hermanos, ¿obedecen simplemente a una manía de revisionismo, a una frustración personal disimulada, o serán, por el contrario, en ciertas ocasiones, la voz del Evangelio que nos llega a través de dichos Hermanos? (H. Basilio Rueda Guzmán, “Capítulo General Especial”, Circular del 2 de enero de 1968, Vol. XXIV, N° 1-5, p. 133) “¿Se emplean nuestros hombres y nuestros recursos, según el espíritu de nuestra vocación, en los lugares y en los asuntos más urgentes y más productivos? ¿Qué es lo que nos inmoviliza, o al menos nos vuelve menos disponibles y menos operantes? Las insatisfacciones apostólicas de no pocos de nuestros Hermanos, ¿obedecen simplemente a una manía de revisionismo, a una frustración personal disimulada, o serán, por el contrario, en ciertas ocasiones, la voz del Evangelio que nos llega a través de dichos Hermanos? (H. Basilio Rueda Guzmán, “Capítulo General Especial”, Circular del 2 de enero de 1968, Vol. XXIV, N° 1-5, p. 133)
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Deja que lo que has leído se hunda lentamente en tu espíritu. Ora al Señor por medio de María para que lo comprendas mejor y lo lleves a la vida Deja que lo que has leído se hunda lentamente en tu espíritu. Ora al Señor por medio de María para que lo comprendas mejor y lo lleves a la vida
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