Normas básicas de Educación Vial para los niños

Es excelente la idea enseñar a los niños normas básicas de Educación Vial. Se trata de una experiencia gratificante no solo para los niños sino también para los docentes. Debería incluir también a los padres: - Los padres son agentes importantes en la construcción de modelos para el niño. - El niño no es un peatón autónomo. Depende de sus padres para transitar en la vía pública.

Actitudes de los padres Muchos padres creen que: - El jardín de infantes es un lugar donde dejan a sus hijos para que los entretengan, y no ven en el juego un medio de aprendizaje. - Otros suponen que sus hijos son muy pequeños para poder aprender. - Otros creen que sus hijos pueden aprender cosas nuevas a esa edad.

¿Los niños pueden aprender a los cuatro o cinco años de edad? SI - Hasta los 7 años aproximadamente, los niños son muy receptivos para aprender cosas nuevas. - Se debe aprovechar este período de amplia receptividad. - Entre los 4 y 7 años los niños son muy pequeños para aprender complicadas normas de tránsito, pero pueden asimilar nociones básicas que les serán muy útiles.

La enseñanza de la Educación Vial al niño debe tener en cuenta: - La evolución del niño. - Su inmadurez psicológica. - Su inmadurez física. - Su desprotección frente al tránsito moderno. - Se debe considerar al niño como peatón.

Valores y Educación Vial La Educación Vial, como parte de la educación del ciudadano, requiere de la enseñanza de valores. En el caso del niño primero prestamos atención a su seguridad, pero en el proceso de enseñarle normas básicas se deben agregar valores: - Compartir el espacio - Obedecer órdenes - Respetar al otro - Solidaridad con el otro - Comprensión - Tolerancia - Compromiso

Los puntos anteriores son importantes porque permiten: - conocer sus limitaciones físicas y psicológicas. - conocer la situación del niño frente al tránsito moderno: Desprotección. - identificar las conductas más seguras para que el niño las internalice y disminuya su desprotección frente al tránsito.

Los niños y el tránsito: Limitaciones físicas y psicológicas

Los niños, los ancianos y las personas con sus capacidades disminuidas son los peatones más vulnerables en el tránsito.

¿Los niños perciben lo que los rodea igual que los adultos? NO Ellos perciben de manera distinta por: - su desarrollo evolutivo - sus características propias de la niñez Estos factores tienen consecuencias en su rol de peatón.

Para conocer más en detalle la situación del niño frente al tránsito, analizaremos su condición física.

Visión de “tubo” La visual en los niños está sujeta a un proceso de maduración.   Entre los 10 y los 12 años termina de madurar definitivamente su capacidad visual.  Hasta llegar a esa edad, su campo visual es 1/3 menor al de un adulto.  Esto afecta la percepción de la distancia, la profundidad y el movimiento: son percibidos de manera distinta a un adulto.

Percepción del movimiento Un niño tiene dificultad para percibir a la distancia el movimiento y la velocidad. Cuando un perro corre pone en movimiento su cuerpo: la lengua, cola, patas y otras partes aparecen en movimiento, lo que le permite percibir al niño el avance del animal. En cambio un vehículo no se deforma cuando avanza: su carrocería permanece inalterable y el niño carece de signos exteriores que le permitan percibir el movimiento.

Audición Los niños perciben el sonido de otra forma. La anatomía de su oído se concentra en un sólo lugar, a diferencia del adulto donde los componentes del oído están más separados unos de otros.  Al escuchar un sonido el niño centra su atención en el lado opuesto de la señal emitida, porque los canales por donde entra el aire son más estrechos y pequeños. De ahí que necesite la percepción visual para determinar la dirección de donde proviene el sonido. Esta forma de percibir expone al niño a muchos riesgos en el tránsito. Por lo general el niño tiene la tendencia a personificar los objetos inanimados. Ellos hablan con su auto, su muñeco u otros objetos y tienden a establecer una relación con ellos sin percibir los riesgos, lo que evidencia que carecen de la noción de peligro. Los niños no compenden los peligros que los rodean: no identifican situaciones riesgosas en el tránsito.

Su inmadurez psicológica A diferencia de los adultos, el niño responde a los estímulos sin advertir el peligro o analizar la situación en que se encuentra. Sus reflejos son inmaduros: carece de habilidad, fuerza muscular y coordinación de movimientos, que son necesarios para sortear diversas situaciones en la vía pública. Cuando los niños juegan se concentran sin prestar atención a lo que sucede a su alrededor. Si a esto le sumamos el campo visual más estrecho del niño, que tiende a concentrarse en un solo punto, nos damos cuenta de la imposibilidad para percibir los movimientos del tránsito. Es habitual ver a un niño que siguiendo su impulso, corre detrás de una pelota que cae a la calzada sin prestar atención a los vehículos que circulan. La inmadurez de sus reflejos

El niño carece de la capacidad de análisis de los adultos. No puede identificar situaciones peligrosas en el tránsito, ni tampoco relacionar varias circunstancias para decidir qué hacer, como por ejemplo cuál es el lugar y el momento más adecuado para cruzar la calzada. Frente a la situación siempre cambiante del tránsito no puede prever circunstancias riesgosas o calcular el tiempo y el espacio necesarios para ejecutar ciertas acciones en el tránsito.

Su estatura No solo tiene dificultad para ver, por ejemplo por encima del capot de los vehículos, sino que también tiene dificultad para ser visto. Las veredas, árboles, canteros, kioscos u otros elementos impiden la visión de los conductores exponiendo a los niños al peligro. Estos objetos afectan la visión en la vía pública, y son los niños los más desprotegidos.

Salida de la escuela: Momento de peligro En la escuela el niño está en un ámbito protegido, bajo el control del docente, donde hay reglas que debe cumplir. La sensación del niño cuando sale de la escuela es la de retirarse de un ámbito controlado y de la esfera de autoridad del docente y queda librado a sus impulsos, sin controles. En este momento pueden surgir estímulos que impulsen al niño exponiéndolo a peligros: surge la posibilidad de un accidente.

Los niños deben recibir Educación Vial relacionada con... - algunas sugerencias -

La enseñanza de la Educación Vial estará relacionada con: - su entorno inmediato - su rol como peatón - casos prácticos vinculados con su vida diaria Estos ítems no deben ser complicados y deben ser aplicados de inmediato. Veamos las siguientes sugerencias: - Conocer su entorno habitual. - Aprender que en el ambiente donde se mueve hay artefactos –señales de tránsito– que lo orientan y lo ayudan. - Aprender normas básicas de circulación.

Conocer su entorno habitual: - Su domicilio - El domicilio de su escuela - El domicilio de sus familiares más cercanos - El domicilio del trabajo de sus padres - Los comercios que habitualmente visita - Otros - ¿Qué trayecto debe hacer para llegar...? ¿Cruza avenidas, calles, otras arterias...? ¿Hay señales? ¿Cuáles son? ¿Hay mucho tránsito, poco tránsito...?

Aprender que en el ambiente donde se mueve hay artefactos –señales de tránsito– que lo orientan y lo ayudan: - Semáforo: significado de sus colores - Semáforo peatonal: identificación de las figuras y colores - El paso peatonal - Salida de vehículos - Señales de peligro - Otras señales

Aprender normas básicas de circulación: - Escuchar y mirar a ambos lados antes de cruzar - Cruzar en lugares donde el niño sea más visible - Recordarle que a veces los demás no pueden verlo - Cruzar en las esquinas - Caminar. No correr ni saltar - Girar bien la cabeza para ver con claridad

Es más complicado aprender a diferenciar las distintas señales que indican peligro, prohibición u obligación. - Una actividad produciendo dibujos que incluyan las señales puede ser muy útil. - Reconocer las distintas formas de las señales de tránsito. - Se puede reforzar la actividad con un paseo para que el niño vea las señales de tránsito. - Trabajar en clase asociando las formas de las señales con objetos. De acuerdo a su edad, el niño comprenderá o no las señales escritas.

Los padres - Es importante relacionarse con los padres. - Es muy alentador y ventajoso para el niño que los padres participen en actividades donde tenga que tomar decisiones en el tránsito. - Los padres pueden participar en clases, paseos, actividades de dibujo de señales de tránsito u otras similares.

Importante: - Los padres son sus modelos: No debe subestimarse el aporte de los padres que influencian negativa o positivamente a los niños. - Se debe recomendar a los padres una actitud coherente en el tránsito porque sus hijos los observan y están aprendiendo. - La conducta de los padres influenciará en la conducta futura de sus hijos, además de favorecer o hacer más difícil el aprendizaje de los niños y reducir o ampliar el riesgo de accidente.