H. Basilio Rueda Guzmán, “Charla sobre la Oración”, Circular del 10 de noviembre de 1973 Serie meditativa 04 cepam H. Basilio Rueda Guzmán, “Charla sobre la Oración”, Circular del 10 de noviembre de 1973 Serie meditativa 04 cepam

“Veamos ahora cómo la oración es, ante todo, una expresión. El cristianismo no es una mentalidad, un sistema de pensamiento; no consiste fundamentalmente ni en una moral ni en un culto. El cristianismo es una vida interpersonal en unidad.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Charla sobre la oración”, Circular del 10 de noviembre de 1973, Vol. XXV, N° 5, p. 418) “Veamos ahora cómo la oración es, ante todo, una expresión. El cristianismo no es una mentalidad, un sistema de pensamiento; no consiste fundamentalmente ni en una moral ni en un culto. El cristianismo es una vida interpersonal en unidad.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Charla sobre la oración”, Circular del 10 de noviembre de 1973, Vol. XXV, N° 5, p. 418)

“«Mi yo», estrictamente individual, constituye mi persona, distinta de las otras y que siente la necesidad de hablar al Padre acerca de los propios asuntos personales. Ahora bien, si fabricamos un esquema de oración en el que pretendamos hablar como colectividad, y no dejamos un resquicio para que nuestro «yo» se sienta solo ante Dios, estrangulamos la persona sobre el altar mismo en que entronizamos el mito de la colectividad.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Charla sobre la oración”, Circular del 10 de noviembre de 1973, Vol. XXV, N° 5, p. 419) “«Mi yo», estrictamente individual, constituye mi persona, distinta de las otras y que siente la necesidad de hablar al Padre acerca de los propios asuntos personales. Ahora bien, si fabricamos un esquema de oración en el que pretendamos hablar como colectividad, y no dejamos un resquicio para que nuestro «yo» se sienta solo ante Dios, estrangulamos la persona sobre el altar mismo en que entronizamos el mito de la colectividad.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Charla sobre la oración”, Circular del 10 de noviembre de 1973, Vol. XXV, N° 5, p. 419)

“Cuando encarnamos a la Iglesia y vibramos con ella, el sujeto que habla al Padre es la Iglesia y nuestro esfuerzo debe enderezarse a ser Iglesia y a sentirnos Iglesia. Encarnada en las Iglesias y comunidades locales, la Iglesia cobra toda su totalidad, matizada por las circunstancias y por el tiempo. Si un grupo humano habla al Padre unido a la Iglesia, en nombre de Cristo, con toda la fuerza de la Iglesia, tenemos la oración litúrgica.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Charla sobre la oración”, Circular del 10 de noviembre de 1973, Vol. XXV, N° 5, p. 420) “Cuando encarnamos a la Iglesia y vibramos con ella, el sujeto que habla al Padre es la Iglesia y nuestro esfuerzo debe enderezarse a ser Iglesia y a sentirnos Iglesia. Encarnada en las Iglesias y comunidades locales, la Iglesia cobra toda su totalidad, matizada por las circunstancias y por el tiempo. Si un grupo humano habla al Padre unido a la Iglesia, en nombre de Cristo, con toda la fuerza de la Iglesia, tenemos la oración litúrgica.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Charla sobre la oración”, Circular del 10 de noviembre de 1973, Vol. XXV, N° 5, p. 420)

“En la oración comunitaria, la comunidad habla al Padre partiendo de una experiencia emanada de su propio ser y lo puede hacer empleando fundamentalmente dos formas: una corresponde al momento en que todos los miembros se expresan comunitariamente, y otra a los momentos en que cada uno se siente capaz de expresar, no su propia palabra, sino la palabra que encarna el sentir del grupo.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Charla sobre la oración”, Circular del 10 de noviembre de 1973, Vol. XXV, N° 5, p. 422) “En la oración comunitaria, la comunidad habla al Padre partiendo de una experiencia emanada de su propio ser y lo puede hacer empleando fundamentalmente dos formas: una corresponde al momento en que todos los miembros se expresan comunitariamente, y otra a los momentos en que cada uno se siente capaz de expresar, no su propia palabra, sino la palabra que encarna el sentir del grupo.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Charla sobre la oración”, Circular del 10 de noviembre de 1973, Vol. XXV, N° 5, p. 422)

“Una comunidad necesita momentos de respiros de oración en los cuales pueda expresar a Dios su propia vida, con sus penas y alegrías, con sus deseos y proyectos, y la vida íntima de sus miembros. He aquí descrita, a grandes rasgos, la oración comunitaria, muy distinta de la oración en común. Exige todo un aprendizaje.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Charla sobre la oración”, Circular del 10 de noviembre de 1973, Vol. XXV, N° 5, p. 422) “Una comunidad necesita momentos de respiros de oración en los cuales pueda expresar a Dios su propia vida, con sus penas y alegrías, con sus deseos y proyectos, y la vida íntima de sus miembros. He aquí descrita, a grandes rasgos, la oración comunitaria, muy distinta de la oración en común. Exige todo un aprendizaje.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Charla sobre la oración”, Circular del 10 de noviembre de 1973, Vol. XXV, N° 5, p. 422)

Deja que lo que has leído se hunda lentamente en tu espíritu. Ora al Señor por medio de María para que lo comprendas mejor y lo lleves a la vida Deja que lo que has leído se hunda lentamente en tu espíritu. Ora al Señor por medio de María para que lo comprendas mejor y lo lleves a la vida