Formar ciudadanos íntegros con un alto componente humano y ético que participen socialmente en el mejoramiento de los niveles de salud individuales y colectivos, cuidando de manera integral a las personas en diferentes situaciones de salud y coadyuvando en el logro de los estándares dignos de calidad de vida.
Acción Comunicativa: Principio centrado en el dialogo de saberes que facilite la interacción (docente-estudiante-usuario) en la cual los interactuantes tengan papeles activos en el proceso y sus resultados con responsabilidad previamente concertados. Innovación Curricular: La formación está enmarcada en procesos curriculares modernos, cambiantes y dinámicos relacionados con el contexto, sensible a cambios según necesidad
Critica argumentada: Fortalece la capacidad de reflexión y argumentación al someter el conocimiento, los saberes y las prácticas sociales al análisis crítico. Integralidad: Tiene en cuenta al Ser en todas sus dimensiones -biológica, espiritual, afectiva, cognitiva, creativa- y en su permanente desarrollo. El proceso de formación permite la interacción de estas dimensiones en el desarrollo del saber, la práctica y en la interacción de las diferentes disciplinas.
Responsabilidad Social: El compromiso social a través del cuidado de la salud, se asume basado en la ética como un principio básico de la formación. Competitividad: La formación se orienta a crear sistemáticamente ventajas comparativas, dinámicas basadas en la gestión, el conocimiento, la tecnología y en un comportamiento más proactivo en relación con el entorno.