H. Basilio Rueda Guzmán, “El Espíritu del Instituto”, Circular del 25 de diciembre de 1975 Serie meditativa 05 cepam H. Basilio Rueda Guzmán, “El Espíritu del Instituto”, Circular del 25 de diciembre de 1975 Serie meditativa 05 cepam

“No solía, por principio, felicitar a los Hermanos jóvenes: «Las alabanzas — decía — pueden causar muchos males a los religiosos jóvenes, porque mientras desconocen sus virtudes y cualidades, las conservan». Aplicadas estas palabras a la adulación, fácilmente las entendemos. Pero no hay que confundir adulación con alabanza. Esta última puede ser con frecuencia auténtico oxígeno para el corazón humano.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “El Espíritu del Instituto”, Circular del 25 de diciembre de 1975, Vol. XXVI, N° 3, p. 210) “No solía, por principio, felicitar a los Hermanos jóvenes: «Las alabanzas — decía — pueden causar muchos males a los religiosos jóvenes, porque mientras desconocen sus virtudes y cualidades, las conservan». Aplicadas estas palabras a la adulación, fácilmente las entendemos. Pero no hay que confundir adulación con alabanza. Esta última puede ser con frecuencia auténtico oxígeno para el corazón humano.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “El Espíritu del Instituto”, Circular del 25 de diciembre de 1975, Vol. XXVI, N° 3, p. 210)

“En cuanto a los programas de las casas de formación, he conocido, por ejemplo, a un formador — excelente religioso, por lo demás — que no cedía a que se introdujese el estudio del inglés, porque veía en ello el origen de más de una deserción. Cierto que cuantas más posibilidades de incorporarse a la vida profesional se dan a los individuos, más se facilita la salida de aquellos que andan buscando su promoción personal; prohibir, sin embargo, tal o cual estudio para mejor asegurar una adhesión incondicional a Cristo, no me parece nada laudable.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “El Espíritu del Instituto”, Circular del 25 de diciembre de 1975, Vol. XXVI, N° 3, p. 211) “En cuanto a los programas de las casas de formación, he conocido, por ejemplo, a un formador — excelente religioso, por lo demás — que no cedía a que se introdujese el estudio del inglés, porque veía en ello el origen de más de una deserción. Cierto que cuantas más posibilidades de incorporarse a la vida profesional se dan a los individuos, más se facilita la salida de aquellos que andan buscando su promoción personal; prohibir, sin embargo, tal o cual estudio para mejor asegurar una adhesión incondicional a Cristo, no me parece nada laudable.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “El Espíritu del Instituto”, Circular del 25 de diciembre de 1975, Vol. XXVI, N° 3, p. 211)

“Cuando uno ha sido aplastado por determinada estructura, fácilmente puede luego propender a imponerla a los demás. Así tenemos lo que llamaría las «generaciones sacrificadas»: Hermanos bien dotados, que no recibieron formación un tanto sistemática. Carentes de una doctrina maciza, veíanse obligados a echar mano de pequeños artificios, de observaciones menudas, si querían llegar a tener una idea de la sicología de sus dirigidos. Eran los encargados de velar por la observancia de un reglamento, a la manera de suboficiales, que no han podido reflexionar con hondura en el cómo ni en el porqué.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “El Espíritu del Instituto”, Circular del 25 de diciembre de 1975, Vol. XXVI, N° 3, p. 212) “Cuando uno ha sido aplastado por determinada estructura, fácilmente puede luego propender a imponerla a los demás. Así tenemos lo que llamaría las «generaciones sacrificadas»: Hermanos bien dotados, que no recibieron formación un tanto sistemática. Carentes de una doctrina maciza, veíanse obligados a echar mano de pequeños artificios, de observaciones menudas, si querían llegar a tener una idea de la sicología de sus dirigidos. Eran los encargados de velar por la observancia de un reglamento, a la manera de suboficiales, que no han podido reflexionar con hondura en el cómo ni en el porqué.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “El Espíritu del Instituto”, Circular del 25 de diciembre de 1975, Vol. XXVI, N° 3, p. 212)

“El P. Champagnat nos quería en puestos adonde otros no hubiesen acudido. He ahí una indicación que interesa particularmente a nuestra pastoral. En una carta que el fundador de los Hermanos Maristas dirige a la Reina María Amelia la idea de que no entra en sus planes el hacer de sus religiosos como un duplicado más o menos feliz de los HH. de las Escuelas Cristianas, sino enviarlos allí donde no van los de La Salle.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “El Espíritu del Instituto”, Circular del 25 de diciembre de 1975, Vol. XXVI, N° 3, p. 214) “El P. Champagnat nos quería en puestos adonde otros no hubiesen acudido. He ahí una indicación que interesa particularmente a nuestra pastoral. En una carta que el fundador de los Hermanos Maristas dirige a la Reina María Amelia la idea de que no entra en sus planes el hacer de sus religiosos como un duplicado más o menos feliz de los HH. de las Escuelas Cristianas, sino enviarlos allí donde no van los de La Salle.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “El Espíritu del Instituto”, Circular del 25 de diciembre de 1975, Vol. XXVI, N° 3, p. 214)

“La humildad es la percepción profunda que uno tiene de su ser de hombre, que no puede salvar a sus semejantes y que necesita ser salvado por Dios.” ( H. Basilio Rueda Guzmán, “El Espíritu del Instituto”, Circular del 25 de diciembre de 1975, Vol. XXVI, N° 3, p. 220) “La humildad es la percepción profunda que uno tiene de su ser de hombre, que no puede salvar a sus semejantes y que necesita ser salvado por Dios.” ( H. Basilio Rueda Guzmán, “El Espíritu del Instituto”, Circular del 25 de diciembre de 1975, Vol. XXVI, N° 3, p. 220)

Deja que lo que has leído se hunda lentamente en tu espíritu. Ora al Señor por medio de María para que lo comprendas mejor y lo lleves a la vida Deja que lo que has leído se hunda lentamente en tu espíritu. Ora al Señor por medio de María para que lo comprendas mejor y lo lleves a la vida