DEL JUGAOR RACIONAL AL HOMBRE JUGADOR CAPITULO VII DEL JUGAOR RACIONAL AL HOMBRE JUGADOR POR: Diego Gamboa César Suárez José Masaquiza

En la teoría estratégica hablamos del hombre –jugador, y de sus posibles estratégicos. Que tradicional mente nos han indicado desde la escuelas que el hombre es mitad espíritu mitad animal, mitad emoción mitad razón, o por el contario, es una organización viviente evolucionada, el hombre es el único ser vivo capaz de pensar a sí mismo. El cambio de modelo: de la racionalidad a la complejidad. La teoría nos ofrece son instrumentos de análisis y de cálculo en apoyo a la toma de decisiones ante la incertidumbre, al respecto de los jugadores es que estos son oponentes racionales, en otras palabras, sin la racionalidad de los jugadores no habría teoría, pero con ella la teoría se aleja del comportamiento habitual de la gente. Del actor racional al ser humano actores racionales hombres económicos, y en reconstruir mediante planificaciones estratégicos

El diseño de una estrategia es simplemente resultante de una lógica con equilibro en tres elementos (gente, dinero y cosas) y una institucionalización que considera a todos sus miembros como un igual generalista, un yo colectivo. Donde el estratega se caracterice por tener sabiduría, credibilidad, confianza, coraje y severidad.   Un Actor racional persigue objetivos utilitarios, su mente imagina situaciones que le van mejor y establece escalas de utilidad para dar un tratamiento lógico en la toma de decisiones. Como un principio de racionalidad que implica a personas que no son estúpidas en sus decisiones que mantiene conexiones lógicas-normativas con fines y condiciones que rijan las acciones del jugador Los seres humanos actúan y lo hacen con un objetivo el de mejorar las cosas deseadas y lograr otras mejores identificando a personas que persiguen sus objetivos que permitan maximizar la utilidad de su accionar lo que permite maximizar su valor en la toma de decisiones y cuyo sentido irracional puede ser fruto de un objetivo experimental de su conducta de ser humano.

Las motivaciones son parte de la vida cotidiana, incentivando a un cierto grupo de trabajo alcanzar su meta a donde quieran llegar. La comunicación es primordial, ya que al no existir una buena conexión con las personas del grupo, no existe la confianza necesaria para trabajar en equipo. Habermas articula tres elementos claves: la racionalidad, la comunicación y el consenso El mundo actual ya no puede evitar los debates, por lo que deben prepararlos bien y analizar los argumentos