EVALUACIÓN Y DESARROLLO DEL POTENCIAL EMPRENDEDOR EN ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS DE LIMA, PERÚ * Carmen Solís, Joel Alhuay, Ronald Hernández Susana Lingan Jorge Rodríguez
ANTECEDENTES Las instituciones educativas son las instancias indicadas para desarrollar actitudes y habilidades emprendedoras en los niños y jóvenes, contribuyendo decisivamente con los cimientos del emprendimiento que debe empezar a manifestarse como un elemento constitutivo del desarrollo personal y profesional de las personas.
Una de las opciones de desarrollo personal y profesional que todo estudiante debe de tener, es la creación de una empresa. (Palacios, Sambrano, Domínguez y Benites, 2013) . Para ello, los estudiantes deben de adquirir y fortalecer una serie de competencias emprendedoras.
Si bien el espíritu emprendedor es innato, sobre todo en los jóvenes, también es algo que puede ser desarrollado y fortalecido permanentemente
La formación académica, conjuntamente con otras características como el género, la actitud favorable al riesgo y los factores relacionados con la elección del empleo, afectan significativamente el interés de los estudiantes y sus motivaciones para iniciar un emprendimiento propio (Gerry, Marques y Nogueira, 2008) .
La mayoría de los estudiantes universitarios tienen una actitud positiva hacia la creatividad y el emprendimiento, como reportan Pineda, Del Carpio y Jara (2009, 2010).
El fenómeno del emprendimiento es el motor del desarrollo económico y la manifestación del cambio social de un país (Rosa y Bowes, 1990).
La capacidad de emprender puede ser enseñada y desarrollada (Gibb, 2005), por ello, las universidades y otras instituciones de educación superior deberían garantizar la formación de profesionales emprendedores, comprometidos con el entorno, que generen alternativas de desarrollo para la regiones y los países.
METODOLOGÍA Estudio descriptivo no experimental, con muestreo intencional. La muestra estuvo formada por 100 estudiantes universitarios del pregrado de una Universidad privada de Lima Metropolitana entre los 19 y 27 años de edad, con una edad promedio de 22.4 años.
RESULTADOS La gran mayoría ha tenido ya un trabajo (75.3%) frente a un 22.6% que nunca ha trabajado. Estos resultados están muy ligados a la realidad de los jóvenes de países emergentes como el nuestro en el que los chicos deben trabajar desde muy jóvenes para apoyar en los gastos que ocasiona su educación universitaria. Se aprecia que esta experiencia ha sido básicamente en un trabajo dependiente, pues solo el 25.8% reporta experiencia de autoempleo.
Tabla 4. Experiencia de autoempleo % Sí 25,8 No 62,4 Total 88,2 % Sí 25,8 No 62,4 Total 88,2 Sistema 11,8 100,0
Solo se encontraron diferencias significativas en las respuestas sobre Intención Emprendedora entre los grupos de estudiantes de diferentes Carreras. Al hacer un análisis de pares, no paramétrico, con el estadístico de Mann Whitney se encontró que las diferencias se presentan únicamente entre los estudiantes de Administración y los de Ingenierías (U = 91.500, p=.008, r = .416), siendo los primeros quienes obtienen puntuaciones mayores
Únicamente se encontraron diferencias significativas entre los grupos de estudiantes en función a su experiencia laboral en sus respuestas vinculadas al potencial emprendedor, presentando mayores puntuaciones aquellos estudiantes cuentan con experiencia laboral previa, aunque dicha diferencia es de magnitud pequeña (r = .278).
CONCLUSIONES En la muestra estudiada se evidencia, tal como lo señala la literatura (Pineda, Del Carpio y Jara 2009, 2010) que los estudiantes universitarios tienen una actitud positiva hacia la creatividad y el emprendimiento en general. Asimismo, usando el estadístico de Mann Whitney, se muestra que las diferencias se presentan entre los estudiantes de Administración y los de Ingenierías, siendo los primeros quienes obtienen puntuaciones mayores. Se encontraron también diferencias significativas entre los grupos de estudiantes en función a su experiencia laboral en sus respuestas vinculadas al potencial emprendedor, presentando mayores puntuaciones aquellos estudiantes que cuentan con experiencia laboral previa, aunque dicha diferencia es pequeña.
Tal como se señala en estudios previos, la formación académica, conjuntamente con otros factores relacionados con experiencia previa en un empleo, afectan significativamente el interés de los estudiantes y sus motivaciones para iniciar un emprendimiento propio (Gerry, Marques y Nogueira, 2008). Este tema que debe ser tomado en cuenta por las instituciones de formación, pues, si bien el espíritu emprendedor es innato, también es algo que puede ser desarrollado y fortalecido permanentemente, incorporando asignaturas con un enfoque de formación integral, que abarquen diversas áreas del conocimiento. Centrarse solo en lo que atañe a la profesión limita el futuro desempeño laboral del egresado. Los estudiantes requieren aprender habilidades gerenciales y empresariales que les serán de utilidad no solo al momento de emprender el negocio propio, si no, en general para la vida.
Sería positivo que en los planes de estudios se incorporasen asignaturas con un enfoque de formación integral, que abarquen diversas áreas del conocimiento. Los estudiantes requieren aprender habilidades gerenciales y empresariales. Independientemente del modelo educativo aplicado para impulsar el emprendimiento, lo importante es que, a lo largo del proceso educativo se dote al estudiante de herramientas teórico-prácticas, de capacidades para ser un emprendedor, con base en un direccionamiento estratégico y una visión de sostenibilidad en el largo plazo.
Queda para futuras investigaciones seguir profundizando en estudios de este tipo para conocer más de cerca el potencial emprendedor de los universitarios y de qué manera se puede fortalecer esta intención emprendedora que presentan los estudiantes. Ampliar la muestra y hacerla más homogénea es una tarea pendiente en los siguientes trabajos que se realicen en este tema.
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