H. Basilio Rueda Guzmán, “La Vida Comunitaria”, Circular del 6 de junio de 1970 Serie meditativa 01 cepam H. Basilio Rueda Guzmán, “La Vida Comunitaria”, Circular del 6 de junio de 1970 Serie meditativa 01 cepam

“Un vivir comunitario deficiente motiva casi siempre un decaimiento general de la vida de piedad, de la actividad apostólica, de la íntima satisfacción del religioso, y también un descenso en el espíritu de entrega a la misión apostólica que se lleva entre manos.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “La vida comunitaria”, Circular del 6 de junio de 1970, Vol. XXV, N° 2, p. 058) “Un vivir comunitario deficiente motiva casi siempre un decaimiento general de la vida de piedad, de la actividad apostólica, de la íntima satisfacción del religioso, y también un descenso en el espíritu de entrega a la misión apostólica que se lleva entre manos.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “La vida comunitaria”, Circular del 6 de junio de 1970, Vol. XXV, N° 2, p. 058)

“Si la consideración de lo que ha de ser la vida común llega a engendrar en nosotros mayor gozo en el vivir y hace más visible para el mundo y en el mundo la presencia operante del Espíritu Santo, fuente de nuestro místico amor —el amarnos en Jesús— y de la unidad de los discípulos del Señor, ciertamente se habrá dado un paso adelante en ese esfuerzo de renovación y de adaptación que se han de operar en el seno de la Iglesia.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “La vida comunitaria”, Circular del 6 de junio de 1970, Vol. XXV, N° 2, p. 060) “Si la consideración de lo que ha de ser la vida común llega a engendrar en nosotros mayor gozo en el vivir y hace más visible para el mundo y en el mundo la presencia operante del Espíritu Santo, fuente de nuestro místico amor —el amarnos en Jesús— y de la unidad de los discípulos del Señor, ciertamente se habrá dado un paso adelante en ese esfuerzo de renovación y de adaptación que se han de operar en el seno de la Iglesia.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “La vida comunitaria”, Circular del 6 de junio de 1970, Vol. XXV, N° 2, p. 060)

“Conviene recordar dos cosas que ordinariamente no se dicen en forma explícita: 1ª Que la relación inter-comunitaria, cuando nace de un verdadero amor es dialéctica, pues lleva a romper, o mejor dicho, a trascender, los límites de la comunidad en beneficio de personas que no pertenecen a ella. 2ª Que, sobre todo, la Persona de las personas es Dios, quien, como Trinidad personal, subsiste como agente y como término privilegiado en la comunidad religiosa.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “La vida comunitaria”, Circular del 6 de junio de 1970, Vol. XXV, N° 2, p. 062) “Conviene recordar dos cosas que ordinariamente no se dicen en forma explícita: 1ª Que la relación inter-comunitaria, cuando nace de un verdadero amor es dialéctica, pues lleva a romper, o mejor dicho, a trascender, los límites de la comunidad en beneficio de personas que no pertenecen a ella. 2ª Que, sobre todo, la Persona de las personas es Dios, quien, como Trinidad personal, subsiste como agente y como término privilegiado en la comunidad religiosa.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “La vida comunitaria”, Circular del 6 de junio de 1970, Vol. XXV, N° 2, p. 062)

“Todos los hombres somos ambivalentes. En nosotros existe lo positivo y lo negativo en mayor o menor grado y en diferentes aspectos. La flexibilidad y riqueza de unos miembros constituyen la medida en que es posible la integración en el vivir comunitario de miembros defectuosos y hasta deformes. Todo ello sin olvidar que la naturaleza humana tiene sus límites, exceptuando el amor auténtico, el cual carece de limitaciones en la vida de un cristiano.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “La vida comunitaria”, Circular del 6 de junio de 1970, Vol. XXV, N° 2, p. 064)

“Una interpretación errónea de la espiritualidad nos llevaría a ofrecer al prójimo nuestro amor, nuestro trabajo, conocimientos, tiempo y aun bienes materiales, pero privándolo de nuestro yo. Darlo todo menos nuestro yo es prescindir de la amistad y convertir en impersonal el bien común, cuando la vida religiosa, en su carácter comunitario, ha de ser fundamentalmente vida de amistad.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “La vida comunitaria”, Circular del 6 de junio de 1970, Vol. XXV, N° 2, p. 067) “Una interpretación errónea de la espiritualidad nos llevaría a ofrecer al prójimo nuestro amor, nuestro trabajo, conocimientos, tiempo y aun bienes materiales, pero privándolo de nuestro yo. Darlo todo menos nuestro yo es prescindir de la amistad y convertir en impersonal el bien común, cuando la vida religiosa, en su carácter comunitario, ha de ser fundamentalmente vida de amistad.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “La vida comunitaria”, Circular del 6 de junio de 1970, Vol. XXV, N° 2, p. 067)

Deja que lo que has leído se hunda lentamente en tu espíritu. Ora al Señor por medio de María para que lo comprendas mejor y lo lleves a la vida Deja que lo que has leído se hunda lentamente en tu espíritu. Ora al Señor por medio de María para que lo comprendas mejor y lo lleves a la vida