HERRAMIENTAS PARA EDUCADORAS/ES Para aplicar cuando conocemos una situación de violencia que pasó o está pasando, o vemos indicadores que nos hacen sospechar esa posibilidad.

Situación 1 Sospecha de violencia sexual Observar más atentamente Generar confianza Ver qué otras explicaciones puede haber Buscar otros indicadores; contextualizar Acercarse y conocer más la familia Ver las rutinas de la familia Hablar del indicador al familiar que podría ser protector del No compartir la sospecha, ni apuntar causas, ¿Qué hacer?

Situación 2 No es posible confirmar la situación ni descartarla - Desarrollar una estrategia estableciendo un acuerdo entre todos los actores de actuar en forma protectora (acordar en lo posible hasta con el sospechoso, para que nunca más puedan sospechar). De esta manera sube el 3° muro, el del control social. - Que se establezca un segundo círculo que fiscalice, supervise.

Situación 3 Situación de violencia sexual confirmada El sistema judicial sólo puede actuar si hay pruebas. Podemos apuntar a lo sanador. Podemos ser agentes de recuperación y protección, pero conscientes de que nosotros y la familia estamos en crisis (estado de intensa carga afectiva generada por la dificultad en evaluar objetivamente las circunstancias actuales y por la incapacidad para enfrentar y manejar la situación, es decir, para tomar decisiones. Pérdida de la creatividad). Sacar afuera la violencia que nos generó, diciéndolo con sentimiento. Alivia estar con alguien que no se espanta de nuestros sentimientos. No tomar decisiones solos.

PRIMERAS INTERVENCIONES EN CRISIS BUSCAN: Contener emocionalmente Informar, apoyar, proteger a la víctima Estabilizar la familia para que sea un soporte válido Formar una red protectora

OBJETIVOS GENERALES: Garantizar la seguridad del Favorecer la reparación de las consecuencias de la violencia sufrida y de la exposición de la situación. Pensar qué es lo mejor para el no lo mejor para la institución. Contextualizar las decisiones

¿qué podemos hacer? Creerle y decirle que le creemos Ofrecer espacio de escucha, con calma y respeto por su ritmo Aliviar la culpa Hacer sólo preguntas pertinentes Si cuenta frente a otros niños, detenerlo y hablar en otro momento, para que no se victimice más. Prepararlos en relación al proceso a seguir Ir al juzgado (no a la comisaría) acompañados de un abogado Tratar que los procedimientos sean amigables No contaminar el testimonio Manejar nuestros propios sentimientos Apoyarnos en el equipo Reconocer nuestras limitaciones Evaluar posibilidades de intervención con la persona que abusó Mantener visión realista y esperanzadora.

Desarrollar factores protectores Trabajar con la familia extendida en alianzas Desarrollar estrategias de protección con ellos No dramatizar Mantener las rutinas Ayudar a manejar la ambivalencia, los conflictos de lealtad No sexualizar si no lo está Desexualizar las manifestaciones de afecto (se relaciona con agresividad). Dar alternativas no sexuales ni agresivas, pero atractivas Reforzar lo positivo (fuiste valiente) Buscar referentes de confianza (contarle con la aprobación del niño) Estar preparado para retractaciones No victimizar No juzgar víctima ni victimario. TRANSMITIR QUE LAS HERIDAS, EN ALGÚN MOMENTO, SE CURAN SON MÁS EFECTIVOS LOS REFUERZOS QUE LOS CASTIGOS