La evaluación en E.F. La principal novedad de la renovación pedagógica que introduce la teoría del currículo es someter a crítica todas y cada una de las decisiones que sobre los distintos aspectos del proceso de enseñanza y aprendizaje se pueden contemplar. Al analizar la evaluación nos cuestionamos varias facetas de la misma que intentamos responder de forma concisa:
¿Para qué evaluar? Conocer rendimiento Diagnosticar Valorar la eficacia del proceso Orientar al alumnado Motivar Agrupar o clasificar Calificar Investigar
¿Quién evalúa? El profesor Los alumnos Otro profesor
¿Qué evaluar? Alumno: Conocimientos, procedimientos o actitudes Proceso de enseñanza y aprendizaje Profesor
¿Cómo y cuándo evaluar? Instrumentos cuantitativos de tipo test: pruebas escritas, tests de condición física, tests de habilidades, etc. Instrumentos cualitativos o de observación: registros, listas de control, escalas, etc.
El boletín evaluativo e informativo final En ocasiones nos hemos encontrado con la situación de que la nota que adjudicábamos a un alumnos decía muy poco sobre su rendimiento real en el área. Demasiadas veces dos alumnos llevaban la misma calificación y su situación era sumamente diferente. Surge así la necesidad de diseñar un modelo de informe, específico de E.F., que recoja con detalle los múltiples aspectos que se pueden valorar del alumno en relación con el área. Se trata de un instrumento para calificar mucho más flexible, capaz de adaptarse a las múltiples situaciones del alumnado y que informa a los padres con mucho más detalle que en el caso de la nota tradicional: progresa adecuadamente o notable.
En el diseño de este boletín se plantean 5 dificultades a tener en cuenta: 1 Seleccionar qué ítems o aspectos se van a valorar. 2 Definir una escala para clasificar al alumno en cada aspecto. En el ejemplo que se propone se ha optado por una escala de 3 niveles: NM(Necesita Mejorar), RS (Rendimiento Suficiente) y RB (Rendimiento Bueno) según el alumno no domine la tarea, lo domine minimamente o en grado superlativo. Siempre de acuerdo con los criterios de calidad establecidos para la edad, nivel inicial de los alumnos y sobre todo el tiempo dedicado a la práctica de la tarea. 3 Redactarlo con un vocabulario asequible a los padres ya que son los receptores últimos de este documento.
4 Reducir el tiempo necesario para rellenar el boletín 4 Reducir el tiempo necesario para rellenar el boletín. Esto tiene especial importancia si se tiene en cuenta el gran número de alumnos que suele tener el profesor de E.F. En el ejemplo propuesto basta rellenar con una "X" en la columna correspondiente. 5 Dotarlo de suficiente flexibilidad para contemplar otras situaciones o aspectos no previstos. Esto se consigue con la casilla de "Observaciones".