Gestión del conflicto Joaquín Rojano De la Hoz UNIVERSIDAD CATOLICA LUIS AMIGÓ Sede Montería 2017

ALCANCES DE LA GESTIÓN DEL CONFLICTO La gestión del conflicto jurídico cuenta con tres alcances: la prevención, la administración y la resolución. Capacidad de aplicar las fuentes jurídicas a las situaciones concretas para darles sentido de utilidad. Capacidad de prevenir y administrar los problemas más allá de solamente resolverlos. Se exige, de esta forma, que la profesión tenga un sentido ético y responsable hacia la realidad social

IDENTIFICACIÓN DEL CONFLICTO Capacidad de aplicar de manera pertinente y ética el conocimiento jurídico para determinar si en una situación concreta se está o no en presencia de un conflicto jurídico. Capacidad de identificar si los hechos conllevan o no un nivel de importancia tal que requieran consolidar un conflicto que deba ser resuelto por el derecho. ¿se trata de un conflicto real, de un malentendido o de un planteamiento equivocado? Los hechos son jurídicamente relevantes cuando conllevan en sí mismos una tensión en la cual no puede prevenirse el conflicto, por lo cual el abogado debe estar en capacidad de administrarlo.

PREVENCIÓN DEL CONFLICTO El primer paso ha de consistir siempre en el correcto diagnóstico del problema o conflicto planteado. En caso de que la situación no conlleve importancia jurídica referenciada, el abogado debe abstenerse de actuar, de manera temeraria. Capacidad de justificar por qué la situación no requiere del Derecho y debe permitir que las partes comprendan posibilidades de entendimiento que trasciendan el Derecho. - Aplicar de manera pertinente y ética conocimientos jurídicos para proponer y tramitar estrategias de solución de conflicto mediante mecanismos alternativos y/o judiciales.

ADMINISTRACIÓN DEL CONFLICTO La administración del conflicto implica primero determinar cuál es el medio procesal idóneo al cual se debe acudir para solucionar el conflicto (sea un medio alternativo o uno judicial). Debe privilegiar los medios de solución de conflictos alternativos siempre que sea posible, puesto que estos aseguran respuestas expeditas para las situaciones que se administran. El abogado debe estar en capacidad de tramitar cada una de las etapas procesales ajustándose al Derecho y comprendiendo el papel que debe desempañar cada uno de los intervinientes (defensor, juez, Fiscalía, contraparte, Ministerio Público, etcétera).

LA ÉTICA DE LA GESTIÓN DEL CONFLICTO Aplicar de manera pertinente y ética conocimientos propios del Derecho para solucionar de manera efectiva un conflicto jurídico a través de mecanismos alternativos y/o judiciales. El Derecho plantea un número plural de soluciones para una misma situación (caso o problema), razón por la cual quien gestiona el conflicto debe estar en capacidad de propender alcanzar la más efectiva, ajustada a derecho y que responda a los imperativos constitucionales.

ESTRATEGIAS PARA LA GESTIÓN DEL CONFLICTO Éstas requieren la utilización de un método de diálogo de saberes en el aula para: Identificar si el caso es de naturaleza jurídica y en tal caso desarrollar su diagnóstico. Identificar las fuentes jurídicas apropiadas al caso o problema Considerar en primer lugar cómo prevenir y administrar el problema antes de entrar a plantear soluciones. Plantear el tratamiento ético y responsable que amerita el problema por sus particularidades, y cuál es el medio procesal idóneom procurando la prioridad de los mecanismos alternativos que judiciales. Comprender el papel que le corresponde a los intervinientes (defensor, juez, Fiscalía, contraparte, Ministerio Público)