Perspectiva Transgeneracional Vínculo con la Institución ESCNNA DIMENSIONES INTERVENCIÓN Violación Grave a los DDHH Detección Fenómeno Global Marco Sociopolítico Momentos de Intervención Diagnóstico – Intervención Tipologías de ESCNNA Forma de Violencia Social contra NNA Protección Reducción de riesgos Seguimiento Comercio Sexual Infantil Integralidad Práctica de red Protección y Seguridad Modelo Social de Consentimiento Elementos de Bienestar del NNA Trata o Tráfico Perspectiva Transgeneracional Vínculo con la Institución Problematizació n ESCNNA Relacional Áreas de PII Turismo Sexual Reparación Daño Mercado del Comercio Sexual con NNA Peor Forma de Trabajo Infantil Vinculo con el explotador Integración social Producción de imágenes sexualmente abusivas Hospitalidad Pares Adultos Amenaza – Violencia Vínculo pseudo afectivo Primera Acogida Transacción de Bienes Cuantificables Redes Monitoreo y Seguimiento Informales Formales

Estimado Mario, junto con saludar, me presento, soy Andrea Raglianti, Trabajadora Social de profesión. Al igual que tú me desempeño en el área de protección de derechos y escogí tu mapa conceptual para realizar la tarea anterior. Dado que sentí que algo te conocía a través de tus reflexiones en el foro, decidí dirigir mi último trabajo a ti. Escogí el Texto de Elena de la Aldea “LA VIOLENCIA, LAS VIOLENCIAS” y el video sobre las “ORIENTACIONES TERMINOLÓGICAS PARA LA PROTECCIÓN DE NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES CONTRA LA EXPLOTACIÓN Y EL ABUSO SEXUALES”, de ECPAT. En el caso de Elena, escogí ese texto porque creo que su reflexión frente a la violencia no sólo es aplicable a las dinámicas sociales en general, sino también en el ejercicio de nuestro quehacer profesional. Trabajando en un PEE pude dar cuenta de que a veces a los profesionales nos toca realizar actos de violencia, actos que atraviesan límites difusos entre la protección y la trasgresión, y con ellos se espera lograr algo mejor. No creo que ningún profesional tenga la intención de causar daño durante el proceso de trabajo con los chicos y chicas, pero la experiencia de trabajo en el PEE me ha mostrado que la línea es difusa. Es por ello que, al leer las reflexione de Elena frente a la violencia, pensé en cuál sería la forma de evitar que aquellas acciones que parecen ser necesarias, no se transformen en un acto de violencia destructiva y mantengan el sentido de transformación que tiene la violencia fundante. En este sentido, me surgieron varias ideas que fueron reafirmadas durante el avance del curso, resulta fundamental el estar exento de juicio frente a la situación que se trabaja, entender también que detrás de todos los desafíos que se observan en la intervención, hay decisiones que escapan a nuestro control, que aun cuando no estemos de acuerdo, son válidas, porque así es la única manera de legitimar al otro como un igual dentro del trabajo que se realiza. Si entendemos que todo lo que ocurre, tanto para el chico o chica, sus padres, su familia, como para el profesional durante el proceso, tiene un propósito, y nos demos el tiempo de descubrir los caminos que nos depara ese propósito (no necesariamente saber con exactitud cuál es el propósito, eso puede resultar una tarea titánica), es probables que al momento de ejecutar una acción que reviste carácter de violenta, esta resulte ser fundante en sus pilares y no destructiva, porque está dirigida hacia el logro de “un algo”. En el caso del video ECPAT cuyo texto “Orientaciones terminológicas para la protección de niños, niñas y adolescentes contra la explotación y el abusos sexuales” tuve la oportunidad de ojear, me pareció interesante frente a la premisa de que las palabras construyen realidades, y porque en nuestro quehacer, a veces ajetreado y voraz, descuidamos las formas y los términos. Recuerdo cuando estando en Servicio País un dirigente, luego de que presenté el programa a la comunidad señalando que éramos la “fundación para la superación de la pobreza”, me pregunto “y a usted ¿quién le dijo que yo era pobre?, yo vivo en el campo, no soy pobre”. Es por ello que me agradó la invitación a generar espacios de reflexión frente a la lingüística y forma de expresarnos ante lo que observamos desde nuestro rol. Mis principales dudas frente a lo leído y observado en el curso es si realmente vamos a ser capaces cómo país de hacernos cargo de una vez y tomarnos en serio la temática de la infancia. Trabajar con Explotación Sexual, implica recursos (económicos y materiales) que hoy no están disponibles desde el Estado, y requiere de energías (voluntades) que no están desplegadas. Mis principales dudas no giran en torno a los conceptos, el curso es claro al presentar dichas ideas y las líneas de abordajes de otros países frente al trabajo interventivo; mis dudas surgen hacia mis propias capacidades para abordar la temática, para desprejuiciarme, para identificar adecuadamente lo urgente de lo principal y ser capaz de salir de la vorágine de lo urgente (que en los PEE son pan de cada día) y poder traspasar hacia lo principal. Finalmente, Mario, concluyo del curso que la temática de la explotación es joven, se requiere seguir observándola, comprendiéndola. Esta situación entrega a los profesionales que trabajamos la oportunidad de sembrar nuevas formas de hacer “intervención”, aplicar técnicas distintas y mejorar las ya existentes. Pude observar también, que se requiere mucha voluntad y tesón en cada uno de los casos abordados, el hecho de recibir a chicos con tanta sintomatología y niveles de daño mayor, reviste el desafío de mantener y sostener intervenciones que sean transformadoras desde la vivencia compartida, el acompañamiento con el adolescente y sus familias.