El aprendizaje colaborativo forma parte del constructivismo como postulado que parte la idea de la educación como un proceso de socio-construcción, es decir de la apertura a la diversidad y la tolerancia, o lo que es lo mismo, el perspectivismo. Dicho de otro modo, los alumnos deben trabajar en grupos, colaborar y cooperar empleando para ello una serie de herramientas varias que les faciliten la interacción y la comunicación, de forma que cada alumno aporte una perspectiva individual al proyecto común.
> Promueve el logro de objetivos cualitativamente más ricos en contenido, pues reúne propuestas y soluciones de varias personas. En pocas palabras traemos la famosa frase: «Dos cabezas piensan mejor que una». En un grupo de personas, obviamente no todos piensan de la misma manera, y al trabajar juntos el debate facilita a la obtención de ideas más claras y concretas, pues son ricas en opiniones.
> Aumenta las habilidades sociales, interacción y comunicación Una persona al formar parte de un grupo de trabajo, intentará en primer plano romper el obstáculo de la timidez. El aprendizaje colaborativo lo ayudará a crecer en el ámbito del desenvolvimiento social, y con el transcurrir del tiempo se irá formando en las técnicas de una buena interacción y una eficaz comunicación con las personas que lo rodean.
> Incentiva el desarrollo del pensamiento crítico y la apertura mental Al formar parte de un grupo de trabajo, el individuo se encontrará en un campo de debate, en donde surgen varias opiniones, algunas lógicas y otras no. Eso colabora al desarrollo de un pensamiento crítico para evaluar las ideas planteadas y moldearlas correctamente. Además, que el individuo tiene la obligación o necesidad «por regla urbana o universal» de respetar todas las ideas, pues esas son las reglas de juego en un grupo social, esto lo ayudará a incentivar en sí una apertura mental.