H. Basilio Rueda Guzmán, Testimonios sobre la Fidelidad en la Circular del 8 de septiembre de 1984 Serie meditativa 05 cepam H. Basilio Rueda Guzmán, Testimonios sobre la Fidelidad en la Circular del 8 de septiembre de 1984 Serie meditativa 05 cepam

«Las enseñanzas sobre la pobreza y la obediencia fueron muy detalladas y hasta patéticas. En cuanto a la castidad, pienso que había un poco de maniqueísmo. Permanecí en verdaderas tinieblas, sin atreverme a abrirme a alguien, por temor a pecar. No me quedó más remedio que tomar una actitud de lucha y de angustia, a veces inaguantable, hasta los 40 años.» (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 195) «Las enseñanzas sobre la pobreza y la obediencia fueron muy detalladas y hasta patéticas. En cuanto a la castidad, pienso que había un poco de maniqueísmo. Permanecí en verdaderas tinieblas, sin atreverme a abrirme a alguien, por temor a pecar. No me quedó más remedio que tomar una actitud de lucha y de angustia, a veces inaguantable, hasta los 40 años.» (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 195)

«Durante el tiempo de formación y en los primeros años de vida religiosa, mi gran dificultad fue el combate constante para permanecer casto; combate que fue exagerado por falta de formación inicial, en un ambiente cerrado y moralista, y por un rechazo a la aceptación de mí mismo. He vivido 20 años de perplejidades y de búsqueda de luz por encima de mis fuerzas, para poner las cosas en su sitio. Finalmente, logré encontrar la luz.» (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 195) «Durante el tiempo de formación y en los primeros años de vida religiosa, mi gran dificultad fue el combate constante para permanecer casto; combate que fue exagerado por falta de formación inicial, en un ambiente cerrado y moralista, y por un rechazo a la aceptación de mí mismo. He vivido 20 años de perplejidades y de búsqueda de luz por encima de mis fuerzas, para poner las cosas en su sitio. Finalmente, logré encontrar la luz.» (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 195)

«Un día, el Maestro de novicios me llamó a un rincón del patio, me habló de todo y de nada, y luego, a bocajarro me dice: “Has cometido una falta con un compañero. Será mejor que vuelvas a tu casa”. Yo caí de las nubes. Después de algunas investigaciones se descubrió que todo era una calumnia.» (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 204) «Un día, el Maestro de novicios me llamó a un rincón del patio, me habló de todo y de nada, y luego, a bocajarro me dice: “Has cometido una falta con un compañero. Será mejor que vuelvas a tu casa”. Yo caí de las nubes. Después de algunas investigaciones se descubrió que todo era una calumnia.» (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 204)

«Tuve en mi vida marista una dolorosa experiencia: fracasé en la escuela. Tenía, no obstante, un apreciable gusto por la enseñanza, pero veía truncada mi carrera. Durante tres años no pude encajar el fracaso y, en cierto modo, mi vida religiosa se me antojaba estéril. Al fin, cuando se me confiaron alumnos mayores, y universitarios de una facultad, acerté y encontré así una razón natural para vivir.» (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 219) «Tuve en mi vida marista una dolorosa experiencia: fracasé en la escuela. Tenía, no obstante, un apreciable gusto por la enseñanza, pero veía truncada mi carrera. Durante tres años no pude encajar el fracaso y, en cierto modo, mi vida religiosa se me antojaba estéril. Al fin, cuando se me confiaron alumnos mayores, y universitarios de una facultad, acerté y encontré así una razón natural para vivir.» (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 219)

«En mi primer año de clase, fui acogido de forma verdaderamente marista. Los cohermanos me han ayudado mucho. Tengo mucho que agradecer a Dios esta prueba de verdadero amor fraterno. Doy gracias a Dios por aquellos santos religiosos, que en el silencio, el trabajo y la oración ofrecieron sus vidas en holocaustos para obtener buenas vocaciones.» (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 224) «En mi primer año de clase, fui acogido de forma verdaderamente marista. Los cohermanos me han ayudado mucho. Tengo mucho que agradecer a Dios esta prueba de verdadero amor fraterno. Doy gracias a Dios por aquellos santos religiosos, que en el silencio, el trabajo y la oración ofrecieron sus vidas en holocaustos para obtener buenas vocaciones.» (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 224)

«¡Cuánto desearía que se volviese a reanudar la entrevista periódica de los Hermanos con el Hermano Director! ¡Cuántas dudas, que el enemigo suscita para nuestra perdición, se desvanecerían! Este coloquio cordial — son muchos los que sin duda están de acuerdo conmigo— ha hecho mucho bien y ha favorecido la salvación de muchas almas.» (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 227) «¡Cuánto desearía que se volviese a reanudar la entrevista periódica de los Hermanos con el Hermano Director! ¡Cuántas dudas, que el enemigo suscita para nuestra perdición, se desvanecerían! Este coloquio cordial — son muchos los que sin duda están de acuerdo conmigo— ha hecho mucho bien y ha favorecido la salvación de muchas almas.» (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 227)

«Tuve con algunos Hermanos una amistad espiritual muy profunda y recibí testimonios de vida muy convincentes. Lo que más me gustó, entre los cohermanos, fue siempre la sencillez y la piedad sinceras.» (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 229) «Tuve con algunos Hermanos una amistad espiritual muy profunda y recibí testimonios de vida muy convincentes. Lo que más me gustó, entre los cohermanos, fue siempre la sencillez y la piedad sinceras.» (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 229)

«En mi toma de hábito, papá quedó muy conmovido ante el diálogo entre el celebrante y los postulantes. Algún tiempo más tarde le escribí preguntándole si estaba dispuesto a autorizarme a ir a misiones y, al poco tiempo recibía esta respuesta: “Si tú me pidieses ir a América para ganar dinero, te diría, no. Pero para ser misionero, te doy mi consentimiento. Si no nos volvemos a ver más en este mundo, nos volveremos a ver en el otro.”» (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 234) «En mi toma de hábito, papá quedó muy conmovido ante el diálogo entre el celebrante y los postulantes. Algún tiempo más tarde le escribí preguntándole si estaba dispuesto a autorizarme a ir a misiones y, al poco tiempo recibía esta respuesta: “Si tú me pidieses ir a América para ganar dinero, te diría, no. Pero para ser misionero, te doy mi consentimiento. Si no nos volvemos a ver más en este mundo, nos volveremos a ver en el otro.”» (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 234)

«Si me sentía desalentado, no era por falta de amor a la vocación, sino porque el trabajo que se me confió, estaba muy por encima de mis posibilidades y de mi preparación. Necesitaba horas y más horas de trabajo para la enseñanza del latín, derecho, moral: materias de las que no tenía apenas conocimiento. Felizmente, encontré a un Hermano que me ayudó mucho.» (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 239) «Si me sentía desalentado, no era por falta de amor a la vocación, sino porque el trabajo que se me confió, estaba muy por encima de mis posibilidades y de mi preparación. Necesitaba horas y más horas de trabajo para la enseñanza del latín, derecho, moral: materias de las que no tenía apenas conocimiento. Felizmente, encontré a un Hermano que me ayudó mucho.» (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 239)

«Los Hermanitos de María carecíamos de formación religiosa, intelectual, pedagógica y científica. Era necesario pasar horas enteras por la noche para preparar las lecciones. Esto fue causa de que muchos se desanimasen. Yo soy un autodidacta. He estudiado sin orientación de nadie. Como se necesitaban los títulos, fui a la Universidad, justo durante 7 meses. Sin verdadero provecho. Lo indispensable para adquirir un barniz de cultura.» (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 239) «Los Hermanitos de María carecíamos de formación religiosa, intelectual, pedagógica y científica. Era necesario pasar horas enteras por la noche para preparar las lecciones. Esto fue causa de que muchos se desanimasen. Yo soy un autodidacta. He estudiado sin orientación de nadie. Como se necesitaban los títulos, fui a la Universidad, justo durante 7 meses. Sin verdadero provecho. Lo indispensable para adquirir un barniz de cultura.» (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 239)

Ellos han vivido esas experiencias en su relación con el tema de la Fidelidad… ¿Y cuál sería tu testimonio personal sobre tu Fidelidad a Dios? Ellos han vivido esas experiencias en su relación con el tema de la Fidelidad… ¿Y cuál sería tu testimonio personal sobre tu Fidelidad a Dios?