H. Basilio Rueda Guzmán, “La Fidelidad”, Circular del 8 de septiembre de 1984 Serie meditativa 04 cepam H. Basilio Rueda Guzmán, “La Fidelidad”, Circular del 8 de septiembre de 1984 Serie meditativa 04 cepam
“No hay que olvidar que la fidelidad a la vocación lleva implícita la fidelidad a todos los elementos del carisma, a la gracia profética que el Espíritu Santo ha otorgado a cada miembro para ser fermento capaz de transformar a la Congregación.” (H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 040) “No hay que olvidar que la fidelidad a la vocación lleva implícita la fidelidad a todos los elementos del carisma, a la gracia profética que el Espíritu Santo ha otorgado a cada miembro para ser fermento capaz de transformar a la Congregación.” (H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 040)
“Queda en pie la afirmación de que la Institución no podrá suplir jamás a Cristo, ni tampoco relegarle a segundo plano. Primordialmente, la vida religiosa es un compromiso con Dios para el seguimiento de Cristo. Y por mucha importancia que pueda haber alcanzado la institucionalización de este «seguimiento de Cristo», nunca el elemento institucional podrá presentarse como criterio definitivo.” (H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 040) “Queda en pie la afirmación de que la Institución no podrá suplir jamás a Cristo, ni tampoco relegarle a segundo plano. Primordialmente, la vida religiosa es un compromiso con Dios para el seguimiento de Cristo. Y por mucha importancia que pueda haber alcanzado la institucionalización de este «seguimiento de Cristo», nunca el elemento institucional podrá presentarse como criterio definitivo.” (H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 040)
“Sería una mala manera de interpretar la fidelidad si, por amor a una fidelidad material, se le cerrase la puerta al Espíritu Santo, que empuja a una fidelidad espiritual. Bastará que recordemos el caso que se produce en la Sociedad de María con el P. Julien Eymard, o el P. Félix Rougier, que fueron formados en una institución y murieron en otra, sin haber dejado de ser menos fieles.” (H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 040) “Sería una mala manera de interpretar la fidelidad si, por amor a una fidelidad material, se le cerrase la puerta al Espíritu Santo, que empuja a una fidelidad espiritual. Bastará que recordemos el caso que se produce en la Sociedad de María con el P. Julien Eymard, o el P. Félix Rougier, que fueron formados en una institución y murieron en otra, sin haber dejado de ser menos fieles.” (H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 040)
“Vuestro sentido espiritual os hará apreciar un verdadero parentesco de alma con estos hombres que han traído a estas páginas su vida real, pobre y débil, como la vuestra en estos momentos, pero animosa también y llena de fe, pues, la fidelidad es la fe pasando de la inteligencia y del corazón hacia el amor durable de la acción diaria.” (H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 042) “Vuestro sentido espiritual os hará apreciar un verdadero parentesco de alma con estos hombres que han traído a estas páginas su vida real, pobre y débil, como la vuestra en estos momentos, pero animosa también y llena de fe, pues, la fidelidad es la fe pasando de la inteligencia y del corazón hacia el amor durable de la acción diaria.” (H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 042)
“Valga de entrada esta afirmación: en la raíz de toda vocación, se dan tres elementos, que si no se hallan claramente manifiestos desde el origen y en las primeras etapas, sí que están claros cuando la vocación llega a su grado de madurez: raíces evangélicas, raíces subjetivas, raíces congregacionales.” (H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 045) “Valga de entrada esta afirmación: en la raíz de toda vocación, se dan tres elementos, que si no se hallan claramente manifiestos desde el origen y en las primeras etapas, sí que están claros cuando la vocación llega a su grado de madurez: raíces evangélicas, raíces subjetivas, raíces congregacionales.” (H. Basilio Rueda Guzmán, Circular “La Fidelidad”, 8 de septiembre de 1984, CSG, Vol. XXVIII, 519 pp., p. 045)
Deja que lo que has leído se hunda lentamente en tu espíritu. Ora al Señor por medio de María para que lo comprendas mejor y lo lleves a la vida Deja que lo que has leído se hunda lentamente en tu espíritu. Ora al Señor por medio de María para que lo comprendas mejor y lo lleves a la vida