H. Basilio Rueda Guzmán, “Charla sobre la Oración”, Circular del 10 de noviembre de 1973 Serie meditativa 02 cepam H. Basilio Rueda Guzmán, “Charla sobre la Oración”, Circular del 10 de noviembre de 1973 Serie meditativa 02 cepam

“El adquirir conciencia de nuestro bautismo, que va gradualmente operando en nosotros, constituye la fe. Esa misma conciencia, referida al deseo, constituye la esperanza. Y si uno se propone la unión, y llega a realizarla, tenemos ya la caridad. La vida del bautismo, la vida cristiana, tiene, pues, una conciencia, y la conciencia tiene momentos privilegiados en los que se concentra, se aísla, deja de lado la acción, como para vivir y respirar lo que en sí misma es.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Charla sobre la oración”, Circular del 10 de noviembre de 1973, Vol. XXV, N° 5, p. 411) “El adquirir conciencia de nuestro bautismo, que va gradualmente operando en nosotros, constituye la fe. Esa misma conciencia, referida al deseo, constituye la esperanza. Y si uno se propone la unión, y llega a realizarla, tenemos ya la caridad. La vida del bautismo, la vida cristiana, tiene, pues, una conciencia, y la conciencia tiene momentos privilegiados en los que se concentra, se aísla, deja de lado la acción, como para vivir y respirar lo que en sí misma es.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Charla sobre la oración”, Circular del 10 de noviembre de 1973, Vol. XXV, N° 5, p. 411)

“La oración es fundamentalmente el ejercicio de la fe; pero la fe, como es diálogo, no consiste en rumiar lo que creemos, sino en hablar «con», «respecto a», «a partir de». La oración solicita aquello que es el objeto de su amor, aunque se encuentre dentro de los contenidos de la fe. Expresa el amor que palpita ya en el corazón. Eso es, ni más ni menos, el rezar.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Charla sobre la oración”, Circular del 10 de noviembre de 1973, Vol. XXV, N° 5, p. 411) “La oración es fundamentalmente el ejercicio de la fe; pero la fe, como es diálogo, no consiste en rumiar lo que creemos, sino en hablar «con», «respecto a», «a partir de». La oración solicita aquello que es el objeto de su amor, aunque se encuentre dentro de los contenidos de la fe. Expresa el amor que palpita ya en el corazón. Eso es, ni más ni menos, el rezar.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Charla sobre la oración”, Circular del 10 de noviembre de 1973, Vol. XXV, N° 5, p. 411)

“Acá abajo, la Iglesia vive de esperanza y en ella tiene su origen la oración impetratoria. Dicha oración no es otra cosa que el grito de angustia de quien pide redención, y, al mismo tiempo, el canto de acción de gracias porque llegó ya la redención. Sabemos, en efecto, que la Redención se ha realizado en Cristo. Por otra parte, las ternuras y bondades que Dios derrama sobre su Iglesia, ahora como en el pasado, son un argumento muy poderoso para seguir en esperanza.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Charla sobre la oración”, Circular del 10 de noviembre de 1973, Vol. XXV, N° 5, p. 412) “Acá abajo, la Iglesia vive de esperanza y en ella tiene su origen la oración impetratoria. Dicha oración no es otra cosa que el grito de angustia de quien pide redención, y, al mismo tiempo, el canto de acción de gracias porque llegó ya la redención. Sabemos, en efecto, que la Redención se ha realizado en Cristo. Por otra parte, las ternuras y bondades que Dios derrama sobre su Iglesia, ahora como en el pasado, son un argumento muy poderoso para seguir en esperanza.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Charla sobre la oración”, Circular del 10 de noviembre de 1973, Vol. XXV, N° 5, p. 412)

“Todo hombre experimenta la necesidad de expresar lo que siente, y cuando una persona que tiene profundas experiencias no puede comunicarlas, sufre por ello una especie de mutilación, por cuanto se ve constreñida a vivir en soledad y a enterrar, por así decirlo, las cosas más hondas y hermosas de su vida.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Charla sobre la oración”, Circular del 10 de noviembre de 1973, Vol. XXV, N° 5, p. 413) “Todo hombre experimenta la necesidad de expresar lo que siente, y cuando una persona que tiene profundas experiencias no puede comunicarlas, sufre por ello una especie de mutilación, por cuanto se ve constreñida a vivir en soledad y a enterrar, por así decirlo, las cosas más hondas y hermosas de su vida.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Charla sobre la oración”, Circular del 10 de noviembre de 1973, Vol. XXV, N° 5, p. 413)

“La vida bautismal necesita también de la oración, porque constituye ésta el medio más eficiente de evangelizar aquella parte del corazón humano que no ha sido aún evangelizada. A fuerza de decir las cosas con el corazón, acaba uno por sentirlas de corazón y por vivir de corazón lo que se ha experimentado.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Charla sobre la oración”, Circular del 10 de noviembre de 1973, Vol. XXV, N° 5, p. 413) “La vida bautismal necesita también de la oración, porque constituye ésta el medio más eficiente de evangelizar aquella parte del corazón humano que no ha sido aún evangelizada. A fuerza de decir las cosas con el corazón, acaba uno por sentirlas de corazón y por vivir de corazón lo que se ha experimentado.” (H. Basilio Rueda Guzmán, “Charla sobre la oración”, Circular del 10 de noviembre de 1973, Vol. XXV, N° 5, p. 413)

Deja que lo que has leído se hunda lentamente en tu espíritu. Ora al Señor por medio de María para que lo comprendas mejor y lo lleves a la vida Deja que lo que has leído se hunda lentamente en tu espíritu. Ora al Señor por medio de María para que lo comprendas mejor y lo lleves a la vida