Conclusiones. Chillán 10 de noviembre de 2006 UBB
Necesidad de trabajar situadamente, contextualizando la acción pedagógica (cultural, social, económicamente, entre otras). Políticas públicas despegadas del quehacer “real”. Necesidad de diálogo con las y los docentes. Se requiere mayor compromiso, competencia y coherencia de las y los docentes.
Debilidades de la formación inicial: Falta transversalidad, transdisciplenariedad, vinculación con disciplinas complementarias. Falta de mecanismos de seguimiento y formación continua.
¿Cómo la universidad hace el seguimiento de la puesta en práctica de las innovaciones aprendidas en la formación inicial? Necesidad de distinguir la ciencia como discurso disciplinario y pedagogía como saber en sí mismo. Necesidad de que la disciplina esté al servicio del quehacer de quien enseña: el saber pedagógico.
Necesidad de redefinir las conceptualizaciones usadas por el quehacer pedagógico (desarrollo, educación, pedagogía, curriculum, didáctica, evaluación). Necesidad de relevar tanto la teoría y la práctica del enseñar. Necesidad de potenciar el saber pedagógico de la universidades.
Necesidad de poner el énfasis en aspectos emocionales tales como el clima, el respeto y la democracia. Necesidad de conexión entre todas las personas que intervienen en la formación a través del seguimiento en las prácticas (como equipos de trabajo). Necesidad de recoger los saberes preexistentes de las y los estudiantes para trabajar desde allí el saber disciplinario.