JIMENA GARCÍA
SOMOS REINSERTA UNA FUNDACIÓN CON EL CORAZÓN EN LAS CÁRCELES Reinserta es una fundación creada para trabajar con el México invisible, las cárceles del país. Nacimos de un genuino interés por mejorar la seguridad con base en la prevención y la reinserción social a través de la investigación, teniendo como fin último tener un impacto en las políticas públicas del país. En Reinserta estamos convencidos/as de que el cambio empieza por mostrar lo que nunca queremos ver: la realidad de nuestras cárceles.
REINSERTA UN MEXICANO EXISTIMOS PARA MEJORAR LA SEGURIDAD EN MÉXICO
MUJERES Y MENORES EN PRISIÓN ÁREA DE MUJERES Y MENORES EN PRISIÓN
NUESTRO OBJETIVO Propiciar el desarrollo integral y estimulación temprana de los niños y niñas que viven en prisión a través de estrategias que permitan su adecuado crecimiento y maduración. Así mismo, impulsar en las mujeres privadas de su libertad la adquisición de herramientas dirigidas hacia una maternidad responsable que fortalezcan el vinculo materno infantil y mejoren su calidad de vida desde una perspectiva de género.
Modelo de atención para mujeres madres y sus hijas e hijos en prisión
BEBETECAS 4. Dignificación de espacios: ¿QUÉ SON? Espacios diseñados para brindar un ambiente sano y seguro a los niños y niñas que viven en prisión, enriquecido desde el punto de vista sensorial y motor con la finalidad de promover la libertad de movimiento y la exploración de los menores.
Brindar a los menores una oportunidad de desarrollo que no esté limitada por su contexto Ofrecer un espacio sano y libre de violencia Promover la seguridad emocional necesaria para favorecer el desarrollo socio-emocional Fortalecer el vínculo materno-infantil ¿POR QUÉ Y PARA QUÉ?
Se pretende lograr en los y las menores: El desarrollo de un buen esquema corporal y motricidad. Buena integración sensioral. Seguiridad y confianza en si mismos Capacidad de exploración. Proceso sano de separación-individuación. Formación de una estructura psíquica sólida.
Una Bebeteca cambia la mirada hacia los menores que nacen y viven en prisión ofreciéndoles el derecho a jugar.
Estos espacios crean consciencia en las madres acerca de las necesidades y riesgos que viven sus hijos.