REALIDAD, LENGUAJE Y CONOCIMIENTO Irrealismo, ficcionismo y perspectivismo

LA REALIDAD ES PURO DEVENIR Nietzsche sostiene que el mundo es un puro devenir caótico, ininteligible y sin finalidad, en el que, como dijo Heráclito: "todo fluye, nada permanece". ¿Qué significa que la realidad es puro devenir? ¿Cómo sería un mundo devenidero? ¿Es acaso concebible? Mundo devenidero: mundo donde no hay ser detrás del hacer Un mundo donde no hay ser (estático) detrás del devenir, y así, no hay agente detrás de la acción, ni cosa detrás de las propiedades: habría acciones, pero detrás de estas acciones no habría nada más, no habría agente; e igualmente, habría propiedades, pero detrás de ellas no habría nada más, no habría un sustrato. El mundo sería propiedades en cambio, pura acción. Por ejemplo: solo habría correr, saltar, gritar,…, sin un niño como agente o sujeto detrás.

A Scanner Darkly (Una mirada a la oscuridad) Nietzsche concibe la realidad como un flujo perpetuo en el que nada hay que pueda ser considerado como ‘ser’ (estático), en el que nada conserva una identidad a través del tiempo; ni siquiera uno mismo. Nuestro cuerpo está en un constante devenir y cada año cambia el 98% de los átomos que lo constituyen. Si este cambio fuera más manifiesto, quizás dejaríamos de pensar que se trata de el mismo cuerpo.

¡Permanencia a través del tiempo ¡Pero nadie ve ese caos! ¡Yo veo orden! ¡Permanencia a través del tiempo y de los cambios!

CREEMOS QUE HAY SER DETRÁS DEL HACER Cuando vemos acciones, como correr, saltar, gritar,…, creemos que debe haber un agente o sujeto detrás de las mismas. Pero se trata de un error.

Es un error creer que: Hay un sustrato del cambio. Como Aristóteles, creemos que el cambio consiste en el paso de una propiedad a otra y que ese cambio es posible porque hay un sustrato que permanece, como se muestra en el siguiente esquema, pero es un error:

También es un error creer que: detrás de los pensamientos, vivencias, acciones, etc., hay un yo, un sujeto estable y perdurable

¡¿Por qué entonces, en lugar del caos, se me presenta la realidad con un orden?! ¡¿Por qué las cosas se me presentran como si permanecieran a través del tiempo y de los cambios, si no es así?!

LA REALIDAD ES REFLEJO DEL LENGUAJE Creemos que el lenguaje es reflejo de la realidad, pero esto es un error Ni el lenguaje ni el pensamiento pueden representar el continuo fluir de lo real. Al puro devenir no se puede llegar mediante el lenguaje ni mediante el pensamiento, porque estos emplean conceptos fijos; si no, intenta pensar en un mundo donde solo haya acciones, y no agentes; donde solo haya propiedades, y no sujeto…; o intenta hablar sin presuponer agentes ni cosas… La única manera de acercarse al devenir es mediante la música. Por el contrario, la realidad es reflejo del lenguaje La estructura del lenguaje, y concretamente la distinción Sujeto – Predicado, nos induce erroneamente a creer que la realidad tiene una estructura paralela, constituida por Agente – Acción, Cosa - Propiedad. Además, el lenguaje es el origen de las categorías de la razón: identidad, unidad, sustancia, permanencia,…; es el origen de nuestra creencia en el ficticio mundo de las esencias inmutables.

LENGUAJE Y REALIDAD: significados y esencias ¿Por qué tienen significado las palabras? RESPUESTA 1 (clásica, al menos desde Sócrates: Platón, Aristóteles, etc.): las palabras tienen un significado porque las cosas tienen una esencia. A una multiplicidad de cosas las llamamos por el mismo nombre, porque comparten una esencia común. Ejemplo: llamamos “seres humanos” a este, ese y aquel, porque tienen algo en común que les hace ser lo que son, diferenciándolos del resto (la esencia de ser humano); y lo mismo con lo justo, lo verdadero, lo bueno, lo bello, etc.

«los hombres creen en Dios porque creen en la gramática» Por eso, dice Nietzsche (en el texto a comentar): «los hombres creen en Dios porque creen en la gramática»

RESPUESTA 2 (de Nietzsche) = creemos que las cosas tienen una esencia porque tienen un significado convencional, convenido así para satisfacer algún interés. Tesis antiesencialista = no hay esencias (universales y necesarias), solo semejanzas (particulares y contimngentes). En los seres no hay una identidad común, sino a lo sumo una semejanza. Tesis = el lenguaje es, originalmente, metafórico y interesado. En un principio, el lenguaje era metafórico, en el sentido de que intentaba reflejar semejanzas: comenzamos a usar la misma palabra ('hombre', 'justicia', etc.) para referirnos a una multiplicidad de seres, no porque éstos tuvieran una esencia, sino porque se parecían en algo. Además, el lenguaje es interesado, en el sentido de que las clasificaciones que establece responden a nuestros intereses, y no a un orden dado (de esencias). Así, a cierto grupo de individuos se les llama hombres no porque compartan una esencia común, sino porque nos interesa.

ACLARACIÓN: «MUNDO DE LOCOS» En una de sus obras, el escritor argentino Jorge Luis Borges afirma haber encontrado una extraña enciclopedia china titulada Emporio celestial de conocimientos benévolos. Según se cuenta allí: ¿Deja esto claro que las clasificaciones responden a intereses, y no a un supuesto orden dado de cosas?

Tesis = hemos olvidado que el lenguaje es metafórico y interesado Tesis = hemos olvidado que el lenguaje es metafórico y interesado. A fuerza de usar el lenguaje, hemos llegado a creer que los significados son universales y necesarios, o sea, conceptos, y no meras metáforas. Por eso, dice Nietzsche (en el texto a comentar): «Los conceptos son metáforas petrificadas que hemos olvidado que lo son»

EL LENGUAJE FALSEA LA REALIDAD A COSTA DE PERMITIR LA SUPERVIVENCIA Para sobrevivir necesitamos que la realidad deje de ser puro caos cambiante y comience a ser inteligible (comprensible) y con sentido, adquiendo un orden, y esto solo lo conseguimos si proyectamos sobre ella la estructura lingüística Sujeto – Predicado, y las categorías del pensamiento asociadas a ella (identidad, causa, etc.).

¿Por qué el lenguaje falsea la realidad? El lenguaje falsea la realidad porque ofrece un orden ficticio, impone a la realidad un orden que ésta no tiene. Y ¿Por qué ofrece un orden ficticio? Por varias razones: (1) es arbitrario, (2) simplifica la realidad y (3) la antropomorfiza. [1] El lenguaje es arbitrario, caprichoso. Por ejemplo: a unas cosas las llamamos "mesas", a otras, "sillas", pero podríamos haber elegido otros nombres y otras clasificaciones. [2] El lenguaje simplifica la realidad, en el sentido de que unifica y congela un mundo que es diverso y está en perpetuo flujo; al generalizar, elimina la diferencia e iguala lo que es desigual. Por ejemplo: cuando digo que "yo" soy el mismo que hace unos años, simplifico. [3] Nuestro lenguaje es, en gran parte, antropomórfico, atribuye a las cosas propiedades humanas. Por ejemplo: hablamos de "plantas venenosas".

¿Por qué el ficticio orden del lenguaje es útil? Gracias a que el lenguaje impone un cierto orden, no nos perdamos en la diversidad y multiplicidad caótica del mundo, y podemos desenvolvernos en la práctica cotidiana, realizando las tareas más comunes. Así pues, el lenguaje es útil para vivir, en el sentido de que nos proporciona una ventaja adaptativa.