TEORÍA DE LA PRÁCTICA ARTÍSTICA UNIDAD IV ARTE Y CULTURA POPULAR EN AMÉRICA LATINA 2016

Dimensión estética y arte: En nuestra tradición cultural existe una esfera institucionalmente privilegiada como ámbito de la experiencia estética: el arte El arte aparece como el espacio exclusivo de interés de la Estética, entendida de manera reduccionista como “filosofía del arte” Esta valoración parte de un doble supuesto: 1. Se establece una relación de identidad entre la dimensión estética y el arte 2. Se da por supuesto que el arte es un fenómeno universal

Sin embargo, estos supuestos no son aceptables: 1. Desplegamos experiencias estéticas que están fuera del terreno del arte (involucran la dimensión estética, pero no caen en el dominio del arte) 2. Se eleva a pauta estética universal el conjunto de fenómenos de mayor significación estética de nuestra tradición de cultura, superponiéndose de forma etnocéntrica y anacrónica nuestros criterios estéticos a situaciones culturales e históricas antropológicamente muy diversas. Consideración evolutiva y “lineal” (línea de desarrollo desde el “arte primitivo” a nuestro presente) según los parámetros occidentales modernos

Pregunta: ¿pueden subsumirse dentro del término “arte” las manifestaciones estéticas de culturas diferentes a las nuestras?

Frente a la universalidad antropológica de la dimensión estética, el arte aparece como una forma específica de institucionalización de lo estético característica de nuestra tradición cultural (que además experimenta sucesivas transformaciones en el decurso histórico de dicha tradición) Dos grandes ciclos en la tradición cultural occidental: - el arte como producción de acuerdo con reglas (s. VI A de C / s. XVI) - el arte como producción de belleza (s. XVI / crisis a comienzos del s. XX)

>> Construcción del arte como institución social autónoma >> Doble proceso de espiritualización / mercantilización del arte Proceso de institucionalización del arte en la cultura occidental Proyecto moderno / colonial S. XVI - XVIII

Punto de partida teórico: el arte, tal como lo entendemos hoy, no constituye un “universal abstracto”, sino una construcción histórica cuya configuración como institución autónoma tiene su origen en el Renacimiento y su consolidación en el siglo XVIII En este período se construye una determinada concepción del arte y de la práctica artística que serán puestos en crisis desde mediados del siglo XIX, inaugurando una serie de desplazamientos que conducirán a una consideración de la experiencia artística como proceso

AUTONOMÍA DE LA INSTITUCIÓN ARTE Niveles de la TRAMA INSTITUCIONAL (s. XVIII) 1. Sistema de las bellas artes – la consideración del arte como “producción de belleza” y de las obras de arte como “soporte material de la belleza espiritual”, supone un corte entre éstas y la producción de manufacturas “no artísticas” (las artesanías o los simples artefactos), respecto de las cuales la obra artística (“obra maestra”) aparecerá como una producción ideológica y materialmente jerarquizada

AUTONOMÍA DE LA INSTITUCIÓN ARTE Niveles de la TRAMA INSTITUCIONAL (s. XVIII) 2. El artista como creador - su exclusividad en tanto que productor excepcional se justifica mediante las teorías del genio y la inspiración El público aparece confinado al rol de mero contemplador “reverencial” de la obra, el proceso de recepción se configura como experiencia “pseudo- religiosa”

AUTONOMÍA DE LA INSTITUCIÓN ARTE Niveles de la TRAMA INSTITUCIONAL (s. XVIII) 3. La crítica de arte como sistema valorativo y de jerarquización de las obras, tiene su desarrollo a partir de la apertura de los Salones de arte en el siglo XVIII y la aparición de un nuevo público, la burguesía El crítico de arte como formador del gusto burgués / Inversión de las tradicionales relaciones entre artista y cliente Roles del artista y el crítico fundados en la escisión moderna entre teoría / práctica

ARTE (Bellas Artes) ARTESANÍAS ARTISTA (creador) CRÍTICA DE ARTE PÚBLICO (contemplador)

Deconstruir críticamente el proceso de construcción histórica de la categoría de arte (así como de las nociones de artista, obra de arte y público), desmontando las relaciones de poder que sustentan la configuración y continuidad, en nuestra tradición cultural, de una determinada concepción del arte (que, en tanto aparece naturalizada, se afirma sobre el borramiento de su condición construida, “situada”) y proponer una conceptualización de la experiencia artística en diálogo con su desarrollo en nuestro presente

PROCESO DE INSTITUCIONALIZACIÓN DEL ARTE Siglos XVI a XVIII - Proyecto moderno/colonial >> Autonomía del arte: configuración autónoma del arte respecto de otros ámbitos de la producción cultural >> El artista como subjetividad privilegiada >> La modernidad occidental sanciona un determinado canon de lo artístico considerado como patrón universal, respecto del cual se ordenan y clasifican las producciones estéticas de las culturas no occidentales >> Los procesos artísticos son explicados como parte de un despliegue unitario, donde obras y movimientos son explicados desde la evolución de los estilos formales

ESCENARIOS DE TENSIÓN >> ARTE POPULAR E INDÍGENA: - Divisiones de la modernidad: Arte / Arte popular, Arte / Artesanías, Forma / Función, Original / Múltiple, Modernidad y vanguardia / Tradición, Capacidad intelectual de abstracción y análisis / Experiencia - La noción de autonomía de la forma (autonomía de la obra) no es pertinente para abordar estas producciones - Las tradicionales condiciones de producción, circulación y recepción de lo artístico no pueden explicar la complejidad de estas prácticas

ESCENARIOS DE TENSIÓN >> SANCIÓN INSTITUCIONAL DEL ARTE LATINOAMERICANO: - Divisiones geopolíticas y simbólicas heredadas de la modernidad colonial: Centro / Periferia, Norte / Sur, Primer Mundo / Tercer Mundo - Los procesos artísticos en América Latina fueron interpretados a partir de las categorías y parámetros construidos en la legitimación del arte de los países centrales. El arte latinoamericano como práctica derivativa o reverso tardío de los estilos y tendencias de la escena internacional - Reducción de la complejidad del arte en América Latina a una alteridad identitaria estable - Deconstrucción de las articulaciones esencialistas del arte latinoamericano. Arte desde América Latina: locus de enunciación crítico. El Sur como localidad crítica y no como identidad estable