Vitaminas: liposolubles (se disuelven en grasa) D, E, K, A

Los albaricoques son una de las frutas más ricas en vitamina A El tomate aporta bastante vitamina A, y a la vez, también es un antibiótico natural

En los vegetales coloreados (zanahoria, tomate, espinaca, perejil, mango, caquis etc.) se encuentra en forma de provitamina, conocida como beta-caroteno, que nuestro organismo transforma en vitamina A.

La vitamina A mantiene las células que recubren la piel, los ojos, la boca y los órganos internos. La vitamina A evita la formación de tumores cancerosos en los órganos de nuestro cuerpo, debido a su poderosa acción antioxidante.

Cuando falta la vitamina A la piel, y especialmente la conjuntiva que recubre al ojo, se resecan y debilitan. Cuando este déficit es grave llega a producirse la ceguera. (Según la OMS, la vitamina A es de la que más se carece en determinadas regiones del mundo. Entre los niños del tercer mundo todavía se dan numerosos casos de ceguera por falta de vitamina A.)

Se ha comprobado que los fumadores que toman muchas hortalizas, especialmente (zanahorias) padecen menos cáncer de pulmón que los fumadores que consumen pocas.

La vitamina D se presenta bajo dos formas distintas: -L-La vitamina D (colecalciferol), que se produce de forma natural en el hombre y en los animales, especialmente en los peces, y se almacena en el hígado bajo la influencia de la radiación solar, se sintetiza en la capa basal de la piel, a partir de un derivado del colesterol. -L-La vitamina D (ergocalciferol) que se obtiene artificialmente en el laboratorio, y que se emplea para enriquecer los alimentos en vitamina D, y en los preparados farmacéuticos.

La mayor parte de la vitamina D que circula por nuestra sangre procede la que sintetiza nuestra propia piel. De hecho, si se toma el sol, aun en pequeñas cantidades no hace falta ningún aporte alimentario. Con un baño de sol de un minuto diario (desnudo) o paseando una hora al aire libre (vestido), es suficiente para que la piel sintetice la dosis diaria de vitamina D. Es decir el sol se transforma nuestro colesterol “malo” en vitamina D. De hecho la vitamina D es una ayuda vital, para que nuestro organismo se absorba el calcio, porque sin la presencia de la vitamina D no absorbemos ni un gramo de calcio. Vitamina D se encuentra en:

Aguacate, plátano, germen de trigo…

La vitamina E nos protege el sistema nervioso, hipófisis, glándula, hormonas del organismo, del envejecimiento, del cáncer… La fuente más importan- te de la vitamina E es: el trigo y sus derivados integrales, también se encuentra vitamina E en:

Aceite de girasol, Almendras, Soja, Aceite de oliva, nueces, Frambuesas, Pimientos, Aguacate, Espinacas, Melocotones…

La vitamina K, es una vitamina liposoluble, que actúa en el hígado induciendo la síntesis de las proteínas necesarias para la coagulación de la sangre. Las bacterias intestinales la producen ¡CUIDADO: los antibióticos las destruyen! Se encuentra en:

Las hortalizas son una buena fuente de vitamina K, especialmente el col que aporta ácido fólico también.