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Las cartas llamadas “católicas”

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Presentación del tema: "Las cartas llamadas “católicas”"— Transcripción de la presentación:

1 Las cartas llamadas “católicas”
Lic. Claudia Mendoza /// 2011

2 Además de la colección de cartas
“paulinas”, en el canon del Nuevo Testamento se encuentra un segundo ¿grupo? ¿de cartas?, designadas por el nombre de sus (supuestos) autores: Santiago, Pedro, Juan y Judas

3 No aparecieron simultáneamente
–como las del “corpus paulinum”– sino que cada una tuvo su propio itinerario hasta llegar a ser incluida en el canon

4 Por lo que sabemos, parece que el
primero en mencionar las siete cartas y llamarlas “católicas” fue Eusebio de Cesarea Los orígenes y las razones de esta apelación no son muy claros antes de Eusebio de Cesarea: al principio parece que se designaba así a escritos en su mayoría no canónicos. Hay una mención antiquísima en el canon de Muratori (líneas 68-69) pero el pasaje es un tanto oscuro: "Entre los escritos católicos se cuentan una Epístola de Judas y dos del mencionado Juan y la Sabiduría, escrita por amigos de Salomón en honor del mismo. Apocalipsis solo recibimos el de Juan y el de Pedro, aunque este último algunos de los nuestros no quieren que sea leído en la iglesia“ Hay que aguardar hasta Orígenes y Dionisio de Alejandría para encontrar el primer testimonio de una tal designación aplicada a las primeras cartas de Pedro y de Juan y a la de Judas (cf. PG 20, ).

5 Al referir los datos que posee acerca de Santiago el hermano de Jesús,
finaliza diciendo…

6 II 23 24 “Todo esto es lo que se cuenta
acerca de Jacobo, de quien se dice ser la primera de las epístolas llamadas católicas. II Sin embargo, hay que tener en cuenta que se la considera como no auténtica, porque, entre los antiguos, no hubo muchos que la mencionaran…

7 [II 23 25] ni esta carta ni la llamada
carta de Judas, la cual se encuentra también entre las cartas que reciben el nombre de católicas. Sin embargo sabemos que estas dos cartas se leen públicamente en las Iglesias lo mismo que las otras”

8 Hacia el año 360, el canon 59 del Concilio de Laodicea…
Imagen tomada de:

9 (“epistolai katholikai”)
… enumera estas cartas, agrupándolas a todas bajo el título común de e)pistolai\ kaqolikai (“epistolai katholikai”) Imagen tomada de:

10 El nombre de “católicas” parece significar aquí
el carácter relativamente “universal”, “general” del contenido de las mismas No parece que el título de católicas haya sido sinónimo de “canónicas”, ya que en tiempos de Eusebio, cuando se impuso la designación, se discutía precisamente la canonicidad de cinco de esos textos. Eusebio clasificaba a Santiago, 2 Pedro , 2 y 3 de Juan y Judas entre los “antilegómenos”, es decir, entre los libros discutidos: "...de los libros discutidos, en cambio, y que, sin embargo son conocidos de la gran mayoría, tenemos la Carta llamada de Santiago, la de Judas y la 2 de Pedro así como las que se dicen ser II y III de Juan, ya sean del evangelista, ya de otro del mismo nombre" (HE III 25, 3). En el siglo VI acabaron por ser universalmente admitidas como “Escrituras”. Trento define en el siglo XVI su canonicidad.

11 Es decir, el hecho de no tener
como destinatarios a una comunidad determinada, específica, sino a un grupo genérico, indeterminado de cristianos

12 Pero en realidad, si se entiende
la denominación de “católicas” de esta manera, sólo le cabría esta designación a Santiago, Judas y 2 Pedro –ya que sus presuntos destinatarios son claramente colectivos–

13 …ya que 1 Pedro, 2 y 3 Juan tienen indicaciones de destinatarios bastante determinadas

14 a causa de una problemática muy concreta de su comunidad
Y 1 Juan, aunque no tiene destinatario alguno, muestra estar escrita a causa de una problemática muy concreta de su comunidad Imagen tomada de: De la página:

15 En una primera impresión parecen estar doctrinalmente enfrentadas
al “corpus paulinum”

16 en la que ciertas formas de “paulinismo”
O al menos, proceder de una atmósfera en la que ciertas formas de “paulinismo” estarían generando inconvenientes pastorales y/o doctrinales

17 De hecho están atribuidas a “los notables” de la Iglesia de Jerusalén,
mencionados en Gálatas 2,9 a propósito del primer gran conflicto con Pablo y su entorno

18 Gálatas 2,9 “...y reconociendo la gracia que me había sido concedida, Santiago, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos tendieron la mano en señal de comunión a mí y a Bernabé: nosotros nos iríamos a los gentiles y ellos a los circuncisos...”

19 ¿Se estarían enfrentando a un “paulinismo” degenerado o mal entendido…
¿Por qué razón? ¿Se estarían enfrentando a un “paulinismo” degenerado o mal entendido… –marcado por un fuerte “antinomismo”– Imagen tomada de:

20 … que podía llevar a la conclusión
de que hay que desentenderse del “mundo”, que no son salvíficamente relevantes las “buenas obras”?

21 Si bien en Pablo no hay divorcio
entre fe y vida, no hay disociación entre el don del evangelio y sus exigencias, está atestiguado que no han faltado quiénes interpretaron así su enseñanza…

22 … sobre todo cuando el “corpus paulinum” ya estaba configurado
y se comenzaba a difundir –haciéndose accesible a muchos– y a citar como “Escritura” –así claramente lo atestigua 2 Pedro– Imagen tomada de:

23 Con ello comenzaban también
las distorsiones, las interpretaciones erradas y parciales de la enseñanza paulina Ver 2 Pedro 3,15-16

24 3,15 La paciencia de nuestro Señor juzgadla como
2 Pedro 3,15-16 3,15 La paciencia de nuestro Señor juzgadla como salvación, como os lo escribió también Pablo, nuestro querido hermano, según la sabiduría que le fue otorgada. 3,16 Lo escribe también en todas las cartas cuando habla en ellas de esto. Aunque hay en ellas cosas difíciles de entender, que los ignorantes y los débiles interpretan torcidamente –como también las demás Escrituras– para su propia perdición.

25 Además, en el siglo II comienza a sentirse con gran poder
la influencia del gnosticismo, con su rechazo de lo temporal, a desentenderse de esta vida

26 Quienes reducen la fe a una gnosis,
a una “ciencia” que hay que conocer y no a una forma de vivir, pueden fácilmente tergiversar la enseñanza paulina sobre la fe

27 El lugar que ocupan en el canon
y en los manuscritos es diferente en oriente y occidente

28 Mientras que en Oriente las cartas católicas figuraban preferentemente
antes que las de Pablo, a continuación de Hechos…

29 los primeros apóstoles y miembros de la comunidad primitiva?–
–¿como el testimonio de los que fueron los primeros apóstoles y miembros de la comunidad primitiva?–

30 …la Iglesia latina –la Vulgata– coloca las cartas “católicas” al final del canon, inmediatamente antes del Apocalipsis

31 Tampoco ha sido siempre
la misma disposición de las diferentes epístolas dentro del “grupo”

32 El orden actual de la Vulgata
–Santiago, Pedro, Juan, Judas– viene de la costumbre del siglo IV de las iglesias de Oriente

33 Pero en tiempos más antiguos,
las iglesias de Oriente ordenaban estos textos más bien por el orden de precedencia de los autores: Pedro, Juan, Santiago y Judas

34 La Carta de Santiago

35 Se trata de una obra muy particular
porque prácticamente se compone con exclusividad de exhortaciones religiosas y morales –¡hay 119 imperativos en el texto!– más o menos enlazadas entre sí…

36 …sin desarrollar argumentos –al menos aparentemente–
y sin que haya un movimiento de ideas que se vayan desenvolviendo ordenadamente Tal es así que Martin Dibelius se refirió a esta obra como "un texto parenético sin orden y privado de un mensaje teológico original y estimulante".

37 Esquema de presentación
Remitente y (presuntos) destinatarios ¿Qué Santiago? ¿Es pseudoepigráfica? ¿Un escrito cristiano? Forma literaria y características estilísticas Temas principales: Fe-obras // Pobres-Ricos Fecha y lugar de composición Conocimiento y difusión

38 ¿Un escrito cristiano?

39 Llama la atención que el nombre de Jesús sólo aparece en 1,1 y en 2,1 y, si se pasa por alto esta referencia, el texto no se modifica substancialmente

40 Es decir que estamos frente a una exhortación moral
no necesariamente cristiana Perfectamente se podría leer aún hoy en cualquier Sinagoga

41 No dice una sola palabra de la muerte y resurrección de Cristo

42 Como “modelo de paciencia”
menciona a los profetas que hablaron en el nombre del Señor y sobre todo ¡a Job! nunca a Jesús

43 u`po,deigma la,bete( avdelfoi,( th/j kakopaqi,aj
kai. th/j makroqumi,aj tou.j profh,taj oi] evla,lhsan evn tw/| ovno,mati kuri,ou 5,10 Como modelo tomad, hermanos, de sufrimiento y de paciencia a los profetas que hablaron en el nombre del Señor

44 ivdou. makari,zomen tou.j u`pomei,nantaj\ th.n u`pomonh.n VIw.b
hvkou,sate kai. to. te,loj kuri,ou ei;dete( o[ti polu,splagcno,j evstin o` ku,rioj kai. oivkti,rmwnÅ 5,11 Mirad cómo proclamamos felices a los que perseveraron. De la paciencia de Job habéis oído y el final del Señor sabéis; porque compasivo es el Señor y misericordioso.

45 En la “parénesis” sólo pone ejemplos del Antiguo Testamento
Por ejemplo, ver Santiago 2,8-11 Si cumplís plenamente la Ley regia según la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, obráis bien; 9 pero si tenéis acepción de personas, cometéis pecado y quedáis convictos de transgresión por la Ley. 10 Porque quien observa toda la Ley, pero falta en un solo precepto, se hace reo de todos. 11 Pues el que dijo: No adulteres, dijo también: No mates. Si no adulteras, pero matas, eres transgresor de la Ley. En la “parénesis” sólo pone ejemplos del Antiguo Testamento

46 En este sentido y a primera vista Santiago produce la impresión
de ser un escrito judío De hecho, algunos investigadores han sugerido que estamos frente a un texto judío refundido luego ligeramente por algún cristiano. Tal es así que incluso Arnold Meyer (Das Rätsel des Jakobusbriefes, 1930) intentó solucionar los “enigmas” de Santiago dándole un giro muy original e ingenioso a la hipótesis del escrito básico judío y la reelaboración cristiana. Según este autor el substrato fundamental de Santiago lo constituye un texto pseudoepigráfico judeo-helenístico en el que el patriarca Jacob se dirige a las 12 tribus, y va enhebrando sus exhortaciones por medio de la interpretación alegórica de los nombres de Jacob y Rebeca, Lía y Raquel, y de los doce hijos de Jacob. La hipótesis se ha rechazado unánimemente, no sólo por falta de pruebas sino por ser inverosímil. Imagen tomada de:

47 Pero cabe reconocer que hay expresiones
que no pueden ser de origen judío: Santiago 1,18, una frase extraña, pero que los investigadores entienden que hace referencia al bautismo, aunque con una terminología inusual

48 boulhqei.j avpeku,hsen h`ma/j lo,gw| avlhqei,aj
eivj to. ei=nai h`ma/j avparch,n tina tw/n auvtou/ ktisma,twn 1,18 Nos engendró por su propia voluntad, con Palabra de verdad, para ser nosotros alguna primicia de sus criaturas

49 Y, sobre todo, el así llamado
pasaje “antipaulino” (Santiago 2,14-26) sobre la fe y las obras difícilmente puede concebirse antes de Pablo

50 el cristianismo de Santiago entonces?
¿En qué consiste el cristianismo de Santiago entonces? Si bien se ha intentado mostrar la cercanía del texto con buena parte de la tradición cristiana, sin embargo, tal como se señaló, todos los textos enumerados pueden perfectamente estar en boca de un creyente judío. Nunca se hacen referencias significativas a la persona de Jesús

51 Santiago entiende el cristianismo
Ortopraxis Santiago entiende el cristianismo ante todo como un “obrar”, un “obrar” de acuerdo a las exigencias de la fe. El mero “saber” no define la auténtica verdad de la fe. La fe verdadera consiste siempre en un “hacer” cristiano Esta manera de entender la fe corresponde a la enseñanza de Mt 7,24-27 y Lc 6,47-49 acerca del hombre que escucha el mensaje y lo pone o no en práctica: no es suficiente reconocer a Jesús como Señor si luego no se hace lo que él dice (Lc 6,46; cf. Mt 7,21); ver también Mt 7,16-19 y Lc 6,43-45 –“el árbol se reconoce por sus frutos”– o Mt 21,28-31 –“los hijos enviados por el padre a trabajar en su viña”–. Estos textos reflejan claramente la intención del mensaje de Jesús, su llamado a la conversión. La constitución del “Israel de Dios” exige una respuesta concreta desde la vida misma y no una aceptación sólo conceptual. El EvMt es el escrito neotestamentario que recibe y transmite con más vigor esta idea (cf. Mt 28,20: la enseñanza de Jesús se transmite no para que se convierta en un objeto de conocimiento sino para que sea practicada). La “carta de Santiago” se ordena en la misma línea (H. Lona, ,”El cristianismo de la carta de Santiago“, en: Id., Las Cartas Apostólicas, 31).

52 La ley de Dios Si Dios ha revelado en la ley su voluntad salvífica, el hombre debe encontrar en ella el camino de la vida. En la obediencia a la ley de Dios el hombre realiza su libertad: al liberarse de todas las trampas de un proyecto de vida configurado a partir de los propios deseos. La verdadera libertad tiene carácter obediencial. Jesús, en el EvMt, asegura solemnemente que él no ha venido a abolir ni la ley ni los profetas (Mt 5,17), aunque luego, a lo largo de todo el comienzo del así llamado “sermón del monte” opondrá su interpretación a lo dicho por los antiguos (“...pero yo les digo... “ en Mt 5,21s; 5,27s, etc.). Es que para Mateo, la ley es expresión de la voluntad de Dios. Si bien es cierto que hay una expresión escrita de la voluntad de Dios en la “ley” –y con ello, una forma de interpretarla– lo decisivo es siempre la orientación hacia la voluntad de Dios. Jesús no viene a defender la observancia esclavizante de la ley ni a alinearse en una tradición interpretativa determinada por las costumbres sino que viene a proclamar, con todo el peso de su autoridad, la voluntad de Dios, más allá de todas las interpretaciones “judías”. En Santiago, este trasfondo cristológico no está explícito, pero en lo que se refiere a la función y a la importancia de la ley, coincide plenamente con Mateo (H. Lona, ,”El cristianismo de la carta de Santiago“, en: Id., Las Cartas Apostólicas, 32).

53 Tal es así que el autor habla de la “ley de la libertad”
1,25 En cambio el que considera atentamente la Ley perfecta de la libertad y se mantiene firme, no como oyente olvidadizo sino como cumplidor de ella, ése, practicándola, será feliz. 2,12 Hablad y obrad tal como corresponde a los que han de ser juzgados por la Ley de la libertad. Tal es así que el autor habla de la “ley de la libertad”

54 La misericordia La misericordia no es un mero
sentimiento sino la actitud que descubre la indigencia del necesitado y hace algo para remediarla No actuar significa “obrar sin misericordia”. [1] Mt 25,31-46 con su larga descripción del “juicio” frente al “Hijo del hombre” contiene el mismo mensaje: lo que se hace o se deja de hacer ahora al necesitado decide la sentencia la final de los tiempos (H. Lona,”El cristianismo de la carta de Santiago“, en: Id., Las Cartas Apostólicas, 32).

55 Una fe que no lleve a obrar
con misericordia sería vacía (Santiago 2,17) y en absoluto “salvífica” (Santiago 2,13)

56 Dada la magnitud de la tradición
cristiana presente en el texto, podría suponerse que el autor supone en sus lectores el conocimiento de esta tradición y por eso no explicita su origen cristológico

57 La Primera Carta de Pedro

58 La 1 Carta Pedro se encuentra
en la encrucijada de tradiciones múltiples (catequéticas, litúrgicas)

59 Pero su autor es un escritor independiente, capaz de reelaborarlas e integrarlas en su propia concepción

60 Tras el saludo inicial…
(1 Pedro 1,1-2)

61

62 En el cuerpo de la carta se pueden distinguir las siguientes unidades temáticas…

63 1 Pedro 1,3-12 Oración de alabanza y acción de gracias a Dios por el don de salvación anunciado por los profetas y realizado en Cristo

64 1 Pedro 1,13-2,10 Exhortación a responder al don de salvación recibido en forma conveniente

65 Esta esperanza de una salvación cierta
otorgada en la resurrección de Jesús tiene consecuencias para la vida humana, implica una respuesta

66 Pero la respuesta no está presentada
simplemente como “exigencia a cumplir” sino también como reconocimiento del don de salvación…

67 …en el marco del propio pasado,
caracterizado por la ignorancia y la realidad de una “vida vacía”…

68 A ser santos como Dios es santo… …por haber sido rescatados de una
…y que convoca: A ser santos como Dios es santo… …por haber sido rescatados de una vida vacía por la sangre de Cristo, el cordero sin mancha (1,13-21)

69 A la fraternidad y al amor mutuo…
…por haber renacido por la fuerza de la Palabra de Dios (1,22-25)

70 A beber, como recién nacidos,
de la leche espiritual para crecer sanos (2,1) y a edificar, como piedras vivas, un templo santo…

71 ….en el que ellos mismo son pueblo y sacerdotes… …por haber sido llamados para esto por Dios (2,2-10)

72 1 Pedro 2,11-4,19 La situación de los creyentes en un mundo hostil

73 Esta sección comienza y termina
dirigiéndose a todos los destinatarios del escrito En medio hay recomendaciones específicas a grupos determinados

74 Estas recomendaciones específicas
quedan así como envueltas en un discurso que pretende alcanzar a todos los creyentes

75 Indicamos las líneas temáticas
más relevantes…

76 El cristiano en el mundo y el
sometimiento a las autoridades (2,11-17) Los esclavos (2,18-25) Las mujeres (3,1-6) Los varones (3,7) Los sufrimientos y las injusticias en el mundo; los sufrimientos de Cristo (3,8-4,19)

77 Exhortación final del “presbítero” …a los presbíteros …a los jóvenes
1 Pedro 5,1-11 Exhortación final del “presbítero” …a los presbíteros …a los jóvenes …a toda la comunidad A lo largo del texto, el autor utiliza casi siempre la segunda del plural en las exhortaciones (1, ; 2,2.13, etc). Esta “distancia verbal” respecto a los destinatarios expresa una gran conciencia de autoridad. Aquí se considera un “presbítero” de igual rango que los demás. Esto presupone una estructura “presbiteral”, es decir, una forma de conducción de la comunidad en la que no hay una figura que por el cargo mismo esté al frente. Entre el grupo de dirigentes se destaca uno que actúa como representante o como instancia que decide en casos controvertidos (H. Lona, “Elementos retóricos”, en: Id., Las Cartas Apostólicas, 46).

78 Esquema de presentación
Finalidad principal del escrito Cristología de la pasión Exhortación al compromiso cristiano en medio del sufrimiento “injusto” “Honren al emperador” Remitente y (presuntos) destinatarios ¿Es pseudoepigráfica? ¿Un texto paulino? Fecha y lugar de composición

79 Finalidad principal del escrito ...el sufrimiento tiene sentido
y la esperanza es posible... Este es el tema central de la carta: la situación de los cristianos en medio de una sociedad hostil, en donde deben dar prueba de la solidez de su fe

80 1 Pedro quiere mostrar como es posible
la profesión de fe cristiana en las difíciles condiciones de discriminación y persecución por la fe que le tocan vivir en el mundo en el que habita


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