PRECONAJUM 20 07 LAS LUCES Y LAS SOMBRAS DE ESTA NUEVA ÉPOCA.

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1 PRECONAJUM 20 07 LAS LUCES Y LAS SOMBRAS DE ESTA NUEVA ÉPOCA

2 Comprender que vivimos en un cambio de época en la que se dan situaciones negativas que afligen a nuestros pueblos de América Latina y el Caribe y darnos cuenta de que: La Iglesia debe ser fiel a su misión de ser portadora de la Buena Noticia para transformar esta realidad. Objetivo:

3 VIVIMOS EN MEDIO DE LOS DOLORES DE PARTO DE UNA NUEVA ÉPOCA El mundo entero y por supuesto América latina y el Caribe se ve sacudido por una ola que trae con fuerza c cc cambios culturales, éticos y r rr religiosos que marcan con dolores de parto e ee el fin de una época y e ee el inicio de una nueva.

4 Rememos mar adentro y lancemos las redes en el nombre del Señor Jesús, confiando en su Palabra, como discípulos y misioneros suyos. Naveguemos con simpatía crítica en esta época que el Señor nos ha regalado y de la cual Él sigue siendo Señor de la Historia.

5 La relación del ser humano consigo mismo, con la familia, con el mismo Dios y con la naturaleza, está cambiando profundamente: El ser humano está investigando como nunca antes el universo: el sistema solar y las galaxias. Muchos hombres de ciencia se preguntan por su origen, que no creen casual y por su posible Creador.

6 Ha cambiado la relación con la naturaleza. Nunca antes tuvimos tal conciencia de la interdependencia de los seres creados entre sí, ni de la necesidad de observar las leyes del cosmos, por el bien de todos. El medio ambiente = la “casa de todos” que debemos respetar. Hay más conciencia de la amenaza que proviene de la contaminación de la atmósfera y del agua, como también de la necesidad de integrarnos en la armonía y de salvar la biodiversidad.

7 Relacionamos la salud física, psicológica y espiritual del ser humano y de la sociedad con el entorno físico, sociocultural y espiritual. Promoción de una auténtica “ecología humana”, necesaria sobre todo, en la familia; pues la familia sufre hoy los embates más fuertes de la historia, no se le reconoce su imprescindible valor para los individuos y para la sociedad.

8 El matrimonio, es muchas veces violentado por quienes lo abren a uniones pasajeras, lo separan de la procreación y lo aceptan para parejas del mismo sexo. ¿Son estos los signos de una nueva época o más bien de la decadencia de la época que concluye? El significado del amor y la sexualidad están sufriendo grandes cambios. A la sexualidad se la desliga de todo compromiso con el amor, el matrimonio y la procreación.

9 Hay grandes avances en el reconocimiento de su dignidad y derechos, sin embargo, al mismo tiempo que ella despliega el don más valioso que ha recibido, su maternidad, y la proyecta en forma espiritual para proteger y cuidar la vida. Atentan contra su misión en el mundo y en la familia los intentos por conducirla al menosprecio de dicho don, a la mera competencia con el varón, a la disolución rápida del matrimonio y a la esterilización, como grandes logros de “género”. Todo ello va contra el aporte insustituible que la mujer hace a la sociedad y debilita la cultura de humanidad que depende vitalmente de ella. Respecto de la mujer:

10 Crece cada vez más el número de empresas cuyo objetivo es el enriquecimiento, la eficacia y la ganancia a cualquier precio, donde los hombres, que constituyen el patrimonio más valioso, son humillados y ofendidos en su dignidad. Crecen también las desigualdades entre los que poseen el capital y los más pobres, sobre todo en educación, habilidades técnicas y conocimientos. Vamos hacia un mundo de desiguales precisamente porque no prima el valor de la persona sino el de las ventajas económicas Con la política neoliberal

11 Desaparecen las raíces que cada uno tiene en personas, en convicciones, en lugares queridos, en tradiciones, en costumbres de su pueblo o de su patria. A esto sigue un sentimiento de inseguridad y de desconcierto. El proceso de cambio, acelerado por la globalización, unido al relativismo provoca un profundo desarraigo.

12 En medio de tantas propuestas, ante nosotros emerge con fuerza la revelación de Jesucristo, “centro del cosmos y de la historia” (Jn 1, 1). En su infinita bondad Dios ha enviado a su Hijo a hablarnos, a salvarnos del pecado y a abrirnos la puerta de la felicidad. Por eso nos urge anunciar el Evangelio, nos urge demostrar, de la mejor manera, la riqueza mística del Cristianismo, que abarca la relación con toda la Creación y con Aquel que es el origen de todo bien, ya que la razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a “la comunión con Dios” (G.S.19).

13 LA GLOBALIZACIÓN, UN DESAFIO PARA LA IGLESIA La globalización… propicia una acelerada integración entre los pueblos y los países del mundo, incidiendo en el campo de la economía y las comunicaciones. Esto ocasiona cambios que afectan a todos y llegan hasta el interior de las personas. “La Iglesia, aunque reconoce los valores positivos que la globalización comporta, mira con inquietud los aspectos negativos derivados de ella. Nuestro deber consiste en humanizar la globalización y globalizar la solidaridad” (Ec. in Am. 55).

14 Esto ocurre en América Latina, donde el mercado laboral está subvaluado y donde existe una amenazante degradación ambiental; en un continente que continúa siendo una de las regiones menos equitativas del mundo: la brecha entre ricos y pobres se amplía cada vez más. La globalización económica genera riquezas gracias a la intercomunicación mundial.

15 Las desigualdades fruto de la inadecuada distribución de la educación y de la riqueza, hieren severamente el tejido social. En América Latina se mantiene una grave injusticia social, que frena el posible desarrollo de millones de habitantes. Y, para escándalo de muchos todo ello sucede en un continente de bautizados, en su mayoría ¿Por qué la verdad de nuestra fe no ha tenido la debida incidencia social?

16 La globalización de los antivalores tiende a alterar la identidad cultural de casi todos los pueblos. Mientras promueve el culto al propio yo, al dinero y al placer, atenta contra la solidaridad de los marginados, contra el respeto sagrado a la vida desde su concepción hasta su ocaso, contra el matrimonio y la familia y contra la auténtica libertad, cuya vocación final es aliarse con la verdad, la belleza y el bien.

17 En esta era de la globalización es creciente la movilidad humana, tanto interna, como internacional con los consiguientes problemas que se originan debido a sus causas: (pobreza, desempleo, bajos salarios) y efectos (desintegración familiar, desarraigo cultural, etc).

18 LAS ESPERANZAS Y TRISTEZAS DE NUESTROS PUEBLOS NOS INTERPELAN El fenómeno de la globalización y el avance de las comunicaciones han ocasionado que en los países más débiles, la fuerte y a veces invasora influencia del mundo desarrollado, esté produciendo una ruptura creciente con su patrimonio cultural, sus valores tradicionales y su estilo de vida.

19 La opción preferencial por los pobres aún no da frutos que permitan mirar al futuro como un tiempo de igualdad, fraternidad y de paz. Admirable resulta, sin embargo, la persistencia de grandes valores entre los pobres, como es la solidaridad, la hospitalidad, el sentido religioso y los mejores esfuerzos por salir adelante.

20 Las nuevas reformas educacionales, conciben la educación en función de la producción, la competitividad y el mercado. VACÍOS EN LOS JÓVENES Con frecuencia propician los valores contrarios a la familia, a la vida y a una sana sexualidad. De esta forma no despliegan los mejores valores de los jóvenes, ni su espíritu religioso, tampoco les enseñan los caminos para superarse, evitar la violencia y encaminarse a la felicidad. Como consecuencia crece el número de adolescentes embarazadas, el consumo de la droga y del alcohol, la violencia intrafamiliar, escolar y callejera.

21 POLÍTICA Después de los gobiernos dictatoriales que han terminado, la mayoría de los países están en transición. Por un lado se aprecia la democracia formal y lo que conlleva: libertad de expresión, transparencia en las elecciones, y por otro se ve la deficiente penetración de la democracia como cultura de participación y solidaridad en nuestras sociedades e instituciones. Se constata una gran indolencia en reaccionar y un profundo desinterés entre los jóvenes por asumir responsabilidades políticas y prepararse para ellas.

22 No interesa los programas, ni los discursos sino la persona y las obras que realiza. No prima la concepción cristiana de la autoridad como servicio al pueblo. Se palpa una decadencia en los partidos políticos. En medio de esta crisis la confianza se desplaza de los partidos a las personas.

23 Se constata una inoperancia ante el aumento de la violencia y el narcotráfico. La corrupción de los gobernantes y de la burocracia se acrecentó de manera alarmante, favoreciendo la impunidad y el enriquecimiento ilícito. Su consecuencia recae sobre los más pobres y desvalidos.

24 En este terreno es insustituible el aporte de la Doctrina Social de la Iglesia, para la formación integral de los fieles laicos y a la toma de conciencia para actuar en las estructuras sociales, políticas y económicas con responsabilidad, buscando el bien común.

25 CREENCIA E INCREENCIA: FE, AGNOSTICISMO Y BÚSQUEDA DE DIOS En las últimas décadas, se observa en nuestro continente una disminución de la fe y un debilitamiento del compromiso de muchos creyentes con la Iglesia. Se extiende una mentalidad que en la práctica prescinde de Dios, dando paso a un indiferentismo religioso y a un agnosticismo práctico e intelectual. Se abre camino el materialismo, hedonismo, relativismo y pragmatismo.

26 Emerge con fuerza un laicismo militante, que niega a los creyentes la posibilidad de manifestar públicamente su fe y actuar de acuerdo a ella. A nombre de los derechos humanos de minorías se limita la libertad de conciencia de las mayorías. En lugar del Dios verdadero aparecen ídolos “con pies de barro” tales como: el dinero, el poder, el prestigio, la moda, el sexo…

27 En este ambiente relativista y laicista se extiende una agresividad nueva, abierta o encubierta contra la Iglesia. Es parte de la liberación de las costumbres y de las leyes. Se quiere acallar o destruir la autoridad moral de la Iglesia. Este trabajo lo facilitan los escándalos que llegan a través de los medios de comunicación, de graves trasgresiones a la ley moral por parte de algunos miembros de la Iglesia.

28 El fracaso de la cultura moderna, de brindar sentido trascendente a la existencia humana, la dificultad pastoral para sostener la identidad católica de todos los bautizados, la aparición de numerables sectas, ha dado lugar a un movido mercado de alterativas religiosas. Este se caracteriza, a veces, por un proselitismo agresivo contra la Iglesia católica. De igual manera crece el sincretismo religioso y moral en el ambiente de la “ ““ “New Age”. Incontables bautizados, que no participan en la vida de la Iglesia está en riesgo de perder su identidad católica.

29 LA PRESENCIA DE LA IGLESIA La Iglesia en América Latina y el Caribe ha realizado, desde sus inicios un amplio camino de Evangelización. Constatamos un cambio de época y nuevos desafíos que nos plantea el tiempo presente: hambre de Dios, de comunión, de humanidad, de felicidad, de paz… Ante esta realidad nos cuesta presentar a Jesús y a su Evangelio como una propuesta de vida y esperanza. La pastoral organizada desde parroquias, CEBS y otras formas de organización eclesial, no siempre responde a los desafíos del hombre actual.

30 Se suman a estos esfuerzos de evangelización los miembros de los Institutos Religiosos, con su colaboración, en el campo de la educación y de la cultura, y también en la pastoral. En el campo social se ha destacado la promoción y defensa de los derechos humanos, la mediación de la Iglesia en varias situaciones de conflicto sociales y políticos, el acompañamiento de los pueblos indígenas y el trabajo pastoral con los más pobres.

31 Para ordenar las realidades temporales según el querer de Dios, se les ha invitado a comprometerse con la Iglesia, pero no con la sociedad, Constatamos que entre los católicos no hay mucho compromiso social ni político. Sin embargo, se ha descuidado la formación de los fieles laicos, Todos los cristianos deben cumplir su responsabilidad en el mundo con coherencia de fe y vida.

32 En muchos países del Continente, en los últimos10 años ha descendido fuertemente el N° de católicos, incluso hasta el 10%. Crece la indiferencia religiosa, sobre todo entre los jóvenes. A pesar del intenso trabajo de pastoral Desciende el N° de Bautismos, Matrimonios y por supuesto de vocaciones. La participación en la misa dominical, en proporción al n° de Bautizados es muy escasa.

33 Ya que la mayoría están sacramentalizados pero no evangelizados. Esto propicia la migración a las sectas, aunque hay otras causas. Para dar respuesta a estas personas que abandonan la Iglesia es necesario encontrar nuevas formas significativas de acompañamiento, de oración, de pastoral bíblica, de comunidades acogedoras que conduzcan a la gente a un encuentro con Jesucristo, camino, verdad y vida. La fe de los católicos muestra la urgencia de una formación catequística más amplia y profunda

34 PREGUNTAS PARA LA REFLEXIÒN 1.¿Qué pasos se pueden dar para superar las desigualdades sociales en nuestro país? 5. ¿Qué iniciativas hay en tu comunidad para la formación de laicos y para ser mejores discípulos y misioneros de Jesucristo? 4. ¿Qué se puede hacer para que la Misa dominical ocupe el momento central del día del Señor y sea más significativa para los jóvenes? 3. ¿Cuáles crees que son las causas por las que un nº significativo de bautizados se pasa a las sectas? 2. ¿Cuáles son los valores y los anti-valores que promueve la globalización?