La Resiliencia y Las Constelaciones Sistémicas por Odona Gregorio Martínez

El concepto Las Constelaciones sistémicas son una técnica de la corriente psicológica conductual Gestáltica. Con dicha técnica se realiza el proceso terapéutico con el sujeto o el grupo que se encuentra con el trauma o conflicto. Desde la sistémica familiar, constelaciones familiares, posiciones perceptivas, constelaciones empresariales o sistemas organizacionales de empresa, cómo se prefiera llamar; el individuo observa desde su posición a su familia o entorno en la situación adversa, traumática o conflictiva, por la cual, está atravesando. Considerándolo cómo una entidad desafiada ante un reto, no perjudicada. Y durante el proceso logra comprender en qué forma y cómo puede superar esa adversidad y regenerarse en medio del estrés y caos interior que ello provoca.

El individuo concibe a la familia o al entorno cómo un grupo humano que evoluciona a través de su ciclo vital. En constante interacción con el contexto del sistema, cuyas crisis o conflictos representan desafíos que demandan la puesta en marcha de todos sus recursos, capacidades y acciones propias de la técnica de constelaciones cómo la cohesión consciente de lo que sucede, la flexibilidad, la comunicación franca consigo mismo y con su entorno y la capacidad para resolver el problema. Consiguiendo con todo ello facilitar un buen funcionamiento en su entorno y el bienestar de todos los integrantes. La palabra Resiliencia viene del latín resilire=rebotar, adaptada por la física cómo la virtud de recuperar su forma después de haber pasado grandes presiones. Las personas, sistemas empresariales, o sistemas sociales (países), capaces de sobrevivir a los conflictos, capaces de sobrevivir a las adversidades, logrando adaptarse positivamente a la realidad y recuperarse sin sufrir en su equilibrio mental y emocional, a la vez que aprenden durante el proceso, se le llama ser resiliente.

Constelaciones Sistémicas o Posiciones Perceptivas en PNL Con dicha técnica podrás aprender y adquirir la capacidad de la resiliencia.

El Proceso El círculo central es el yo y el círculo externo es el sistema dinámico dónde me desenvuelvo, ambos se influyen mútuamente en una relación de dar y recibir, permitiendo la flexibilidad y adaptación de las partes, ya sea con tu pareja, tú cómo sujeto individual, en grupo, en familia o entre países. La respuesta resiliente se adquiere con la práctica hasta tú integrarla en tu día a día, de manera natural. Entretejiéndola uno mismo a partir de su identidad, sentimientos, valores y sueños. Durante la sesión o sesiones se realiza un encuentro íntimo entre el sujeto y yo, cómo coach, asistiéndote y posicionándome contigo o entre los miembros que participen. Permitiendo una mirada desde el exterior abierta, sincera, positiva e incondicional. Mi función es ayudar a que las personas expresen y desarrollen las características antes citadas, teniendo en cuenta la etapa por la que el sujeto o sujetos se encuentran y controlando dicha situación para que puedan realizar las tareas evolutivas pertinentes.

Exposición del Conflicto Cómo asistente y guía durante el proceso tiene que existir un compromiso tanto de los sujetos cómo mío en ese acompañamiento ante las emociones que surjan por la dificultad a afrontar. Ayudándote a identificar las causas, los riesgos reales y percibidos que se desprenden. Exponiendo el problema de manera controlada para que observen la situación desde fuera, cómo la perciben mentalmente, sin juzgarla. Observando las emociones (rabia, miedo, tristeza, desilusión, impotencia…) y sintiendo las sensaciones físicas (frío, temblor, mareo, dolor…) que van surgiendo. Todo ello produce un cambio en la forma cómo la persona ve la situación, sintiendo que tiene el control sobre ella.

Planificar la Estrategia y afrontar el momento Una vez cambiada la percepción del conflicto o dificultad se abre paso la serenidad y la creatividad de todas las partes. Se inicia la puesta en práctica de la estrategia elegida viviéndola en las peores circunstancias que se puedan dar y observamos las emociones y sensaciones físicas que generan en el individuo o grupo. La mente no distingue la realidad de la imaginación, así que, inconscientemente, cuando llega a sucederse o a repetirse, el momento del conflicto o trauma, nuestra mente actúa y lo hace de manera natural y relajada, con menos presión y tensión en nosotros mismos. Para nuestra mente esa situación ya la hemos vivido, con lo cual, la afrontamos de manera apropiada y exitosa. Consiguiendo reafirmar el aprendizaje, el equilibrio emocional y físico. Ganando en crecimiento y mejora personal debido a la superación por la que hemos pasado.

Consiguiendo reafirmar el aprendizaje, el equilibrio emocional y físico. Ganando en crecimiento y mejora personal debido a la superación por la que hemos pasado. Nos hacemos conscientes de nuestra fuerza interior y nuestra capacidad de resolver los problemas que nos afectan en nuestro sistema. Incrementando así nuestro bienestar, calidad de vida, paz interior y sabiduría, en uno mismo, en el grupo o en la familia. Se dice entonces que se ha vivido un proceso de resiliencia o lo que se puede llamar constelaciones o posiciones perceptivas.

Todos somos resilientes si queremos serlo