H. Basilio Rueda Guzmán, Testimonios sobre María en la Circular del 8 de septiembre de 1976 Serie 03 cepam H. Basilio Rueda Guzmán, Testimonios sobre María en la Circular del 8 de septiembre de 1976 Serie 03 cepam

«De regreso a mi comunidad me puse enfermo rumiando en mi soledad el impacto de la visita familiar. Sin embargo, quería dar un valor sobrenatural a esta prueba, desgranando las cuentas del rosario pedí a la Virgen que obrara de forma que esta pena se trocase en consuelo. El fuerte apego actual a mi vocación se debe sin duda a la maduración lograda en la prueba y con la ayuda de María». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 423) «De regreso a mi comunidad me puse enfermo rumiando en mi soledad el impacto de la visita familiar. Sin embargo, quería dar un valor sobrenatural a esta prueba, desgranando las cuentas del rosario pedí a la Virgen que obrara de forma que esta pena se trocase en consuelo. El fuerte apego actual a mi vocación se debe sin duda a la maduración lograda en la prueba y con la ayuda de María». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 423)

«Cada noche voy a la capilla, a rezar una oración especial a Nuestra Señora. Le pido que interceda por mí y por las personas que se relacionan conmigo en el trabajo diario. Le pido sobre todo que interceda para que yo logre ser más semejante a Cristo en mis juicios, pensamientos, actos, en mi amor. Hago esto desde hace ya bastantes años». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 424) «Cada noche voy a la capilla, a rezar una oración especial a Nuestra Señora. Le pido que interceda por mí y por las personas que se relacionan conmigo en el trabajo diario. Le pido sobre todo que interceda para que yo logre ser más semejante a Cristo en mis juicios, pensamientos, actos, en mi amor. Hago esto desde hace ya bastantes años». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 424)

Veo que las escenas, en las que María aparece en el Evangelio, y las palabras que pronuncia, son para mí objeto de meditación preferente. En su compañía, encuentro más fácil amar a Dios, ver a Jesús como ella le veía». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 425) Veo que las escenas, en las que María aparece en el Evangelio, y las palabras que pronuncia, son para mí objeto de meditación preferente. En su compañía, encuentro más fácil amar a Dios, ver a Jesús como ella le veía». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 425)

«La decisión de decir “sí” a tantas cosas costosas ha fructificado con la presencia de Jesús. Estoy convencido de que Cristo se hará presente en mí y en torno a mí, si, como María, sé responder “sí”». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 426) «La decisión de decir “sí” a tantas cosas costosas ha fructificado con la presencia de Jesús. Estoy convencido de que Cristo se hará presente en mí y en torno a mí, si, como María, sé responder “sí”». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 426)

«A medida que fui logrando la madurez espiritual, comprendí mejor a Jesús, como persona plenamente humana, y como Hijo del Padre. Esta comprensión profunda ha facilitado una relación personal única entre Jesús y yo. No dudo de que fue a través de María que llegué a conocer a Jesús. Como lo atestigua el conocimiento de María, su misión es la de llevar a los hombres hacia su Hijo.» (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 426) «A medida que fui logrando la madurez espiritual, comprendí mejor a Jesús, como persona plenamente humana, y como Hijo del Padre. Esta comprensión profunda ha facilitado una relación personal única entre Jesús y yo. No dudo de que fue a través de María que llegué a conocer a Jesús. Como lo atestigua el conocimiento de María, su misión es la de llevar a los hombres hacia su Hijo.» (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 426)

«Agradezco de todo corazón a Dios que ha querido hacerme madurar en el mismo lugar en que maduró su Hijo: en el “lugar” que llamamos Nazaret con la presencia de María y José y todo lo que ello supone. Todo lo que el Fundador, las Reglas anteriores, las Constituciones actuales evocan al decir Nazaret, supone para mí la expresión más sencilla y a la vez más completa de nuestro espíritu Marista». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 428) «Agradezco de todo corazón a Dios que ha querido hacerme madurar en el mismo lugar en que maduró su Hijo: en el “lugar” que llamamos Nazaret con la presencia de María y José y todo lo que ello supone. Todo lo que el Fundador, las Reglas anteriores, las Constituciones actuales evocan al decir Nazaret, supone para mí la expresión más sencilla y a la vez más completa de nuestro espíritu Marista». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 428)

«Para mí, María es la persona que delante de Dios no sabe qué hacer y se halla con las manos vacías. Ella dice “sí”, y deja actuar a Dios. Comienzo a comprender, a la luz de María, que en la medida en que yo esté menos engreído de mí mismo, más identificado con mi nada, cuando presente mis manos vacías, en esa actitud, Dios podrá actuar por medio de los que me rodean». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 428) «Para mí, María es la persona que delante de Dios no sabe qué hacer y se halla con las manos vacías. Ella dice “sí”, y deja actuar a Dios. Comienzo a comprender, a la luz de María, que en la medida en que yo esté menos engreído de mí mismo, más identificado con mi nada, cuando presente mis manos vacías, en esa actitud, Dios podrá actuar por medio de los que me rodean». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 428)

«Las inquietudes y necesidades de los jóvenes de nuestra sociedad hoy, exigen una respuesta al estilo de María. Nosotros, los miembros de su familia, consagrados por los votos, debemos acudir en su ayuda. Como María, en la Visitación, podemos ir a ellos, llevando a Jesús con nosotros». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 429) «Las inquietudes y necesidades de los jóvenes de nuestra sociedad hoy, exigen una respuesta al estilo de María. Nosotros, los miembros de su familia, consagrados por los votos, debemos acudir en su ayuda. Como María, en la Visitación, podemos ir a ellos, llevando a Jesús con nosotros». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 429)

«He descubierto a María hace dos años y desde entonces María vive en mí. Probé de hacerla presente de nuevo, repitiéndola en mi vida, haciéndola presente en mis obras. De, ella he aprendido a hacer el bien sin ruido. Ofrezco mi descubrimiento a mis alumnos: tal es la base de mi apostolado». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 430) «He descubierto a María hace dos años y desde entonces María vive en mí. Probé de hacerla presente de nuevo, repitiéndola en mi vida, haciéndola presente en mis obras. De, ella he aprendido a hacer el bien sin ruido. Ofrezco mi descubrimiento a mis alumnos: tal es la base de mi apostolado». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 430)

«La Virgen es para mí una madre a quien hablo con plena confianza, es el modelo que procuro imitar, la estrella que alumbra el camino por el que voy a Cristo. La Virgen es, en gran manera, la causa de mi vocación. Ella me da fuerza en las dificultades, ánimo en mis fracasos, estimula mi fidelidad para cumplir las exigencias de mi consagración religiosa». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 431) «La Virgen es para mí una madre a quien hablo con plena confianza, es el modelo que procuro imitar, la estrella que alumbra el camino por el que voy a Cristo. La Virgen es, en gran manera, la causa de mi vocación. Ella me da fuerza en las dificultades, ánimo en mis fracasos, estimula mi fidelidad para cumplir las exigencias de mi consagración religiosa». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 431)

Ellos han vivido esas experiencias en su relación con el tema mariano… ¿Y cuál sería tu testimonio personal sobre lo que es María para ti? Ellos han vivido esas experiencias en su relación con el tema mariano… ¿Y cuál sería tu testimonio personal sobre lo que es María para ti?