Conflictividad intraescolar Raúl Atria Departamento de Sociología Universidad de Chile Enero 2007.

Desde la experiencia académica Las ideas que se exponen a continuación son el fruto de algunos trabajos que se han venido haciendo en el Departamento de Sociología de la Universidad de Chile, en el marco de la sociología de los mundos jóvenes y de experiencias de capacitación para la intervención en esos mundos. En especial se destaca el proyecto piloto de capacitación para la mediación escolar realizado durante 2006 con el Ministerio de Educación en establecimientos municipalizados en la Región Metropolitana y en la IX Región.

Convivencia Escolar y Conflicto Escolar: La convivencia escolar se define como la multiplicidad de relaciones sociales que se establecen entre todos los actores que participan de las unidades educativas (Docentes, Directivos, Estudiantes, Pararadocentes, Apoderados )

¿Qué es el Conflicto Escolar?. El Conflicto Escolar es el deterioro de las relaciones sociales en las que participan y construyen los actores (sujetos o estamentos) al interior de la unidades educativas.

La relación social deteriorada se observa través de situaciones específicas, en las cuales los sujetos involucrados muestran contraposición de intereses, falta de comunicación, malestar emocional, situaciones de agresión o violencia, etc. Todas estas posibilidades de expresión del conflicto, no constituyen en si mismas el conflicto, son situaciones de crisis, en donde los conflictos se hacen evidentes

Usualmente, en el ámbito escolar, el conflicto es entendido sólo como la situación de crisis, y ella se aborda desde el Reglamento de Convivencia, aplicando las sanciones respectivas para las faltas cometidas. Dicha forma de abordar las situaciones de crisis se ha mostrado ineficiente en la práctica, puesto que según las experiencias al interior de los establecimientos educacionales, no se vislumbra una mejora en la calidad de la convivencia escolar en los establecimientos, por más anotaciones, llamadas a apoderados, suspensiones o “cambios de ambientes” (expulsiones) que se realicen.

CAMBIANDO LA MIRADA El cambio de mirada que se propone es utilizar el conflicto como una oportunidad de aprendizaje, donde efectivamente sea abordado el conflicto que hay de fondo desde una mirada pedagógica que sea capaz de generar aprendizajes en los actores involucrados y, a través de un proceso de diálogo, reconstruir la relación social deteriorada.

Estrategias de Resolución Alternativa de Conflictos (ERAC) Una manera de abordar los conflictos al interior de los establecimientos educacionales son las ERAC. Estas se fundamentan en la revisión colectiva de las características del conflicto de que se trate, identificando las distintas partes y analizando la complejidad del tema más allá de la situación de crisis e intencionado acuerdos y aprendizajes que transformen positivamente la forma en que los involucrados se relacionan, permitiendo así un aprendizaje de toda la comunidad escolar y mejorando la convivencia.

Entre las estrategias de resolución alternativa de conflictos existentes para el ámbito escolar se encuentran la Mediación, la Negociación y el Arbitraje Pedagógico.

Usualmente cuando se trabaja un conflicto escolar con ERAC, se detectan temas emergentes que están en la base de la conformación del conflicto. Lo más probable es que se trate de temas de índole social que forman parte de la identidad de los sujetos en conflicto y de la vida escolar, pero que muchas veces no son visualizados al identificar el conflicto con la crisis y cuando se busca la superación de ésta a través de la sanción.

Implementación Curricular Una vez que se detectan temas emergentes que están en la base del conflicto, (tales como la discriminación étnica, la marginación económico-social, la salud sexual, la homofobia, o el abuso de poder), ellos pueden ser trabajados en el aula siendo traducidos a contenidos específicos, de acuerdo a los sub sectores de aprendizajes correspondientes, para ser tematizados desde una perspectiva crítica en la sala de clases.

Acciones concretas para facilitar las ERAC Generar diálogos intergeneracionales: esto constituye una potente posibilidad de abrir espacios para el encuentro, la conversación y el intercambio de experiencias de vida entre jóvenes y adultos de la escuela. Si bien la palabra va perdiendo cada vez más peso en nuestras relaciones, es este un primer acercamiento hacia una nueva forma de mirar al otro u otra para comprender de manera distinta sus gestos, actitudes y testimonios.

Reconocer en la escuela los espacios de socialización oculta: esto implica sacar a luz aquellas formas de relaciones, que sin ser parte del currículum explícito, van generando actitudes, adhesiones, rechazos, en los distintos actores que se socializan en la escuela. Un ejemplo de este aspecto lo constituyen los aprendizajes de género que en la escuela se dan, ya que si bien ellos no son abordados explícitamente en la mayoría de los casos, si aparecen como referencias en las actitudes, textos ocultos, tipos de exigencias diferenciadas para hombres y mujeres, lenguajes, etc.

Potenciar al grupo de semejantes como espacio privilegiado de socialización: esto surge desde el reconocimiento de que los amigos y amigas que están en la misma onda, tienen un efecto importante sobre la transmisión de experiencias, valores y sentidos entre las y los jóvenes. Lo intrageneracional adquiere así un peso importante como desafío a potenciar con la intervención.

Acoger la cultura de la calle que traen los jóvenes: en continuidad con lo anterior, el establecimiento debe ser capaz de reconocer la cultura que las y los estudiantes traen desde sus esquinas, calles, plazas, bandas, patotas, pandillas y grupos juveniles hacia el espacio escolar: las formas de agrupamiento, las formas de los conflictos y de sus resoluciones, los códigos lingüísticos, la estética de cada grupo, las opciones y gustos, las cosmovisiones juveniles. Negar que esto se da, o intentar reprimir sus manifestaciones en el recinto escolar es ignorar una parte importante de la vida juvenil. De la misma manera, las y los docentes pueden reconocer como también ellos traen al establecimiento formas de relación que son externas el que se van instalando en su interior.

Reconstruir los roles sociales del mundo adulto: esto implica replantear la tendencia histórica que sitúa al mundo adulto desde una responsabilidad que está marcada fuertemente por el servicio a otros, y relevar el reconocimiento de sus capacidades de crítica, de sueños, de innovaciones, de aportes a la construcción de comunidad, que no tienen porqué ser antagónicos ni contradictorios con los del mundo joven.