LENGUAJE Y COMUNICACIÓN Lenguaje oral

Es por todos conocido, que el lenguaje es una actividad comunicativa; que lo utilizamos como parte de nuestra vida diaria - en una plática familiar, en el juego, al escuchar la lectura de cuentos, en una fiesta, en la escuela, con los amigos- y como una herramienta para hacernos entender y comprender a los demás. El lenguaje en su forma oral nos sirve para integrarnos, interactuar, conocer y aprender. A través del lenguaje podemos expresar sensaciones, emociones, sentimientos y deseos. El lenguaje es el medio por el que organizamos nuestro pensamiento, así como desarrollamos la creatividad y la imaginación. En educación preescolar, existe una competencia del campo formativo lenguaje y comunicación que propone hacer uso del lenguaje oral para que los niños y las niñas controlen y regulen su conducta en las interacciones con los demás, la cual se menciona en los párrafos siguientes, seguida de los aprendizajes esperados y algunas recomendaciones para favorecer esta competencia en casa.

Competencia: Utiliza el lenguaje para regular su conducta en distintos tipos de interacción con los demás. Aprendizajes esperados: Solicita y proporciona ayuda para llevar a cabo diferentes tareas. Dialoga para resolver conflictos con o entre compañeros. Solicita la palabra y respeta turnos de habla de los demás. Propone ideas y escucha las de otros para establecer acuerdos que faciliten el desarrollo de las actividades dentro y fuera del aula; proporciona ayuda durante el desarrollo de actividades en el aula. Interpreta y ejecuta los pasos por seguir para realizar juegos, experimentos, armar juguetes, preparar alimentos, así como para organizar y realizar diversas actividades.

Recomendaciones básicas para papá y mamá: La sugerencia principal para favorecer esta competencia es crear ambientes seguros, en donde la niña y/o el niño se sienta tranquilo para expresarse, y lo pueda hacer con confianza y seguridad, sin temor a la burla o angustia por lo que exprese. Es importante permitir que tu hija y/o hijo, participe en eventos comunicativos -conversaciones familiares, lectura de cuentos, diálogos con amigos, etc.- recuerda que mientras más oportunidades tengan de hablar, más enriquecerán su lenguaje y conocerán su uso como medio para regular su conducta.

Al llegar de la escuela, pregunta a tu hija y/o hijo cómo estuvo su día o cómo le fue, pon atención en sus conversaciones, pídele que profundice cuando sea necesario y muestra interés en lo que platica. De igual manera, platícale cómo estuvo tu día y solicítale que ponga atención en lo que tú narras. Ayúdalo a que respete turnos para hablar en las conversaciones. Una buena sugerencia es utilizar en casa juegos de mesa o juegos tradicionales, o simplemente realizar juegos con reglas –tales como el dominó, la lotería, el memorama, rompecabezas, etc.- si tu hija y/o hijo conoce las reglas, pídale que las diga en voz alta antes de comenzar el juego y esté al pendiente de ellas durante el desarrollo del mismo.

En caso de que el juego sea presentado por primera vez y tu hija y/o hijo no conozca las instrucciones, explícaselas y vigila que se respeten durante el juego, respondiendo a las dudas de los niños y/o las niñas y priorizando el diálogo como medio para resolver las inquietudes y llegar a acuerdos. Los niños normalmente suelen hacer la pregunta “¿por qué?”, aunque en ocasiones parezcan obvias o repetitivas estas interrogantes, procura dar respuestas razonables y entendibles para tu hija y/o hijo, que le permitan aclarar sus dudas y comprender el porqué de las cosas. Cuando en casa se lleguen a presentar situaciones de conflicto, permite que cada uno de los involucrados expresen lo que sienten y lleguen a acuerdos verbales, proponiendo ideas y utilizando el diálogo para encontrar soluciones.

Al pedirle a tu hija y/o hijo que realice alguna tarea, o al hacerle una sugerencia o recomendación, hazlo en positivo, sé asertivo. Por último, ten siempre presente que el desarrollo del lenguaje no solo depende de hablar, sino también de escuchar, lo cual ayudará a afianzar ideas y a comprender conceptos. Recuerda que los niños toman nuestro ejemplo y son un reflejo de lo que hacemos en casa y en la escuela. Si queremos construir una sociedad de paz, empecemos a construir las bases en casa priorizando el diálogo para regular la conducta y para interactuar con los demás.