UNIDADES FUNCIONALES DE LURIA TEMA UNIDADES FUNCIONALES DE LURIA LINA MARÍA GALLEGO RAMÍREZ PSICÓLOGA
Alexander Romanovich Luria (1902 – 1977) Neuropsicólogo y médico ruso
MODELOS INTERMEDIOS. Desde que Jackson y Head criticaron la incongruencia de la explicación extremas (del Holismo y Localizacionismo), se han propuesto modelos intermedios como un avance importante dentro de las neurociencias
El modelo cibernetista de Luria, que él mismo considera afín a la propuesta de Millar y Pribram (1960), incluye los conceptos de Planes, Programas, Control, Retroalimentación; El modelo no sale del esquema funcional-cognitivo del procesamiento de información.
Se puede concluir que los modelos cibernéticos son explicaciones por analogía que comparan el cerebro con la computadora, y
1. Sistema funcional complejo (término acuñado por La teoría neuropsicológica de Luria, establece entre otros, los conceptos de 1. Sistema funcional complejo (término acuñado por Anojin) y el de 2. Bloques funcionales
SISTEMAS FUNCIONALES Los conceptos de SISTEMAS FUNCIONALES fueron extensamente desarrollados por la psicofisiología soviética, especialmente Bertein y Anojin en neurofisiología, y por Vigotsky y Luria en psicología.
Sistemas funcionales El concepto de sistema funcional establece claramente que las funciones mentales se fundamentan en sistemas de zonas cerebrales que trabajan concertadamente, de forma que cada una ejerce su papel específico dentro del sistema.
según esta concepción: Cada región aislable del cerebro forma parte de uno o más sistemas funcionales de cuya actividad integral resulta una función más o menos específica.
En este sentido una área del cerebro no realiza una función que le es inherente, sino que en conexión con otras zonas del cerebro forma distintas redes neurales cada una de las cuales interviene en varias funciones.
De acuerdo con el postulado de Luria, los procesos mentales del hombre en general y su actividad consciente en particular, siempre tiene lugar con la participación de las tres unidades, cada una de las cuales tiene su rol que ejercer donde cada área cumple funciones propias pero de manera INTEGRADA con otras áreas del cerebro para producir un comportamiento específico.
Divide el cerebro en TRES áreas.
LAS TRES PRINCIPALES UNIDADES O BLOQUES FUNCIONALES 1. Unidad para regular el tono y la vigilia, y estados mentales 2. Unidad para recibir, analizar y almacenar la información 3. Unidad para programar, regular y verificar la actividad Interacción de las tres unidades funcionales
Primer bloque cerebral NIVEL 1: UNIDAD 1. Primer bloque cerebral Es la parte básica del cerebro descansa en el sistema de activación reticular (SAR) y las estructuras relacionadas con él. Esta unidad es esencial para despertar, mantenerse despierto, centrar la atención, realizar asociaciones perceptúales y dirigir la introspección.
Su función tiene que ver, principalmente, con la Activación cortical, (organización) Los ciclos vigilia-sueño, (inversión) Los patrones innatos de conducta, (conducta automática) Las emociones y La elaboración de los procesos de memoria.
El sistema SAR es particularmente sensible a daño durante su periodo de formación, ocasionando problemas en la atención e hiperactividad cuando esto ocurre.
Entre las funciones descubiertas acerca de la formación reticular. a) la primera corresponde a los procesos metabólicos del organismo que influyen en el equilibrio interno y junto a las conductas instintivas de naturaleza innata se halla regulada por el hipotálamo y forma parte de la “activación vital”.
b) La segunda fuente de activación se manifiesta como un “reflejo de orientación” y está relacionada con la llegada de estímulos del mundo exterior, condicionando en el sujeto la actividad investigadora. Los núcleos no específicos del tálamo, el núcleo caudado y el hipocampo estarían estrechamente vinculados al reflejo de la orientación.
c) La tercera fuente de activación está dada por las intenciones, planes, proyectos y programas que se forman durante la vida consciente del hombre, que son sociales en su motivación y que se efectúan con la íntima participación del lenguaje (Luria A.R., 1974).
Cuando una persona se encuentra indispuesta emocionalmente, tampoco dispondrá de los suficientes niveles de activación y vigilia, y consecuentemente, tendrá dificultades para el desempeño eficiente de sus actividades cotidianas. Dichas perturbaciones pueden producirse como consecuencia de los problemas en la vida diaria, en casos de frustración depresión y angustia; asimismo, en casos de afecciones de distintos segmentos subcorticales.
En las perturbaciones de la primera unidad funcional, la atención se hace inestable, se fatiga, se duerme rápidamente, cambia fácilmente de un estado de apatía a otro de agitación y viceversa; se altera la conciencia y la vigilia en las lesiones de las zonas profundas del tronco encefálico y la formación reticular (H. Magoun, 1962).
Una lesión en este nivel hace que el córtex entra en un estado patológico; la estabilidad de sus procesos dinámicos se deshace, se da un marcado estado de deterioro del estado de vigilia y los vestigios de la memoria se desorganizan y habrá marcados cambios en el comportamiento.
Segundo bloque cerebral NIVEL 2: UNIDAD 2. Segundo bloque cerebral Constituido por las regiones Retro-rolándicas del cerebro (lóbulos parietal, temporal y occipital).
Su función se relaciona principalmente con: La recepción, procesamiento (análisis síntesis) y Almacenamiento de las informaciones sensoriales.
Los segmentos pre-frontales del cerebro intervienen en la expectancia cuando el estímulo aún no aparece y controlando la atención cuando éste se halla presente. Las áreas occipitales y parietales captan la imagen visual y somática. El lóbulo temporal y los segmentos hipocámpicos facilitan la retención y el reconocimiento. El hemisferio derecho fija la imagen concreta y el izquierdo la codifica lingüísticamente.
Luria divide cada lóbulo en: Zonas primarias de proyección En la cual cada grupo neural por su alta especia- lidad funcional, solo detecta y analiza un determinado rasgo aislado del estímulos visuales como carácter de las líneas, dirección de movi- mientos, color (Hubel y Wiessel).
2) Zonas secundarias o asociativas. En las cuales las neuronas no reaccionan ante aislados indicios fraccionados del estímulo, sino que asocian rasgos. En el ser humano ocupan áreas más extensas que las zonas primarias en correspondencia a la mayor complejidad de funciones que le corresponde.
Son formaciones especialmente humanas, se 3) Zonas terciarias Son formaciones especialmente humanas, se encargan de asociar la información de los más diversos tipos de re-elaboración y cifrado de la compleja actividad psíquica. Ocupan áreas más extensas que las zonas secundarias tanto en el lóbulo occipital, temporal y parietal.
Las zonas terciarias se fusionan otorgándole una dimensión aún más compleja a la actividad mental. Las zonas terciarias de la región cortical posterior juegan un papel esencial en la conversión de la percepción concreta en pensamiento abstracto (Luria, 1964).
Entre los principales operadores cognitivos o procesos mentales tenemos a la atención, percepción, memoria, pensamiento y lenguaje, los cuales igualmente establecen interacciones funcionales con sus respectivos sustratos cerebrales; el hemisferio derecho y el izquierdo codifica lingüísticamente.
Tercer bloque cerebral. NIVEL 3: UNIDAD 3. Tercer bloque cerebral. Constituido por los lóbulos frontales,
Así mismo, la organización espacial y temporal de la misma actividad psíquica, será facilitada por las áreas temporal y parietal del cerebro respectivamente. La organización y ejecución de las respuestas son dadas por los segmentos frontales. En el procesamiento de una actividad psíquica interviene todo el cerebro (González D., 1975).
Su función principal del lóbulo frontal, se relaciona con la formulación de Planes y programas de acción, Regulación y verificación. Actividad de anticipación Como también es responsable de las más complejas formas de conducta activa, como la toma de decisiones. Intencionalidad.
Luria (1964) introdujo la idea de que el lóbulo prefrontal es la unidad del cerebro que planifica, evalúa, regula y controla la actividad. La hipótesis de Luria se basó en la descripción de los desórdenes que mostraban pacientes con severas lesiones que afectan ambos lóbulos frontales durante la ejecución de tareas motoras y gráficas.
Así, por ejemplo, al dibujar una serie de figuras diferentes tienden a seguir dibujando la primera de ellas (se quedan ligados a una de ellas, perseveran sus dibujos), no pueden cambiar de un elemento a otro. Además, no se dan cuenta de lo defectuoso de su desempeño,
e inclusive podrían anticipar que harán bien su tarea, como si sus expectativas fueran más altas de lo que lógicamente podrían esperar.
En cuanto a la toma de decisiones, el lóbulo frontal tiene mucho que ver y se presupone afirmar que nuestro componente cognitivo no es suficiente; aunque talvez lo sea para las decisiones más rutinarias e intrascendentes.
Sin embargo, para tomar las grandes decisiones que afectan no sólo a uno mismo sino otros más, o como se dice, para seleccionar la respuesta más ventajosa para el organismo en un medio social complejo,
parece que se requiere de un mecanismo no cognitivo cuyo asiento vendría a ser el lóbulo frontal (Damasio, 1990). Sin embargo, esta hipótesis sostiene que el mencionado mecanismo es de naturaleza afectiva y que esta función depende de las áreas frontales orbitarias. Esto quiere decir que tomar una decisión es asunto de que el cuerpo, especialmente las vísceras sientan algo parecido al placer o la satisfacción.
El comportamiento animal y humano responde a determinadas necesidades; es planificado y autorregulado genéticamente en cuanto a sus componentes vitales. La actividad psíquica humana es mediatizada por la intencionalidad, la voluntad y los hábitos, y determinada por las leyes sociales.
Al respecto, Luria dice, que el hombre no reacciona pasivamente a la información que recibe, sino que crea intenciones, formula planes y programas de sus acciones, inspecciona su ejecución y regula su conducta para que esté de acuerdo con estos planes y programas.
Finalmente, verifica su actividad consciente comparando los efectos de sus acciones con las intenciones originales, corrigiendo cualquier error que haya cometido.
Por ejemplo, antes de realizar una actividad psíquica, de una investigación de campo, el hombre la anticipa y planifica a través de un proyecto, distribuyendo su tiempo y regulando su esfuerzo productivo. Cuando la actividad (investigación) se pone en marcha, surgen los mecanismos de control y supervisión del trabajo.
Asegura que la persona se mantenga concentrada durante el tiempo que demanda cada tarea. Utiliza adecuadamente las variables y los instrumentos en el trabajo. En lo psíquico la memoria reactualiza los datos necesarios y que el pensamiento analiza coherentemente los hallazgos.
Cuando la actividad ha concluido, según los hábitos del trabajo personal y la necesidad que la misma actividad demanda, el investigador verifica y comprueba los resultados arribando a las conclusiones, previa contrastación con los objetivos iniciales para dar término al estudio.
Desde un punto de vista neuropsicológico este bloque funcional guarda correspondencia con el trabajo de una zona cerebral, la cual a comparación de otras estructuras del SNC. tanto filogenéticamente, como ontogenéticamente ha logrado tardíamente su desarrollo y maduración.
Anatómicamente posee un gran volumen y corresponde a una zona a la que anatomistas y fisiólogos clásicos no atribuían mucha importancia, llamándola incluso “zona muda del cerebro”, nos estamos refiriendo a los segmentos pre-frontales del cerebro.
Los lóbulos frontales y particularmente los pre-frontales, en el cerebro humano, están más desarrollados, al respecto Luria dice que corresponden a una formación específicamente humana que en relación de todas las estructuras logra su maduración al final.
Cuando se lesionan las áreas pre-frontales el paciente deja de referirse críticamente a los resultados de su acción, así como deja de corregir los errores cometidos, o de controlar la conexión del desarrollo de sus actos (Luria, 1974).
Los pacientes con lesiones pre-frontales no son capaces de mantener sus intensiones, de retener sus programas de acción, frenar los impulsos interfirientes, no concentran su atención en la tarea planificada y no pueden relacionar los resultados de sus actos con el propósito inicial (Luria A.R., 1977).
INTERACCIÓN ENTRE LAS TRES PRINCIPALES UNIDADES FUNCIONALES Está claro que las tres principales unidades del cerebro trabajan concertadamente y cada unidad aporta su contribución específica en toda actividad.
EL NEOCORTEX CEREBRAL HEMISFERIO DERECHO HEMISFERIO IZQUIERDO (ORTIZ CP, 1994, 1998, 2004) HEMISFERIO DERECHO HEMISFERIO IZQUIERDO SISTEMA CONATIVO-VOLITIVO (Área prefrontal dorsolateral) SISTEMA COGNITIVO-PRODUCTIVO (Área parietotemporooccipital) SISTEMA AFECTIVO-EMOTIVO (Área paralímbica)
La concepción tripartita del cerebro es el denominador común de todos los modelos más aceptados del cerebro que disponemos, tal como se puede apreciar en el siguiente cuadro 1.1. Modificado de Magoun. 1964)
Cuadro N° 1.1.1 CUADRO COMPARATIVO DE LOS MODELOS DEL CEREBRO (modificado de Magoun, 1964) JACKSON PAVLOV FREUD MAC LEAN LURIA ORTIZ I. Nivel Reflejos no Ello Cerebro Unidad para re- El sistema afecti- Inferior condicionados del reptil gular el tono, la vo Ansiedad vigilia y los es- disposiciones tados mentales II. Nivel Reflejos Ego Cerebro del Unidad para re- El sistema cognitivo Medio Condicionados mamífero cibir, analizar y Atención almacenar Aptitudes información (Intelecto) (desempeño) III. Nivel Segundo Superego Cerebro Unidad para El sistema conativo Superior sistema de del programar, re- Expectación señales primate gular y verificar Actitudes la actividad (Carácter) (Conducta)
CRITICA DE LOS MODELOS No diferencian el psiquismo humano del psiquismo animal: el hombre es sólo un animal superior, o sólo un ser abstracto. No toman en cuenta la integridad de la persona y en realidad mantienen el dualismo sin explicación.
3. Inexplicablemente se sostiene que la motivación-ligada a las emociones-es una forma de función predominantemente subcortical que comparte el hombre con los animales. 4. Ninguno de los modelos da importancia al esencia social de los hombres. El modelo bio-psico-social no ha podido resolver el problema de la relación bio-psíquica, ni ha podido precisar qué es lo social dentro de cada individuo.
5. Se asegura implícitamente que el cerebro humano es anatómica, funcional y psíquicamente similar al del resto de los mamíferos, excepto sus diferencias cuantitativas.