LA ETICA EN LA FORMACIÓN DE LOS PROFESIONALES DE LA SALUD JOSÉ M. MAYA MEJÍA M.D. RECTOR CES

INTRODUCCION La educación superior tiene como misión la formación de ciudadanos y profesionales, capaces de asumir un compromiso ético y responsable con la sociedad en que viven y ejercer su profesión con calidad humana, técnica y científica.

INTRODUCCION La Ética viene del griego Ethos que significa carácter, personalidad de quien posee determinados hábitos pero igual actitud ante la vida. A diferencia de la moral que viene del latín mos-moris costumbre. Es norma ligada a la cultura.

INTRODUCCION La ética tiene que ver con la manera de ser y comportarse un ser humano en la vida privada y en su desempeño social y laboral. Implica una postura ante la vida y un comportamiento que acompaña a las personas en todos los momentos.

INTRODUCCION El esfuerzo hoy se orienta a construir una ética civil o ciudadana, que pueda ser compartida por todos, cualquiera que sea la concepción del mundo. Implica un acuerdo sobre lo mínimo para vivir de manera digna y humana.

INTRODUCCION La Ética civil debe proporcionar una estructura mínima que de cabida a un pluralismo moral y que vincula en acuerdos colectivos a extraños morales, por exiguos que sean sus vínculos.

La enseñanza y vivencia al interior del proceso educativo del arte del humano bien vivir, de la fundamentación filosófica y antropológica de sus principios y de su aplicación a la atención de los pacientes, constituye un núcleo central del proceso formativo de la escuela de ciencias de la salud.

La enseñanza de la ética se constituye en un reto pedagógico que compromete a todos y trasciende la simple decisión de ubicar unos cursos a lo largo del currículo.

ESTRATEGIA CENTRAL

PROYECTO PEDAGÓGICO INTEGRAL FUNDAMENTADO EN VALORES ETICOS QUE PERMEE TODA LA VIDA INSTITUCIONAL.

Los programas de ciencias de la salud al vivir en su interior de manera consciente dicho proyecto, facilitarán formar en la vida a quienes pasen por ella, les permitirá apropiarse y construir un saber, no por el saber mismo, sino para vivir dignamente.

Para cumplir su misión formativa debe utilizar todas las estrategias posibles para crear un nicho donde el estudiante se inscriba en el interior de la cultura y de una profesión de una manera vital, racional y ética.

A través de la socialización secundaria, debemos inducir al estudiante a nuevas experiencias que le permitan modificar su interioridad y comprometerse con nuevas causas y adquirir criterios para juzgar su actuar y obrar en consecuencia.

La relación docente - estudiante debe permitir compartir una visión del mundo, una imagen de la ciencia, de la practica y un testimonio intelectual que sea profundamente formativo en lo humano y por ende, en lo ético.

Las formas de evaluación, las metodologías, el trabajo en grupo, la dinámica del trabajo curricular son mediaciones formativas que expresan valores.

El docente universitario y con mayor razón, el docente de ética tiene una gran responsabilidad en triple vía: como ser humano arquetipo de imitación, como profesional de la docencia y de una disciplina de las ciencias de la salud y como ciudadano.

Las practicas administrativas, financieras, de negocios, investigativas, laborales expresan la adhesión a unos determinados valores. En la interacción diaria se define el ethos formativo, al interior del cual los miembros de la comunidad académica damos testimonio de nuestra visión del mundo, de la vida, de los valores.

En esa interacción, expresión del llamado currículo oculto, las comunidades académicas sufrimos cambios formativos, si esos cambios implican crecer en humanidad, podemos decir que se vive en las escuelas de ciencias de la salud, una experiencia formativa, una educación ética.

ESTRATEGIAS ESPECIFICAS

Cursos, actividades, prácticas que permitan adquirir una capacidad de análisis, que facilite elaborar juicios de valor y tomar decisiones ajustadas a valores éticos, asumiendo como persona autónoma las consecuencias de dichas decisiones.

La fundamentación ética y los procesos que faciliten la formación del pensamiento lógico y de la reflexión, deben facilitar al estudiante hacer juicios con arreglo a criterios y por ende, principios.

Utilizar estrategias efectivas para dotar al estudiante de los conocimientos y destrezas en su actuar ético: Actividades de acercamiento al componente humano de la profesión. Actividades que apoyen el aprendizaje del respeto por la autonomía de los otros, el trabajo en equipo en búsqueda del bien común y el respeto por la diferencia.

Cursos específicos de ética aplicada donde se profundicen conceptos y se analicen casos.

Enseñanza vivencial de las humanidades como actividad transcurricular Enseñanza vivencial de las humanidades como actividad transcurricular. Si estas se enseñan en forma instrumental exclusivamente, se les despoja de todo interés vital, es decir, de todo sentido humano.

Docentes motivados, ojala de la misma disciplina, con fundamentación filosófica y antropológica básica y con amplia aceptación y credibilidad en la comunidad universitaria.

CONCLUSIONES

Las escuelas de ciencias de la salud debemos ser conscientes de la necesidad de una enseñanza integral de la ética. Para ello es vital la combinación de una estrategia central que toca a profundidad el modelo educativo y la vida universitaria y de diferentes actividades y cursos que permitan fundamentar y formar un criterio ético.

Todos los miembros de la comunidad universitaria tenemos el gran reto y obligación de reafirmar con nuestro ejemplo, los valores y enseñanzas que explicitamos en nuestros cursos y actividades de formación en ética para evitar de esta manera el doble mensaje.

En todas las actividades de la Facultad o Escuela el estudiante debe recibir con la actitud y el ejemplo, un refuerzo positivo a su formación como ser humano integral.

La ética no se enseña instrumental sino vivencialmente y se constituye en un reto el utilizar las mejores y mas variadas herramientas pedagógicas que permitan exponer al estudiante a las experiencias formativas necesarias.

En una sociedad pluralista, cada vez más secular y con orientación democrática deberíamos enfatizar la enseñanza de una ética civil que facilite la construcción de comunidades respetuosas de la diferencia y capaces de compartir proyectos colectivos con extraños morales.

Pero cuidado. No somos responsables del ejercicio ético de la profesión de nuestros egresados, sino de haberles propiciado en la facultad. el nicho adecuado para formarse éticamente. En ejercicio de su autonomía, ellos pueden obrar contra los principios éticos y en definitiva contra el ser humano, pero no podrán aducir que lo hicieron por ignorancia.

Muchas gracias JOSÉ MARÍA MAYA MEJÍA M.D. jmayam@ces.edu.co