Complejidad de los sistemas vivos y sostenibilidad La complejidad de los sistemas vivos que son objeto de los procesos de desarrollo se explica a partir de la necesaria aceptación entre unidad y diversidad, y se relaciona con su capacidad para auto organizarse para utilizar la información que importa y confrontarse con el riesgo que lleva aparejada la apertura del entorno.
Trabajar con sistemas abiertos significa moverse dentro de estas coordenadas complejas, nosotros mismos y estructuras ecológicas, sociales económicas y políticas en que vivimos podemos ser reconocidos como sistemas complejos.
Actualmente vivimos, en medio de la crisis ambiental y de la globalización. La aceptación del orden y del desorden como complementarios resulta esencial, para orientar adecuadamente del desarrollo sostenible.
Un sistema complejo adaptativo alcanza su mayor complejidad efectiva en condiciones intermedias entre el orden y el desorden. Esta idea nos sitúa en una realidad en que los fenómenos de la vida exhiben su propia tendencia al inacabamiento y a la degradación en lo que el equilibrio no es perfecto.
Es de este modo como los sistemas se desarrollan, de forma que conocer estos mecanismos significa acercarnos algo mas a su comprensión y a la posibilidad de intervenir sobre ellos , de buscar la sostenibilidad sabiendo que todos los estados estables que podamos ir alcanzando siempre serán, por definición provisionales.