LA PEDAGOGÍA DE PHILIPPE MEIRIEU REVOLUCIÓN COPERNICANA EN PEDAGOGÍA El hombre obra de sí mismo
Primera exigencia Renunciar a convertir la relación de filiación en una relación de causalidad o posesión. No se trata de fabricar un ser a nuestro gusto, sino acoger a aquél que llega como un sujeto inscripto en una historia, pero que a la vez es una promesa
Segunda exigencia Reconocer al alumno como una persona que no puedo moldear a mi gusto, que, saludablemente, va a resistirse a la fabricación.
Tercera exigencia La transmisión de saberes no es mecánica, supone una reconstrucción por parte del sujeto, de saberes y conocimientos que ha de inscribir en su proyecto y de los que ha de percibir en qué contribuyen a su desarrollo
Cuarta exigencia Partir de que todo aprendizaje supone una decisión personal irreductible del que aprende. Desde allí puede superar las expectativas y subvertir todas las previsiones
Quinta exigencia No confundir el “no poder” que tiene el educador frente a la decisión de aprender del alumno y el poder que sí tiene sobre las condiciones que posibilitan la decisión, creando espacios de seguridad para que el alumno se atreva a hacer algo que no sabe hacer para aprender a hacerlo (pág 82 y ss)
Sexta exigencia Inscribir en el seno de toda actividad educativa la cuestión de la autonomía del alumno, que se adquiere en el curso de toda educación cada vez que una persona se apropia de un saber, lo hace suyo, lo reutiliza por su cuenta y lo reinvierte en otra parte
Séptima exigencia Admitir la insostenible ligereza de la pedagogía, dado que el encuentro pedagógico es singulary dado que el docente sólo actúa sobre las condiciones.