Naturaleza y finalidades de la ERE

Naturaleza de la ERE La naturaleza de la enseñanza religiosa se fundamenta en la necesidad del saber religioso. El "saber religioso" es a modo de un gran relato, como una gran imagen del mundo, de Dios y del hombre. Este saber religioso es parabólico, simbólico, y expresa humanamente lo inefable. no se refiere al cómo sino al para qué. se refiere al Origen (protología), y también al Final (escatología). da Sentido a la Historia y es metacientífico y metaconceptual. es un cuerpo de conocimientos objetivos y evaluables como cualquier otro tipo de conocimiento humanístico. Pero… "el saber no es la fe". "No se debe confundir el saber religioso con la fe. La obligación fundamental del profesor de religión es expresar la riqueza y las múltiples dimensiones del saber religioso; y hacerlo de un modo pedagógico y adecuado a la circunstancia del educando. No se puede ni debe confundir la transmisión de dicho saber (ERE) con el proceso de iniciación cristiana (catequesis).

Finalidad de la ERE Para B. Rodríguez los fines específicos de la ERE son: 1. la educación de la dimensión religiosa, 2. la educación para el diálogo fe-cultura 3. la educación para el sentido crítico en la sociedad. Estas tres finalidades incluyen las dimensiones del hombre integral: su verticalidad, hombre-Dios, y su horizontalidad, sociedad-cultura. 1. En cuanto a la educación de la dimensión religiosa destacan tres aspectos fundamentales: A) el rol educativo de la ERE, B) la asunción de la concepción antropológica trascendente, y C) la apertura trascendente del alumno que garantiza su identidad personal, base de la educación integral.

Finalidad de la ERE 2. El diálogo fe-cultura se desarrolla en una triple perspectiva: 2.1. en el ámbito de los saberes curriculares; El diálogo en el ámbito de los saberes curriculares conlleva, por una parte, que el alumno alcance una verdadera síntesis de la doctrina cristiana y, por otra, que dicha síntesis no sea un apéndice intelectual y retórico en la formación del alumno. Este diálogo con los saberes de las demás disciplinas justifica tanto la "confesionalidad" como la "escolaridad" de la ERE. 2.2. en el ámbito del patrimonio cultural Es una fuente de significado para comprender el alcance y significado del propio patrimonio cultural, cuya clave de interpretación, en la mayoría de los casos, no es otra que la cultura cristiana. La ERE debe educar al alumno para que sepa ejercer una función hermenéutica de la vida cultural. 2.3. en el ámbito de las cosmovisiones. El diálogo en este ámbito aporta al alumno una visión del hombre, de la historia y del mundo. El curriculum demanda de la ERE : "Proporcionar una visión cristiana del hombre, de la historia y del mundo para su comprensión y para un diálogo con otras cosmovisiones y tradiciones religiosas". La ERE debe posibilitar que el educando mire al hombre y al mundo y los describa e interprete con ojos de fe. Pero, al "estar en el mundo", y en un marco de sociedad democrática y pluralista, el mismo educando descubre que existen otras formas de ver y de interpretar la realidad, y de ahí nace la necesidad del diálogo.

Finalidad de la ERE 3. Educar en el sentido crítico desde un cuadro de valores específicamente cristianos: ayuda a "Presentar y descubrir la religión y, en concreto, la fe cristiana como instancia crítica de la sociedad". De ahí que el curriculum pida: "Presentar el mensaje cristiano en sus exigencias morales y en orden a una actitud liberadora y humanizadora de la propia persona". Dos son los aspectos a destacar en este apartado: necesidad de una formación moral, y que ésta sea específicamente cristiana. Sólo entonces podrá el alumno "insertarse críticamente en la sociedad".

El documento de junio de 1979 El documento Orientaciones Pastorales sobre la Enseñanza Religiosa Escolar, más conocido como el Documento de Junio del 79, es el texto que define, para la Iglesia Católica española, la presencia de la Religión en la Escuela Pública tras la Constitución de 1978 y los Acuerdos España-Santa Sede de enero de 1979. Es un documento decisivo a la hora de entender el qué, el cómo, el cuándo de la ERE. Teniendo en cuenta, el documento de Junio del 79 y sus desarrollos posteriores, podemos perfilar del siguiente modo el modelo oficial de ERE de la Iglesia Católica: 1. Las clases de religión no pueden ser catequesis, ni tampoco cultura religiosa. Son enseñanza confesional de la religión con un método propio: el diálogo fe-cultura. Es enseñanza confesional, por ser derecho de los padres. Y es síntesis fe-cultura ofrecida al alumno, por ser inseparable de la formación humana. Con su existencia, la ERE posibilita a la escuela un reflejo del pluralismo de la sociedad.

El documento de junio de 1979 2. La escuela y su específica naturaleza cultural es respetada por este documento, que hace de la enseñanza de la religión, ante todo, una asignatura, materia escolar ordinaria, por ser una exigencia propia de la escuela. 3. Por su estilo y planteamiento, la propuesta oficial católica puede ser ofrecida a católicos y no católicos (creyentes o no). 4. El perfil de la ERE está plasmado en sus tres grandes finalidades. Desde el punto de vista cultural la ERE ha de ayudar a los alumnos: a “situarse lúcidamente ante la tradición cultural”, ya que la cultura occidental, y especialmente la cultura española, es difícilmente comprensible si se desconocen los elementos fundamentales del catolicismo.

El documento de junio de 1979 a "insertarse críticamente en la sociedad“. La religión puede contribuir a la pasividad social si se le asigna un papel de configuradora moral del sistema social y cohesionadora del mismo; pero también -si se expresa en categorías radicales- puede conducir a la revolución y a la ruptura. La ERE elige aquí un camino intermedio, la religión como instancia de libre crítica. y a "dar respuesta al sentido último de la vida con todas sus implicaciones éticas" (CEEC, 1979, 8-9). Debe plantear e iluminar la opción radical del hombre ante el misterio de Dios revelado en Jesucristo. Las grandes preguntas de la existencia sobre la verdad, el bien, la libertad, el dolor y el sufrimiento, la muerte, el más allá, etc. son "contenidos" propios de la ERE. 5. La ERE tiene como método el diálogo de la fe con otros saberes. La ERE asume de la teología los últimos avances, los traduce pedagógicamente y lo sitúa en relación con los saberes de la cultura. Los obispos españoles eligieron en 1979 tres campos fundamentales de relación: la historia, las ciencias naturales y la literatura y las artes.

ESQUEMA GENERAL DEL DOCUMENTO JUNIO 1979 ¿POR QUÉ ERE? PECULIARIDAD DE LA ERE CONTENIDO ERE 1. LA ESCUELA Objetivos ERE: Situarse lúcidamente ante la tradición cultural   Insertarse críticamente en la sociedad Dar respuesta al sentido último de la vida con todas sus implicaciones éticas 2. DERECHO DE LA PERSONA Y PADRES Estatuto original  Derecho Distinto ideologías 3. FORMACIÓN HUMANA Fe y cultura: dos interlocutores diálogo FE-CULTURA en el proceso escolar 4. SERVICIO ECLESIAL 1. ERE Y CATEQUESIS ámbitos distintos Complemento de las dos acciones carácter propio de la ERE 2. ERE Y OTRAS DISCIPLINAS ACADÉMICAS 1. EL MENSAJE CRISTIANO EN LA ERE 2. DIFERENTES MODALIDADES DE PRESENTACIÓN A) ENSEÑANZAS MEDIAS asimilación de la cultura implicaciones sociales vertiente moral educación religiosa introducción a la teología B) ENSEÑANZAS PRIMARIAS I CICLO: actitudes básicas II CICLO: síntesis fe cristiana III CICLO: sentido identidad

El documento de junio de 1979 NOTA: Algunas observaciones relacionadas con la ERE   1. Ante todo hay que observar que la comunicación y maduración progresiva de la fe cristiana -que es adhesión personal a Jesucristo y a su mensaje- se va haciendo en el seno de la comunidad eclesial por medio de una multitud de acciones: junto a las palabras de explicación están el testimonio y ejemplo del cristiano adulto, la celebración litúrgica de la fe en la Misa y los Sacramentos, el compromiso por la verdad, la justicia, la paz y el amor... 2. La maduración de la fe incluye, al menos, tres “servicios”: Servicio de la Palabra. (Aquí entraría la clase de Religión). Hay que conocer la fe. Servicio de la Liturgia. La fe hay que celebrarla. Servicio Pastoral. La fe hay que vivirla comprometidamente. 3. No se puede cargar sobre la ERE todo el peso del anuncio y educación de la fe. En la Escuela, el acento se pone en los aspectos de conocimiento y comprensión de Jesucristo y de su Mensaje de Salvación, sin que queden excluidos los aspectos inseparables de actitudes, motivaciones, valoraciones, inherentes al acercamiento y posesión de la verdad. 4. El profesor, al explicar la religión, no actúa como catequista. Su misión es preparar el terreno para poder recibir la semilla de la Palabra de Dios o limpiarlo y desbrozarlo convenientemente para que crezca y se desarrolle con fuerza: clarificar conceptos, explicar cuestiones, ofrecer nuevos datos, enriquecer el vocabulario y su comprensión, desmontar prejuicios e ideas falseadas, ayudar a retener empleando todos los recursos de la inteligencia del niño y todos los recursos pedagógicos: esquemas, cuadros sinópticos, resúmenes en el cuaderno, técnicas dinámicas. 5. Esta tarea conecta perfectamente con el quehacer del maestro en las demás disciplinas escolares que imparte. En efecto, "La enseñanza religiosa escolar tiene como objetivo estimular a que desde un conocimiento de la fe cristiana, tenga lugar un diálogo interdisciplinar que debe establecerse entre el Evangelio y la cultura humana, en cuya asimilación crítica madura el alumno. La enseñanza religiosa pretende integrar esta dimensión en la formación de la personalidad, incorporar el saber de la fe en el conjunto de los demás saberes, y la actitud cristiana en el interior de la actitud general que el alumno va adoptando ante la vida". (Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis, Orientaciones Pastorales sobre la Enseñanza Religiosa Escolar, núm. 65).

Referencia bibliográfica Artacho, R. (1989), La enseñanza escolar de la Religión. Desarrollo cognitivo y curriculum de ERE, Madrid, PPC. Artacho, R. (2004a), "Veinticinco años de ERE en España. El documento de Junio del 79 (1)", en: Religión y Escuela 183, 24-31. Artacho, R. (2004b), "Veinticinco años de ERE en España. El documento de Junio del 79 (2)", en: Religión y Escuela 184, 32-38. Artacho, R. (2006), "Modelos de presencia de la Religión en el espacio público escolar", en: Religión y Escuela 197, 15-28. CEEC (1999), Enseñanza Religiosa Escolar. Profesores, Alumnos, Padres de alumnos. Estudio sociológico, Madrid, EDICE. CEEC (1999), Orientaciones pastorales sobre la Enseñanza Religiosa Escolar. Su legitimidad, carácter propio y contenido, junio 79, Madrid, EDICE. Comisión Episcopal de Enseñanza (1999), La enseñanza de la religión, una propuesta de vida. Congreso de Profesores de Religión, Madrid, PPC. Corzo Toral, J. L. (1994), "La enseñanza religiosa escolar: un reto pedagógico", en: Teología y Catequesis 49, 24-47. Esteban Garcés, C. (2003), Enseñanza de la religión y Ley de Calidad, Madrid, PPC. Ferrer, F. (1987), "La enseñanza religiosa en el pensamiento de la Comisión Episcopal", en: Sal Terrae, 75, 193-210. Fundación Santa María (1984), ¿Quiénes enseñan religión en BUP y FP?, Madrid, SM. Rodríguez, B. (2000), Los fines de la enseñanza religiosa católica y su presencia efectiva en el aula, en: Actualidad Catequética, 99-130. Torralba, F. (1999) La clase de Religión una propuesta humanizadora, en Comisión Episcopal de Enseñanza, La enseñanza de la Religión, una propuesta de vida, Madrid, PPC, 43-47. Yanes, E. (1988) La educación cristiana, don de Dios a su Iglesia, Madrid, EDICE