Presentación CAJP – 9 de marzo de 2017 La Participación Política de las Mujeres en las Américas Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)

La Participación Política de las Mujeres en las Américas La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha destacado históricamente que la participación y representación adecuada de las mujeres en todos los niveles de gobierno es una condición necesaria para el fortalecimiento de la democracia en las Américas. La Comisión ha establecido que para cumplir con esta meta, los Estados deben implementar medidas para respetar y garantizar el ejercicio de los derechos políticos de las mujeres y otros derechos muy vinculados como la no discriminación y la igualdad, y el vivir libres de toda forma de violencia. Para promover el respeto y garantía de los derechos de las mujeres en este ámbito, la CIDH publicó un informe en el 2011 sobre la participación política de las mujeres en las Américas, gracias al apoyo financiero del gobierno de Finlandia. En el informe, la CIDH identifica avances, desafíos y recomendaciones en esta esfera.

La Participación Política de las Mujeres en las Américas La CIDH identificó varias dimensiones del derecho a la participación política de las mujeres en este informe: 1. La participación política de las mujeres tiene dos aristas: 1) la incorporación plena de las mujeres en los cargos públicos, y 2) la necesidad de que las prioridades de las mujeres se vean representadas en la agenda pública; 2. El deber de los Estados de adoptar todas las medidas necesarias para eliminar la discriminación contra las mujeres en la vida pública y garantizar el pleno ejercicio de sus derechos políticos, incluidas las medidas especiales de acción afirmativa. 3. La obligación de los Estados de adoptar todas las medidas necesarias para garantizar la paridad – en el entendido que las mujeres tienen el derecho de participar en las decisiones que impactan el bienestar de la sociedad, no solo como iguales, sino también como una mitad diferentes con sus propios intereses y necesidades. 4. La obligación de todos los Estados de garantizar los derechos de las mujeres en todas las esferas para favorecer que tengan una mayor participación política – incluyendo a esferas como el trabajo y la educación.

La Participación Política de las Mujeres en las Américas Es muy importante destacar que 5 años después de la publicación del informe de la CIDH sobre este tema, la CIDH ha podido corroborar mediante la implementación de todos sus mecanismos de derechos humanos – peticiones individuales, medidas cautelares, visitas y audiencias - que muchos de los desafíos persisten y que se han dado avances claves.

Avances en las Américas De la información recabada por la Comisión se desprende una serie de avances en materia de participación y representación política de las mujeres en las Américas: Cambios normativos y de políticas públicas que reconocen el derecho de las mujeres a participar en la vida política en igualdad de condiciones que los hombres. El resultado es que cada vez más se toman en cuenta los intereses de las mujeres. Implementación de medidas especiales de acción afirmativa para promover los derechos políticos de las mujeres, por ejemplo, las leyes de cuotas.

Avances en las Américas Aumento en la representación femenina durante las últimas décadas en los cargos públicos y las instancias de toma de decisión, sobre todo en el ámbito legislativo y ejecutivo. La elección de mujeres como Presidentas o Primeras Ministras en varios países de la región en los últimos veinte y cinco años. La creación de institutos y ministerios en varios países para promover los derechos humanos y el liderazgo político de las mujeres. La constitución de las mujeres como un cuerpo significativo de votantes en la región.

Desafíos en las Américas Las mujeres constituyen aproximadamente la mitad de la población del hemisferio. Ello no se refleja en los niveles de toma de decisiones en las esferas civiles, políticas, económicas, sociales y culturales. Las mujeres tienen acceso limitado a los cargos públicos y al ejercicio del derecho a votar y a permanecer en los puestos de poder. Muchos de los problemas son producto de un cuadro de discriminación histórica que todavía prima en la región y que afecta de forma negativa a las mujeres. Relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres. Estereotipos de género que encasillan a las mujeres al ámbito doméstico y no fomentan su rol como líderes y tomadores de decisión. Tolerancia social del problema de la violencia contra las mujeres como “normal”. Falta de igualdad en la división sexual del trabajo y la jerarquía de los roles de género en la familia. La falta de condiciones y oportunidades para que las mujeres puedan ser nominadas y electas a puestos de toma de decisiones – y esto incluye no sólo el ámbito nacional, pero también a cuerpos como la CIDH y la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Recomendaciones Adoptar las medidas necesarias para garantizar que las mujeres participen y sean representadas en todas las esferas de la política en condiciones de igualdad y considerando el principio de paridad. Crear las condiciones necesarias para remover los obstáculos estructurales y formales que enfrentan las mujeres en el acceso a los puestos de toma de decisión y a participar en la esfera pública de sus países. Adoptar medidas públicas para redefinir las concepciones tradicionales sobre el rol de las mujeres en la sociedad, y promover la erradicación de patrones socioculturales discriminatorios que impiden su acceso pleno a los cargos públicos y las instancias de decisión.