Como Zaqueo quero subir para ver a Jesús

Con frecuencia, somos llevados a ver en las personas solo los aspectos negativos... ¿Cómo es el MIRAR DE Dios? En la 1ª Lectura, vemos el modo de Ver de Dios: “Los ojos de Dios son diferentes de los nuestros". (Sb 11,22-12,2) El autor sagrado manifiesta su espanto porque el castigo de Dios sobre los egipcios había sido moderado y benevolente. Y encuentra tres razones para justificar esa benevolencia de Dios: Como Zaqueo

1. Él es paciente porque es grande y poderoso... No se siente incomodado por los actos de los que son pequeños y finitos. De ahí resulta la tolerancia y la misericordia... 2. Él no quiere la muerte del pecador, sino su conversión. Por eso: "Dios cierra los ojos“ ante el pecado del hombre, a fin de invitarlo al arrepentimiento.

3. Dios ama todas las criaturas: Porque todo es obra de sus manos... No está interesado en castigar a los hombres. Los males mismos no son "castigos de Dios". Sirven incluso como remedio para que el hombre ponga los pies en el suelo, reconozca sus pecados y vuelva a los caminos de la vida. * Esa imagen del amor y de la misericordia de Dios debe impregnarnos y transparentarse en gestos para con nuestros hermanos.

En la 2ª Lectura, vemos a modo de ver de Pablo. (2Tm 1,11-22) El Apóstol nos recuerda que Dios es el protagonista en la salvación del hombre. Dios está siempre en el principio, en el medio y en el fin... Es Él quien anima y da fuerzas a lo largo del camino; es Él quien nos espera al final del camino, para darnos la vida plena. * La salvación no es una conquista nuestra, sino un don de Dios

En el Evangelio vemos el Mirar de Jesús, en el encuentro con Zaqueo. (Lc 19,1-10) + ZAQUEO es jefe de los Publicanos, de ladrones... hombre de "baja estatura", pequeño, insignificante a los ojos de los hombres, despreciado y rechazado de la comunidad... - Este hombre buscaba "ver a Jesús".

El "Ver" indica aquí más que curiosidad, una búsqueda intensa de algo nuevo, un ansia de descubrir el "Reino", un deseo de formar parte de esa comunidad de salvación que Jesús anunciaba. - Sin embargo, el Maestro debía parecerle distante e inaccesible, rodeado de esos "puros" y "santos", que despreciaban a los marginados como él. - El "subir a una higuera" indica un deseo muy fuerte de encuentro con Jesús, dispuesto a enfrentar hasta el ridículo o los abucheos de la multitud.

+ JESÚS va a su encuentro. Deja el grupo de los "fieles“ y se preocupa del "pecador". Alza los ojos y ve al "pequeño"... Lo llama por el nombre: Zaqueo ("puro"). Él se autoinvita: “Baja enseguida... porque hoy tengo que alojarme en tu casa".

+ La actitud de Jesús provoca una REACCIÓN: - La Multitud murmura escandalizada: “Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador". - Zaqueo acoge con alegría al huésped... Prepara una cena. Y, conmovido, hace un pequeño discurso, en que manifiesta su transformación. Está dispuesto a repartir sus bienes con los pobres y restituir cuatro veces más... Zaqueo solo se aquietó cuando consiguió VER a JESUS y acogerlo en su casa y en su corazón.

+ CRISTO concluye: "Hoy ha sino la salvación de esta casa..." PASOS: - Zaqueo desea ver a Jesús... y va a su búsqueda; supera los obstáculos... - Jesús percibe su interés y va a su encuentro: Se invita... Acogido... Zaqueo abre las puertas de su corazón... desciende deprisa, acoge a Jesús y también a los pobres: la Salvación. * Zaqueo solo resolvió ser generoso Tras el encuentro con Cristo y tras haber tenido la experiencia del AMOR y de la MISERICORDIA de Dios.

El amor de Dios no se derramó sobre Zaqueo después de haberse convertido. Lo que provocó la conversión de Zaqueo fue el amor de Dios, cuando todavía era pecador. Se convirtió, cuando se sintió amado... Se prueba así que el amor puede transformar el mundo y el corazón de los hombres. Hoy Cristo sigue llamando a la puerta de nuestra casa. Él quiere cenar con nosotros para librarnos de todo lo que nos aprisiona e impide nuestro crecimiento en la vida de fe y de comunidad.

Abriendo las puertas de nuestra casa para acoger a Jesús, abrimos también los oídos y el corazón al anuncio de la Buena Nueva. Es ese Dios de amor el que debemos anunciar con palabras y gestos. Solo el amor genera amor y solo con el amor conseguiremos transformar el mundo y el corazón de los hombres. Dios nos invita a amar a todos los hombres, incluso a los pecadores; pero nos llama a combatir el pecado, que ensucia el mundo y destroza la felicidad del hombre.

- ¿O un mirar dulce, como el de Jesús, ¿Cuál es nuestro modo de Mirar a con los que se sienten excluidos y marginados hasta por los "fieles" de nuestra Comunidad? ¿Un mirar severo y feroz, como el de la gente, que juzga y condena? - ¿O un mirar dulce, como el de Jesús, que convida a celebrar un “banquete", con mucho amor y acogida? P. Antonio Geraldo Dalla Costa -30.10.2016

Traducción: P. José Luis Uranga, CMF MI DOMINGO Con la Palabra de Dios Meditada por: P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS Ilustración: Nelso Geraldo Ferronatto Traducción: P. José Luis Uranga, CMF Música: Como Zaqueu Reges Danese Busca la dirección: http://www.buscandonovasaguas.com