"Levantad la Cabeza" Estamos en el penúltimo Domingo del Año Litúrgico. Las Lecturas son un preludio de esa culminación, invitándonos a reflexionar sobre el fin de los tiempos. La meta final, hacia donde Dios nos conduce, hace nacer en nosotros la esperanza y el valor para enfrentarnos a las adversidades y luchar por la llegada del Reino

En la 1ª lectura : Malaquías describe el “Día del Señor". (Ml 4,1-2) - El Pueblo de Israel había vuelto del exilio con muchas promesas de un futuro maravilloso, un reino de paz, de bienestar y de justicia. Mas, lo que él ve es lo contrario. Por eso, comienza a manifestar la desilusión

En un lenguaje profético, Malaquías dirige palabras para confortar y dar esperanza. Dios no va a abandonar a su pueblo. Va a intervenir en la historia, destruyendo el mal Y haciendo triunfar el Bien, la Justicia y la Verdad. No pretende infundir miedo, hablando del "fin del mundo", sino fortalecer la ESPERANZA en Dios libertador para enfrentarse a los dramas de la Vida y de la Historia, Esperanza que debemos tener también hoy, a pesar de lo que vemos... EL DÍA TERRIBLE DEL SEÑOR Mirad que llega el día ardiente como un horno. Malaquías, 4,1

La 2ª Lectura habla de la comunidad de Tesalónica, perturbada por fanáticos que predicaban que estaba próximo el fin del mundo. Por eso, no merecía la pena continuar trabajando. Pablo presenta el ejemplo de trabajo de su vida Y añade: “El que no quiera trabajar, que no coma..." (2Ts 3,7-12) El TRABAJO es el mejor medio de prepararse para la venida del Señor.

En el Evangelio, tenemos el Discurso Escatológico, en el que aparecen tres momentos de la Historia de la Salvación: La destrucción de Jerusalén, el tiempo de la Misión de la Iglesia y la Venida del Hijo del Hombre. (Lc 21,5-19)

-Lucas escribió -el evangelio unos 50 años después de la muerte de Cristo. Durante ese tiempo, ocurrieron cosas terribles: guerras, revoluciones, la destrucción del Templo de Jerusalén, la persecución de los cristianos por parte de los judíos y de los romanos. - Para muchos eran señales del fin del mundo... Lucas, con palabras del propio Maestro, indica dos actitudes:. No dejarse engañar por falsos profetas.. No perder la esperanza, Dios está con nosotros.

- Los Discípulos muestran a Jesús la grandiosidad del TEMPLO... - Jesús no se entusiasma con esa estructura, para Él ya superada, y anuncia el fin de ese modelo de sociedad y el surgimiento de otra: “Llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todos será destruido."

- Curiosos, quieren tener más información: “¿Cuándo va a ser eso?, y ¿y cuál será la señal?" -Jesús responde con un lenguaje apocalíptico, mezclando referencias a la caída de Jerusalén y al fin del mundo: "Habrá grandes terremotos... hambre y epidemias... aparecerán fenómenos espantosos en el cielo..." + Jesús alerta sobre los falsos profetas: No dejarse engañar: "Cuidado, no seáis engañados, porque vendrán muchos en mi nombre... No sigáis a esa gente".

* También hoy muchas personas hablan en nombre de Jesús, dando respuestas fantasiosas producidas por motivos personales. No es prudente creer en todo lo que se dice en nombre de Jesús. + Jesús exhorta a la esperanza: No a tener miedo... Esas señales de destrucción del mundo viejo no deben asustar, por lo contrario son anuncio de alegría y esperanza, de que un mundo nuevo va a surgir.

“C uando estas cosas empiecen a acontecer, levantaos, ALZAD LA CABEZA, porque la Liberación está ya próxima". (Lc 21,28) * Jerusalén deja de ser el lugar exclusivo y definitivo de la salvación; comienza el tiempo de la Iglesia, en que la Comunidad de los discípulos testimoniará la Salvación a todos los pueblos de la tierra.

+ Las catástrofes continúan también hoy... Guerras, revoluciones, terrorismo por todas partes... Mucha gente muere de hambre, el calentamiento global es amenazador; ciclones, terremotos y maremotos se multiplican. Parece el fin de todo. Los discípulos no deben temer: Habrá dificultades, mas ellos tendrán siempre la ayuda y la fuerza de Dios.

En el Discurso Escatológico, Jesús define la misión de la Iglesia: Dar testimonio de la Buena Nueva y construir el Reino. ¿Cuál es nuestra actitud ante el mundo catastrófico que vivimos? * No perdamos nuestro tiempo con historias de visionarios, ¡creamos más en la Palabra del Evangelio! * ¿Tenemos la certeza de que no obstante todas las contrariedades, un Mundo Nuevo, el Reino de Dios, un día ciertamente triunfará?

* Ante tantas dificultades, ¿nos dejamos llevar por el desánimo o creemos realmente en la victoria final del Reino de Cristo?  Cristo nos asegura: “Ánimo, LEVANTAD LA CABEZA, porque se aproxima la liberación". P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS –

MI DOMINGO Con la Palabra de Dios Meditada por: P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS Ilustración: Nelso Geraldo Ferronatto Busca la dirección: Traducción: P. José Luis Uranga, CMF Música: 2001 Uma Odisseia no espaço György Ligeti Trilha sonora do filme