CONTENIDO Y FINALIDAD SOBRENATURALES DE LA BIBLIA

Presentación del tema: "CONTENIDO Y FINALIDAD SOBRENATURALES DE LA BIBLIA"— Transcripción de la presentación:

1 CONTENIDO Y FINALIDAD SOBRENATURALES DE LA BIBLIA
Presentación del P. Silverio Velasco CAPITULO V CONTENIDO Y FINALIDAD SOBRENATURALES DE LA BIBLIA Después de ver la “inspiración bíblica”, vamos a ver: 1) el contenido, es decir, las verdades naturales y sobrenaturales, y su relación. 2) La finalidad de la Escritura en relación con la santificación del hombre.

2 1. Contenido sobrenatural
a. Las verdades naturales y sobrenaturales de la Biblia Los libros sagrados constituyen una realidad de índole sobrenatural. Por esto también tienen origen divino. La Sda.Escritura manifiesta la divinidad, sabiduría y misericordia de Dios. No es la perfección de Dios, sino, como dice Sto.Tomás, es “como un rayo salido de la Verdad primera”.

3 Las acciones divinas sobrenaturales se distinguen:
a) Por el “modo de la acción”, como la curación instantánea de un ciego. b) Por la “naturaleza del efecto”, como la infusión de la gracia por medio de los sacramentos. Así es la SSEE. En la Biblia hay muchas verdades de la vida común que no son verdades estrictamente sobrenaturales.

4 Verdades sobrenaturales
La DV 6 trae una síntesis del contenido de la Biblia: “Mediante la revelación divina Dios quiso manifestarse a Sí mismo y los eternos decretos de su voluntad acerca de la salvación de los hombres, para comunicarles los bienes divinos, que superan totalmente la comprensión de la inteligencia humana”. Es conocimiento y acceso a la vida sobrenatural.

5 Relación entre verdades naturales y sobrenaturales
Dice el DV6: “Dios, principio y fin de todas las cosas, puede ser conocido con certeza a partir de las cosas creadas por la luz natural de la razón humana”. Junto a las verdades estrictamente sobrenaturales, la Escritura contiene verdades que son de por sí accesibles a la razón humana. Entre las verdades naturales y sobrenaturales no existe yuxtaposición sino relación armónica, de modo que la Biblia es realidad de contenido sobrenatural.

6 Como Dios es la fuente suprema de la Revelación, todas las verdades naturales contenidas en la Biblia poseen una estrecha conexión con el objeto propio de la fe: Dios. La unidad entre verdades naturales y sobrenaturales se debe a la centralidad del misterio de Cristo. Así lo enseñaban ya los santos Padres. San Jerónimo dice que si en los textos sagrados no se descubre a Cristo, no se ha entendido bien el sentido. Así lo afirma la Spiritus Paraclitus: “En Cristo convergen los dos Testamentos”.

7 Verdad “per se” y “per accidens”
Dice Sto. Tomás: “Hay verdades que son por sí mismas objeto de fe; otras no lo son por sí mismas, sino en relación con las primeras”. Son objeto de fe por sí mismas las que nos dirigen directamente a la vida eterna: como el misterio de un Dios en tres personas distintas, la omnipotencia de Dios, el misterio de la Encarnación de Cristo. Estas forman el objeto principal de la Biblia.

8 Sto. Tomás dice que hay verdades en la Biblia que no son principales, pero que se proponen “para manifestar las primeras”. Entre otros ejemplos pone el hecho de que Abraham tuviera dos hijos. Del hecho de que sean secundarios no quiere decir que sean superfluos, pues poseen una dimensión sobrenatural. Por estos textos podemos levantar la mirada y descubrir mejor las verdades sobre Dios y sobre Cristo.

9 b. El contenido del Antiguo y del Nuevo Testamento
Cada uno tiene un modo peculiar (Vease en DV 15-18) Antiguo Testamento. En cuanto al plan salvífico de Dios (“economía), el DV señala que Dios dirige desde el comienzo la historia salvífica para que sirva de preparación a la venida y manifestación del misterio de Cristo. Es anunciado por “profetas” y significado por figuras a través de hechos y personajes de la historia bíblica.

10 En cuanto a los libros, dice en DV 15 que están destinados a instruir a la humanidad sobre quién es Dios y quién es el hombre. También que muestran el tipo de educación moral y religiosa que Dios utilizó y utiliza para llevar a la humanidad a la salvación en Cristo. Por esto los cristianos debemos recibir estos libros devotamente, pues encierran sublimes doctrinas acerca de Dios, sobre la oración, y en ellos está latente el misterio de nuestra salvación. Dios visita a Job

11 Nuevo Testamento Aquí es donde la palabra de Dios se presenta y manifiesta con todo su vigor de manera especial. El misterio eterno de salvación “se ha revelado a sus apóstoles”. A quienes se les reveló “para que predicaran el Evangelio, suscitaran la fe en Jesús, Cristo y Señor y congre-garan la Iglesia”.

12 Entre los libros del Nuevo Testamento merecen un lugar preeminente los evangelios.
Son el testimonio principal de la vida y doctrina del Verbo encarnado. “El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”, instauró el reino de Dios en la tierra. Completó su obra con su muerte, resurrección y ascensión y la misión del Esp. Santo. Alrededor de los evangelios se disponen los demás libros del N.T., al contarnos los principios de la Iglesia, su difusión y el anuncio de la gloriosa consumación (DV 20).

13 2. Finalidad y eficacia sobrenaturales de la Escritura
Dios nos ha dado la Sagrada Escritura “para que alcancemos la vida eterna”. Dios ha comunicado a los hombres la verdad salvífica para que los hombres lleguen a El por el conocimiento de esa verdad. “Los libros de la Escritura enseñan la verdad que Dios quiso consignar para nuestra salvación” (DV 11)

14 Para “tener la vida” es necesario creer.
La verdad y el fin salvífico son inseparables en la misma Escritura: “Han sido escritos para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios”, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre” (Jn 20,31). Para “tener la vida” es necesario creer. “El hombre de Dios se encuentra perfecto y preparado para toda obra buena” (2Tim 3,16-17).

15 Dios ha determinado que el hombre, conociendo las verdades fundamentales sobre Dios y sobre sí mismo, encuentre la felicidad que solo está en el goce del sumo bien. Cada verdad de la Biblia, aun la aparentemente profana, está consignada para nuestra instrucción y bien. Por eso cualquier lectura de la Biblia debe estar orientada al conocimiento de Dios y a la salvación del hombre.

16 Decía san Agustín: “Quien piensa que ha comprendido las Escrituras divinas o cualquier parte de ellas, si con esa comprensión no consigue alzar el edificio de esta caridad doble, de Dios y del prójimo, no las ha comprendido todavía”. Puesto que el hombre se encamina hacia Dios por la gracia, todo lo que está contenido en los textos inspirados se propone en orden a la gracia. Ellos disponen el intelecto, la voluntad y todas las fuerzas humanas a la gracia, enseñando el modo de vivir sus exigencias.

17 Presentación del P. Silverio Velasco EXTRACTADO
de la “Introducción General a la Biblia” del P. Miguel Angel Tábet