ContextoMaestro/a 2
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4 alumno actitud de apertura sociabilidad El alumno tiene que ser guiado por el educador católico hacia una actitud de apertura y sociabilidad para con los demás miembros de la comunidad educativa y de las otras comunidades de que forma parte.
5 El contacto personal con el educando es la fuente misma en la que el educador obtiene el necesario conocimiento que ha de poseer del alumno para formarlo.
Tiene que dosificar con prudente realismo la cercanía y la distancia. Cercanía, porque sin ella carece de base la relación personal; distancia, porque el educando debe ir afirmando su propia personalidad sin que se vea disminuida su libertad. 6
Cuanto más viva el educador el modelo de persona que presenta como ideal, tanto más será éste creíble y asequible. Especialísima importancia alcanza aquí el testimonio de la vida del educador laico 7
8 Como generadores de actitudes humanas, que procurará suscitar en los educandos, tales como: * La libertad respetuosa con los demás, * la responsabilidad consciente, * La sincera y permanente búsqueda de la verdad, * la crítica equilibrada y serena, * La solidaridad y servicio hacia todos los hombres, * la sensibilidad hacia la justicia, * La conciencia especial de ser llamados a ser agentes positivos de cambio en una sociedad en continua transformación.
9 Este es el conjunto de elementos coexistentes y cooperantes capaces de ofrecer condiciones favorables al proceso formativo. Por tanto, personas, espacios, tiempo, relaciones, enseñanza, estudio y actividades diversas son elementos que hay que considerar en una visión orgánica del ambiente educativo.
El educador necesita prestar constante atención al entorno sociocultural, económico y político de la escuela, y al contexto regional y nacional. Esto le proporcionará los datos precisos para salir al paso de las necesidades actuales de formación de sus alumnos e intentar prepararlos para el mundo futuro que intuye 10
Tampoco puede considerar como ajenas a su tarea educativa su participación y colaboración en otros grupos y asociaciones profesionales o conectadas con la educación, y su posible actividad sindical en consonancia siempre con los derechos humanos y los principios cristianos sobre educación 11
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18 La tarea del educador no puede reducirse a su profesionalidad. Debe vivir su trabajo como una vocación, que por su misma naturaleza laical, tendrá que conjugar el desinterés y la generosidad, con la legítima defensa de sus derechos
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Tener en consideración la pedagogía de Jesús, lo que conlleva: 1.La acogida: acercarse e interesarse por el estudiante 2.El discernimiento: aportar a la formación que ya trae. 3.El acompañamiento: acompañarlos 4.Suscitar en ellos el testimonio de vida cristiana 20
1.El amor pedagógico, 2.Un sabio y respetuoso acompañamiento del estudiante, en función de su crecimiento y desarrollo integral. 3.Un anhelo de excelencia professional, permanentemente buscado a través del perfeccionamiento continuo. 4.Un conocimiento y manejo de las nuevas tecnologías al servicio de la educación y de la formación de las nuevas generaciones. 21
22 Oh Jesús Divino Maestro! A Ti que eres la luz y guía de los educadores, elevamos nuestra plegaria, para pedirte por todos los que, conformamos esta comunidad educativa. Concédenos la gracia de conocerte mejor; de seguir tus pasos, ya que eres el Maestro por excelencia; de amarte de tal manera que, nosotros mismos, podamos amar sincera y desinteresadamente a nuestros educandos, a quienes queremos orientar en proyección a la bienaventuranza eterna. Haz que nuestro testimonio sea ejemplo para nuestros Educandos, sus familias y la sociedad. Ayúdanos a responder con fidelidad a nuestra vocación de educadores. Danos fuerza y sabiduría para poder formar a nuestros alumnos en la libertad, la paz y el compromiso. Que por esta acción educativa, Puerto Rico llegue a ser una patria de progreso y calidad de vida. Todo esto te lo pedimos por la intercesión de María, la Estrella de la Evangelización.