María de Ibarrola Nicolín; Eduardo Remedi Allione y Eduardo Weiss Horz ( Dirección y coordinación ) (2014) Tutoría en escuelas secundarias. Un estudio cualitativo Autores: Lilia Antonio Pérez, Enrique Bernal Reyes, Claudia Carretta Beltrán, María de Ibarrola Nicolín, Citlalli López Rendón, María Eugenia Luna Elizarrarás, Rosario Molina Castro, Eduardo Remedi Allione, Eduardo Weiss Horz http://publicaciones.inee.edu.mx/buscadorPub/P1/C/229/P1C229.pdf

La emergencia de la tutoría en las escuelas secundarias Uno de los principales objetivos de la Reforma Integral de la Educación Secundaria 2006 fue centrar en los alumnos el proceso de enseñanza. Para lograrlo se propuso: Tomar en cuenta sus características y acompañar, apoyar y orientar a los alumnos, más allá de las exigencias académicas y de logro escolar Abrir un nuevo espacio curricular: La tutoría

El estudio de la tutoría en las secundarias En 2011, el INEE solicitó al DIE-Cinvestav tutoría un estudio cualitativo sobre la implementación en las escuelas secundarias que fue realizado por un equipo formado por cuatro investigadores del DIE y cinco egresados de la maestría del mismo Departamento. La investigación se desarrolló en 12 secundarias, 4 generales, 4 técnicas y 4 telesecundarias ubicadas en 4 estados: Chiapas, Estado de México, Querétaro y Nayarit Un equipo de tres investigadores visitó por una semana a cada una de estas escuelas durante la cual presenciaron la jornada escolar completa En total se realizaron 53 entrevistas a directivos y personal de apoyo, 76 a tutores y maestros, 129 a alumnos y 37 a padres de familia. Se aplicaron cuestionarios a 53 grupos de alumnos y se realizaron 50 observaciones de sesiones de tutoría.

El estudio cualitativo se basó en tres enfoques principales: • La elaboración y puesta en práctica de políticas públicas y curriculares (la Tutoría) • La apropiación de la Tutoría en la vida cotidiana de las escuelas • La institucionalización de la Tutoría

Diseño de la innovación Generada en oficinas centrales de la SEP Sobrecargada de expectativas y propósitos: Se suponía que la tutoría contribuiría significativamente a la conversión de las escuelas en “comunidades de aprendizaje” Y para los adolescentes en “espacios para el disfrute del aprendizaje, el bienestar en el estudio y la convivencia armónica de los alumnos” La fuerza de la tutoría se finca en que ocupa una hora semanal en el plan de estudios oficial de todos los grupos y grados Se asigna a un tutor a prácticamente a todos los grupos de la secundaria al que se le remunera la hora en que imparte tutoría

Llegada de la tutoría a las escuelas Implantada “de arriba hacia abajo”, con débil participación de instancias estatales y locales La tutoría llega a las escuelas acompañada de información ambigua y de confusión respecto a su contenido y a su sentido Se inicia el proceso de apropiación institucionalización y desarrollo de la tutoría en las escuelas

La Gestión de tutoría en los planteles Más allá de asignar tutores a todos los grupos y dedicarle una hora en el calendario semanal, las estructuras organizativas y el personal de las escuelas son incapaces de brindar mayores apoyos al trabajo de los tutores En las escuelas la tutoría se maneja en dos modalidades básicas: como continuidad y enriquecimiento de la función tradicional de la asesoría de grupo o como una materia más a impartir En un estado registró avances como: La eliminación o reducción de la práctica de asignar múltiples grupos a un solo tutor; la insistencia en que los tutores impartan alguna materia a los grupos que tutoran

En las escuelas la planeación y evaluación de la tutoría es casi inexistente En ninguna de las escuelas existe una evaluación o seguimiento formal de la tutoría Cuando más, la planeación de la tutoría se agota en la entrega de formatos que se archivan cumpliendo un trámite burocrático sin sentido (con excepción de una escuela estudiada) En una escuela nombraron a la orientadora coordinadora de tutoría que al inicio del semestre realiza una reunión de planeación de tutoría con todos los maestros, además de reuniones de trabajo colegiado

La planeación y organización de la tutoría en las aulas En casi todas las escuelas los tutores, cuando no improvisan, programan o preparan sus sesiones de manera individual y sobre la marcha, con tiempos apretados, escasa o nula capacitación y acceso mínimo a materiales Los esfuerzos de planeación de los tutores se sostienen en empeños individuales y en los eventuales intercambios informales con sus colegas Al realizar las sesiones de tutoría, los maestros dan contenido y sentido a esa tarea, con base en las distintas experiencias directas o indirectas que han tenido, en su formación, su trayectoria e intereses, y en los aportes de los materiales de apoyo que logran conseguir.

Principales contenidos tratados por la tutoría en la secundarias El seguimiento académico. Es el ámbito más trabajado en la tutoría, debido al peso que alcanzan las calificaciones en el prestigio de la escuela y los maestros, y en la percepción que tienen los padres de familia sobre el aprovechamiento escolar de sus hijos Se identifican dos modalidades principales para impulsar la mejoría de las calificaciones: El análisis de boletas realizado por los propios alumnos bajo guía del tutor, acompañada de exhortaciones por parte de los maestros a dedicar más y mejor tiempo a los estudios; La segunda, encontrada en varias escuelas, consiste en hacer que los alumnos más avanzados apoyen a sus compañeros con problemas académicos, modalidad que adquiere diferente organización, y extensión y denominaciones: patrulla, pareja, marcaje personal.

Convivencia en el aula y en la escuela Los tutores abordan este ámbito de tres maneras: Con el análisis de distintos contextos de convivencia: con los papás y la familia, con los compañeros de escuela, consigo mismos; Con el tratamiento de valores deseables para la convivencia, que para algunos tutores consiste en que los alumnos “se aprendan los valores” pero que otros abordan desde un enfoque vivencial y de reflexión y Con la resolución de conflictos, este ámbito llega a rebasar los límites del tutor y de la escuela misma; ante situaciones de violencia, delincuencia, drogadicción, la labor de la escuela se realiza de manera individual y buscando apoyo de instancias externas.

Integración entre los alumnos y el ambiente escolar Se identificaron tres rubros: Conocimiento de la escuela a la que ingresan, en el que dedican una semana a la bienvenida y recorridos guiados por las diferentes secciones del plantel en los que se supone conocerán al personal y las funciones que desempeña. Recabar información sobre los alumnos, sobre sus características socioeconómicas y del contexto familiar en el que viven, estrategia que muchas veces se reduce a la tradicional elaboración de una ficha “psicopedagógica” o hacerlos contestar un cuestionario. Y Hacer que los alumnos se conozcan entre sí, con miras a fomentar la tolerancia y la sana convivencia centrado en dinámicas y juegos de integración. Los tutores tratan otros temas puntuales de manera contingente como: elaborar un proyecto de vida, los matrimonios y embarazos prematuros entre las alumnas; las adicciones; cuidado de la salud, al igual que el futuro laboral y profesional.

El abordaje de los contenidos de tutoría El tratamiento didáctico de los contenidos de la tutoría es similar al que los docentes utilizan en otras asignaturas: predomina la exposición por parte del tutor, copias, dictados, interrogatorio, lectura comentada. Al respecto los alumnos demandan clases más activas, más participativas, donde se expresen libremente y relacionadas con sus intereses y procesos de reflexión, demanda que constituye un reto para los tutores.

La mirada de los alumnos sobre las sesiones de tutoría En general, los alumnos valoran de manera positiva la tutoría pero muchos no saben precisar “para qué” sirve, y algunos piensan que es innecesaria. Los temas que les gustan son los relacionados con sus vivencias e intereses; con los cambios que están experimentando con su cuerpo, amistad, situaciones de riesgo. Por ejemplo, en palabras de un alumno: “Pues, la verdad, las clases que nos ha dado sirven para reflexionar. Nos ha servido mucho como lo de los embarazos, de que si vamos a practicar el sexo a nuestra edad no es conveniente hasta que seamos grandes, como de 18 …y nos dijo los problemas que podamos tener, como mantener una casa, la leche, los pañales, ¡todo lo que cuesta!” La valoración del espacio también depende de la manera en que el tutor trate los temas: les gusta cuando consideran que las clases son activas porque logran la participación grupal y sienten que son escuchados, como expresó otro alumno: “todos opinan que se hace más grande el tema”. La valoración es negativa cuando el tutor dicta, expone y trata los temas de forma “teórica”. No les gusta que se traten los temas abstractamente y que no se vinculen con sus vivencias.

Percepción y participación de los alumnos en el desarrollo de la tutoría La experiencia de los alumnos en su recorrido escolar les permite distinguir a buenos y malos tutores, la regularidad y consistencia de las sesiones y los impactos reales y potenciales que genera. Frecuentemente los alumnos con buen aprovechamiento apoyan la acción tutora realizando acompañamiento y apoyo académico a sus pares (en “patrullas”, “tutoría”, “marcaje personal” o “asesoría”). Los alumnos perciben que la acción tutora no compete a una sola persona, y que dicha función la pueden realizar varias figuras escolares como otros profesores, la orientadora, el prefecto o el director. Cuando identifican alguno de estos actores como persona de confianza, que puede apoyarlos o que está al tanto de lo que sucede en el grupo e inclusive de problemas personales extraescolares. Recurren a ellos.

La tutoría y los padres de familia La mirada de los tutores, compartida por muchos directivos y docentes, ve una gran falta de compromiso de la mayoría de los padres, que tienden a desentenderse de la educación de sus hijos dentro de la escuela, a ignorar y desconocer su comportamiento, a delegar la responsabilidad por ellos a otros miembros de la familia, a concebir a los maestros como sus sustitutos y a las escuelas como una enorme guardería. Los padres cuyos hijos tienen buenas calificaciones y comportamientos acuden con regularidad a las reuniones establecidas, en cambio, los padres cuyos hijos no tienen buen comportamiento son los más reacios a participar; tienen que ser convocados de manera específica, y aun así en ocasiones no acuden.