Marcos Albaladejo Brañas David Franco Acero Beatriz García López Alejandro Ruiz Estepa
La historia de los mantecados y polvorones en España data del siglo XVI. Al igual que la tradición de las doce uvas en Nochevieja, el consumo de este producto comienza con un exceso de producción en la cosecha. Concretamente el hecho tuvo lugar en Andalucía, unos dicen que en Antequera y otros que en Estepa a raíz del excedente de trigo y manteca de cerdo.
250 gramos de manteca de cerdo 250 gramos de manteca de cerdo 250 gramos de azúcar 250 gramos de azúcar 120 gramos de almendras tostadas molidas 120 gramos de almendras tostadas molidas 250 gramos de harina 250 gramos de harina 30 gramos de azúcar glass 30 gramos de azúcar glass 5 gramos de canela 5 gramos de canela 1 cucharadita de café 1 cucharadita de café 1 cucharada de ralladura de limón 1 cucharada de ralladura de limón
Primero tenemos que poner la harina. La ponemos en un bol e introducimos en horno precalentado a 180 ºC durante unos 15 minutos. Ponemos la harina, cuando se haya enfriado, en una mesa formando un volcán en el que vamos introduciendo la manteca, el azúcar glass, la sal y la canela. Mezclamos todo bien y agregamos la almendra molida. Amasamos hasta conseguir una pasta suave y homogénea. Con una parte de la masa se forma un cílindro de unos 2,5 centímetros de diámetro, y se cortan piezas de 20 a 25 g aproximadamente. Formamos bolas y se van situando en placas de horno con papel de estraza, se van aplanando con los dedos, dándoles un grosor de 1 centímetro aproximadamente. Cocemos en el horno a 225 ºC durante cinco minutos, hasta que estén ligeramente doradas. Antes de cogerlos y envolverlos,hay que dejarlos enfriar puesto que en caliente se rompen.