“EL DECLIVE Y LAS MUTACIONES DE LA INSTITUCIÓN” de RANçOIS DUBET Tema 13: “EL DECLIVE Y LAS MUTACIONES DE LA INSTITUCIÓN” de RANçOIS DUBET 1

El declive y las mutaciones de la institución: Se trata de un análisis pormenorizado de lo que constituye un cambio esencial en la modernidad avanzada, una mutación que afecta a elementos distintivos de la cultura occidental y que Dubet cifra en el programa institucional

Tesis: La crisis de la institución escolar como crisis del proceso general de socialización (no cabe enterderla como una crisis gremial sino en enmarcada en el proceso general de socialización). Sobre este planteamiento se despliegan los cuatro ejes argumentales: Paradojas del proceso de socialización dadas por el carácter individualista de nuestros modos culturales. Elementos del programa institucional. Persistencia y extensión del programa institucional más allá de los espacios en los que se originó. Causas de la crisis institucional, una nueva paradoja: la crisis se debe al propio éxito de la institución.

La noción de institución. Sentidos: Procedente del campo de la Antropología. Prácticas sociales ritualizadas Proviniente de la sociología política. Las instituciones son marcos y procedimientos constituyentes de la soberanía, que permiten que se regulen los conflictos y que se tomen las decisiones legítimas Identifica las instituciones con organizaciones y empresas Aquí utilizará el término institución en un sentido particular: que tiene la función de instituir y de socializar. Se define por su capacidad de hacer advenir un orden simbólico y de formar un tipo de sujeto ligado a este orden, de instituirlo. Ejs: la Iglesia, la Escuela, la Familia o la Justicia son instituciones

Socialización y subjetivación La socialización “formatea” a los individuos conforme a las necesidades del sistema El “trabajo sobre el otro”: educar, formar, cuidar se inscribió en lo que Dubet denominó PROGRAMA INSTITUCIONAL de la modernidad , se asienta sobre una paradoja: el intento de combinar la socialización de los individuos y la formación de un sujeto en torno a valores universales, articular su integración social y la integración sistemática de la sociedad. Este modelo está actualmente agotado.

EL PROGRAMA INSTITUCIONAL Se refiere a toda una serie de dispositivos civilizatorios que han tenido un papel crucial en la socialización de los individuos, así como en la articulación de diversas formas de control social. Afecta a una serie de profesiones que caen bajo la denominación de TRABAJO SOBRE LOS OTROS: educar, formar, cuidar Profesiones en las que ha recaído durante mucho tiempo el peso de la difusión de los ideales que proporcionaban un sentido (simbólico) a proyectos, logros y fracasos del sujeto moderno. La realización de esta socialización paradójica exige un dispositivo, una técnica de socialización cuyos orígenes se encuentran en la Iglesia y más concretamente en la forma escolar, ha racionalizado la pedagogía sacando a los alumnos de las familias, creando clases, niveles, disciplinas profesionales de la educacación, reuniendo y racionalizando en un solo lugar lo que los preceptores llevaban a cabo individualmente en las familias, fue para crear un tipo de sujeto, un creyente un hombre capaz de actuar guiado por la fe. Un sujeto capaz de aplicar los principios generales del dogma transformando los dogmas en fe personal. Para llevar a cabo este objetivo la Iglesia ha inventado un dispositivo simbólico, un trabajo educativo que el autor denomina: programa institucional.

Elementos del progrma institucional Conjunto de valores y principios sagrados Valores que se consideran sagrados e innegociables como los de la Razón, la nación, progreso y la ciencia. Paralelismo entre el programa desarrollado en el “templo” y el desarrollado en la escuela, hospitales, cuarteles, tribunales que han tomado mucho de la estética teológica. De la abstracción gratuita a la práctica útil El trabajo sobre el otro El maestro de escuela es tan sagrado como el sacerdote porque transmite como él unos principios superiores. La principal virtud del maestro es su vocación. La autoridad del maestro -- sacerdote, maestro, juez, médico– es carismática. Una autoridad apoyada por los valores de la institución: Razón, Nación, Cultura, Ciencia. El santuario La escuela se ha concebido como templo de la cultura La disciplina escolar se inspira en la Regla de los conventos, los ejercicios escolares están acompasados como los ritos religiosos. La socialización escolar es una subjetivación El programa institucional tiene por objeto construir la libertad y la autonomía del sujeto. Cuando se introyectan esos principios universales de la fe y la razón con el fin de ser el propio maestro de su acción. Los profesores defienden el mismo razonamiento cuando explican a sus alumnos que su libertad, su inteligencia y su espíritu crítico surgirá de una larga sumisión a las disiciplinas escolares.

La fuerza de un progrma El hecho de que el PROGRAMA INSTITUCIONAL haya desbordado el marco de la Iglesia se haya extrapolado a la escuela republicana y a otras instituciones como la justicia, hospital indica que posee una fuerza y plasticidad particulares Tres características explican esta extensión y persistencia: La legitimidad del trabajo sobre el otro. Confiere legitimidad Exención de rendir cuentas Promueve el asentimiento La capacidad crítica Plasticidad Escuela = aparato de reproducción de desigualdades sociales mediante adiestramiento de individuos, pero tiene la capacidad de enmascarar su propio trabajo bajo los principios que postula, de la “gratuidad” de los aprendizajes e, incluso, del espíritu crítico ritual que intenta promover. Bordieu, Passeron: la escuela distribuye bienes de salvación: gratuidad de los aprendizajes y la ilusión de un aprendizaje de la libertad detrás de la fuerza de la socialización. Importa más la estructura del PI que el contenido. La relación regulada El programa de salvación es una economía simbólica y no sólo un marco organizado. Esta economía estructura profundamente la subjetividad y personalidad del maestro.

Declive del programa institucional El programa institucional se derrumba por: Factores exteriores a la escuela, al hospital … Un mundo en crisis. Crisis del capitalismo, crisis de la familia… El mundo ha cambiado y ha terminado por afectar a la escuela, ruptura de la alianza entre escuela y sociedad. La poliarquía de valores De la vocación al maestro El fin del santuario La afirmación del sujeto

Declive del programa institucional La poliarquía de valores Nos separamos cada vez más de los valores sagrados y homogéneos El espíritu crítico que anima a la ciencia y la razón misma se ha vuelto contra la confianza en la ciencia y la razón misma. P.e., la escuela que nació al servicio de un ideal de nación homogénea, hoy ya no está claro cual sea el ideal de nación al que deba servir. Hacia una ciudadanía plural e incusiva. La adaptación a las demandas del mercado ha hecho que en la escuela pierdan fuerza los valores que la legitimaban y gane fuerza los valores de la competividad y utilidad de los saberes. Relaitivización de los principios del PI. De la vocación al maestro Desplazamiento de la vocación a la profesión y laicización están unidos a una transferencia de la legitimidad. La autoridad del profesor ya no viene del carisma que la acompaña sino de sus competencias, cualificación y eficacia. Formado para ejercer eficazmente su oficio del que debe rendir cuentas a los alumnos, a los padres y a la Admón. A medida que la escuela se aleja del PI el mundo simple y homogéneo es reemplazado por una organización cada vez más compleja. La división del trabajo se ha intensificado y la gestión se ha vuelto más engorrosa. La escuela, el hospital y la magistratura van dejando de ser una institución y se van convirtiendo en una organización como las demás.

Declive del programa institucional 3. El fin del santuario La masificación ha supuesto el derrumbamiento de la institución-santuario. Los problemas sociales no se han podido mantener fuera de la escuela y la han invadido. La escuela se ha convertido en productora de títulos aumentando la competividad escolar, de lo cual derivan dos consecuencias: Formación de un mercado escloar en el seno mismo de la escuela Desarrollo del utilitarismo de las familias y de los alumnos que pasan a comportarse como consumidores ilustrados eligiendo el establecimiento, itinerarios y las clases particulares de sus hijos. Si antes el PI conseguía imponer sus reglas a los usuarios, ahora el proceso se ha invertido y es la escuela la que debe responder a las demandas sociales. Esta disgregación del PI sea lo que peor vivan los profesores porque los expone a la sociedad, los banaliza. 4. La afirmación del sujeto El sujeto ha ido cambiando poco a poco de fiel a laico y sujeto autónomo. Ej., relación médica: el consentimiento informado. En la escuela el cambio es más radical con la transformación del estatus de niño y adolescente que ya no se separan del de alumnos. Pasan a ser considerados como sujetos con una personalidad y juicios que la escuela debe tener en cuenta estableciendo compromisos de aprendizaje y conocimientos que tengan sentido para ellos.

Crisis y decepción El oficio es difícil Se han incrementado las dificultades. Ahora los oficios de profesor, sacerdote, médico, juez, trabajador social se han vuelto más exigentes, ya no descansan sobre un sistema de creencias implícitas e iguales para todos. La motivación de los alumnos tiene que competir con otras culturas más cautivadoras. le corresponde al profesor construir él mismo su autoridad movilizando su personalidad. Si antes su personalidad desaparecía tras su rol, ahora se antepone a este, provocando un replanteamiento y agotamiento profundo puesto que la clase ya no es rutina. Decepciones Las desigualdades no sólo no han desaparecido sino que han aumentado ¿Providencia o liberalismo? Muchas tendencias se explican como consecuencias del liberalismo, del mercado y de la globalización. Este análisis es cierto en la medida en que el declive del santuario enfrenta directa y brutalmente a las instituciones con el mercado y la sociedad. Sb confunde los efectos con las causas.

Del programa institucional a la experiencia social La dinámica social va integrando y asimilando las diferentes crisis que se dan en su seno. Aún a riesgo de proyectar una imagen estabilizada de lo que constituye el espacio del programa institucional, se pueden esbozar los siguientes rasgos: Del rol a la experiencia. El trabajo de socialización se ha desplazado hacia los actores, en la medida en que deben hacer lo que la institución hacía por ellos, dicho de otro modo, los roles se quiebran y tienen que ser habitados por la persona mientras que se esperaría más bien que el rol constituyese a la persona Se pude ejemplificar con las motivaciones, ésta se desplaza de las instituciones a los individuos. Esto no implica el declive de los roles sociales, sino que no basta con desempeñar su papel para que el trabajo de socialización se cumpla. Los individuos deben motivarse subjetivamente con su trabajo, deben motivarse y motivar a los otros cuando el sistema de motivaciones no es evidente ni unánimemente compartido. Las instituciones tenían la capacidad simbólica de ser percibidas como espacios protegidos de las impurezas del mundo y atribuían sus fracasos y dificultades a la sociedad. Por ej., cuando se acepta que el fracaso escolar se atribuye a simples desigualdades sociales porque la escuela seguía siendo inocente. Pero cuando el santuario se erosiona, la culpabilidad se cuela en el trabajo, los usuarios protestan legítimamente y los profesionales de la institución ya no pueden exonerar su responsabilidad. El trabajo se ha vuelto más difícil porque deja expuestos a los individuos a una obligación de justificación y rendición de cuentas

Del programa institucional a la experiencia social Del rol a la experiencia. ¿Qué instituciones? El declive del programa institucional no significa que salgamos de las instituciones, aunque estas se hayan vuelto inútiles. Estamos en un proceso de desencantamiento del mundo y declive de lo sagrado, las instituciones están hoy confrontadas al problema de su legitimidad. Su legitimidad no puede ya apoyarse en principios sagrados como antaño. Las instituciones han de enfrentarse a las demandas democráticas y al derecho soberano de los individuos. En consecuencia, las instituciones no tienen más remedio que ser más democráticas y más políticas para no caer en nostalgias de épocas pasadas. Las instituciones son necesarias porque protegen a aquellos que trabajan en ellas de una inestabilidad y compromiso subjetivo excesivo. En este ámbito se da un desplazamiento desde la legitimidad del “carisma” y de la tradición hacia la eficiencia y la eficacia. Las instituciones ya no pueden protegerse de las demandas sociales, pero por otro lado, no pueden ser simples organizaciones de servicios encargadas de satisfacer estas demandas. Por ello es importante redefinir sus fronteras y sus mecanismos.

Conclusión Con la globalización y la extensión de los mercados y medios de comunicación, el riesgo de desaparición de instituciones es real y con él viene tb el riesgo de que una serie de bienes como la educación, la salud y la justicia no sigan escapando de las lógicas del mercado que erosionan la economía simbólica de la formación de los sujetos El declive del programa institucional no significa la muerte de las instituciones, sino la transformación de las instituciones enfrentadas a un mundo más moderno En definitiva, las instituciones se ven confrontadas a los sujetos que no pueden ignorar y, sobre todo, a individuos que deben transformar en sujetos. Esto no supone abolir las reglas ni las disciplinas pero sí debe permitir que los individuos elaboren experiencias singulares. Hoy, se dice que la buena escuela no s sólo la escuela más eficaz sino tb la más justa y la que permite a los alumnos construirse de manera singular. Todos saben que el mejor hospital no es solo el que mejor cura a los enfermos sino el que los trata tb como personas y no sólo como cuerpos enfermos.