Borrador de Documento de conclusiones VI Escuela Miguel de Guzmán Burgos 2010

Preámbulo 1.Nos parece una experiencia enriquecedora el intercambio de pareceres entre profesores y alumnos de distintos niveles educativos y procedencias. 2.Nos interesa que estas reflexiones tengan eco y difusión de modo que se beneficien de las mismas tanto los entornos de los participantes de esta Escuela como el sistema educativo en general.

Conclusiones

Desarrollar la capacidad/competencia de resolver problemas es una de las aportaciones importantes de las matemáticas en la formación de una persona. A menudo la práctica diaria no parece sugerir que ésta sea una visión compartida. Parece que hay dos polos: investigaciones, resolución de problemas y contextualización por un lado; algorítmica, rigor y lenguaje formal por otro. No nos parecen incompatibles, creemos que los modelos o la contextualización son nexos entre uno y otro. Es conveniente y difícil encontrar un equilibrio. Partir de la realidad, poner la matemática en un contexto sirve: como elemento motivador y como instrumento para el desarrollo del aprendizaje. Poner en contexto las matemáticas no es un mero ornamento para convertir la matemática en algo más atractivo, va mas allá: es un anclaje, un enganche y una catapulta para el aprendizaje. Trabajar de forma contextualizada no es prescindir de los contenidos sino combinarlos con destrezas, tratar de llegar a aplicarlos, intentar comprenderlos mejor. La contextualización debe ir seguida de un proceso de formalización, si no se hace así se corre el riesgo de reducir la clase a un conjunto de anécdotas. El contexto en el que queremos situar la matemática es algo variado: la naturaleza, la tecnología, la cultura, la historia, el arte, etc. El contexto en el que queremos situar la matemática es también el de los alumnos concretos a los que nos dirigimos, con sus necesidades y expectativas.

Poner en contexto las matemáticas es una forma de trabajar que ayuda a encajar la heterogeneidad del aula. Permite de forma más eficiente que cada alumno aprenda de acuerdo a sus capacidades. Se están dando pasos en esta contextualización de la matemática, hay una cierta conciencia, aunque creemos que no se ha generalizado y que a veces hay una cierta superficialidad. Existen experiencias que es bueno conocer y compartir. Los cambios en los modelos de enseñanza deben acompañarse de cambios en la evaluación, que hay que repensar. Es necesaria la coordinación, el trabajo conjunto con otras disciplinas. Existen también experiencias que es bueno conocer y compartir. Aunque puede parecer más fácil, más seguro y más estable hacer lo de siempre, tanto para los alumnos como para los profesores, proponemos un cambio hacia un tipo de clase con más reflexión. Apoyarse en recursos tecnológicos facilita el trabajo de simulación, visualización y experimentación. Nos parece conveniente liberarnos de las presiones de las programaciones y temarios; de las pruebas de diagnóstico del sistema y de la selectividad. Los libros de texto son una herramienta que no siempre ayuda en estos cambios de modelo. Hacemos un llamamiento a dar valor a la formación, la reflexión y el estudio del profesorado. Y a sus opiniones. Las inercias del sistema no parecen fomentar el cambio.