¿Cómo prepararse para un examen? Prepararse para un examen puede ser estresante y puede consumir mucho tiempo. Si haces un par de cosas de antemano, puedes asegurarte de que te sentirás seguro de ti mismo y de que estarás listo para cualquier cosa que te pidan el examen.

El primer punto que hay que tocar es cuándo empezar El primer punto que hay que tocar es cuándo empezar. Debes empezar el proceso por lo menos con una buena noche de sueño antes del examen. Tu cerebro necesita tiempo para digerir subconscientemente todo lo que has puesto en el, así es que no puedes tratar de meterlo todo una o dos horas antes del examen. La mejor hora para empezar el proceso es entre la mañana y temprano en la tarde del día anterior al examen, un periodo de 24-34 horas antes de empezar el examen.

Ahora lee todas tus notas que entrarán en el examen Ahora lee todas tus notas que entrarán en el examen. Ya sea si son dos páginas o veinte páginas, esto es importante. Te refrescará el tema y te ayudará a recordar lo que aprendiste. También te ayudará para que estés consiente de todos los pequeños datos y de donde están ubicados en tus notas para que sepas donde encontrarlos cuando empieces a organizar la información.

Una vez que le encuentres sentido a cómo todo encaja junto, querrás empezar a pensar acerca de cómo puedes agrupar toda la información en secciones relevantes, es decir si lo quieres basado en un tema especifico, cronología o por concepto.

Cuando hayas identificado los temas más grandes, será el momento de usar fuentes en línea para llenar los espacios en blanco de información que se te pasaron por alto o que no fueron explicados claramente.

En este punto ya deberías tener toda la información que necesitarás para estudiar ya escrita y dividida por punto en hojas de papel separadas. Este es el punto en el que puedes empezar a crear una narrativa con la información y a indexarla de manera que sea posible recordarla el día del examen.

El método para ordenar información puede ser a través de crear un árbol de información. Escribe los temas más grandes del examen que encontraste en una hoja de papel separada. Esas son las primeras ramas del árbol. Abajo de los temas (que acabas de determinar) hay sub-temas, que son los grupos de información más refinados dentro de cada tema. Abajo de los sub-temas escribe los puntos.

Mientras empiezas a memorizar, concéntrate en un tema grande a la vez hasta que lo sepas bien. Una vez tengas bien memorizado el tema y toda la información que le concierne, puedes moverte al siguiente hasta que hayas cumplido con memorizar todo lo que necesitas saber para el examen.

Para el primer tema grande, empieza desde arriba y lee tu árbol Para el primer tema grande, empieza desde arriba y lee tu árbol. Después de que te hayas refrescado con el conocimiento general de la información, enfócate en aprender “frases” para cada punto que te ayudarán a recordarte de lo que se trata esa información.

Cuando te sientas seguro de que sabes todo el tema, deja de estudiar y toma un descanso. La idea es no tratar de memorizarlo todo de una vez en tu memoria a corto plazo. Quieres darle a tu cerebro tiempo para internalizar subconscientemente toda la información que le metiste. Por esta razón es importante empezar el proceso por lo menos el día antes del examen.

El día del examen, programa tu alarma por lo menos dos horas antes de tu examen. Una hora y media antes del examen, empieza a darle una repasada rápida a todos los temas y subtemas en tu cabeza. Como siempre, revisa tus notas si te estancas. Probablemente querrás memorizar todo lo que preparaste pero 15 minutos antes del examen pero en los últimos minutos ni pienses en el examen para nada. Relájate y respira profundo.

Asegúrate: Trabajar diariamente para cerciorarte de que entiendes la materia. Preguntar en clase cuando sea necesario. Estudiar cada tema: subrayar, hacer esquemas, resúmenes…siguiendo el método adecuado (el que cada uno eligió) Cuando un tema queda bien aprendido, no se olvida fácilmente. En el estudio de los siguientes temas tendrás que apoyar en los anteriores, por lo que te sirve de repaso y consolidación. Cuando se aproxime el examen, tenemos que repasar para afianzarlos más en la memoria. Cuando se ha trabajado y se sabe el examen, no debemos preocuparnos.

¿Cómo puedes mejorar la realización del examen? Perdiendo los nervios ante el examen. Practica las técnicas de relajación. No te comas los libros inmediatamente antes del examen. No hables con los compañeros antes de realizarlo, te parecerá que no recuerdas nada y aumentará tu nerviosismo. No intentes comprobar si recuerdas todos los temas, antes del examen tu mente está en tensión, ya no puedes reforzar tu memoria, así que concéntrate en lo que vas a hacer. Estando en plena forma física y mentalmente: Debes dormir bien y descansar lo suficiente antes del examen No dejes todo para el último momento, si lo haces le das tiempo a la memoria para asentar la información que recibe, la memoria necesita reposo y el recuerdo será más fácil si existe orden. No hagas un examen sin desayunar o después de haber comido en exceso.

¿Cómo comprender bien las preguntas del examen? Tomándote tu tiempo para leer bien las preguntas. Léelas todas. A veces, puede haber más de una que haga referencia al mismo tema, y tendrás que decidir el enfoque y el contenido para cada una. Si cuando las has visto todas, alguna no es muy clara, pregunta al profesor y te las aclarará. Antes de contestar cada pregunta en particular, léela varias veces, hasta que te asegures de su comprensión. Busca la palabra clave que te indica qué hacer: explica, demuestra, define, calcula, encuentra… . Practica la lectura comprensiva. Después de contestar, lee nuevamente la pregunta y la respuesta y valora si ésta responde efectivamente a la primera.

¿Cómo organizar el tiempo que dispones durante el examen? Es necesario conocer el valor de cada cuestión, pues no se le va a dedicar el mismo tiempo a un tema valorando con tres puntos, que si sólo merece uno. Se hace una distribución rápida del tiempo. Debemos dejar tiempo para el repaso. Se debe comenzar por las cuestiones que mayor valoración tengan, y por las que mejor se saben. La mejor forma de contestar es haciendo, al principio, un esquema que nos guíe durante el examen. Cuando no hay tiempo para responder alguna cuestión se deben expresar las ideas básicas, aun que sea de manera superficial. Así demostrarás que efectivamente sabías lo que debías poner. Procura ser claro y breve; hacer bien un examen no consiste en escribir mucho, sino contestar con precisión a lo que se te pregunta.

¿Cómo revisar y corregir el examen? Antes de entregar el examen, debes revisar: El contenido: asegúrate de que has contestado todas las preguntas, que las respuestas estén completas, que no haya errores de contenido y de que no recordamos nada nuevo. La forma: la presentación (que esté sin borrones, ni tachaduras), la letra clara y legible, las líneas rectas. Procura dejar un espacio en blanco, por sí al repasar surgen ideas nuevas. Corrige las faltas de ortografía y los posibles errores de estilo.