Industrias Culturales EDICIÓN, MÚSICA, AUDIOVISUAL
Contenidos Definiciones y problemas: Economía y cultura Campo cultural Industrias culturales Industrias Creativas Trabajo cultural Industria editorial Industria Musical Industria audiovisual
Porqué importa hablar de industrias culturales?
Campo cultural, símbolo y función simbólica Campo cultural “un conjunto de actividades humanas y productos cuya razón de ser consiste en crear, expresar, interpretar, conservar y transmitir contenidos simbólicos” Símbolo : representación perceptible de una idea, con rasgos asociados por una convención socialmente aceptada. “Lo simbólico se juega […] en medio de un sistema dual, en el que desde un lado, el (producto) refleja la interpretación efectuada por el autor en el momento de la creación y desde el otro, el producto adquiere sentido dependiendo de la lectura contextual efectuada por quien lo disfruta. Función simbólica : “una acción presente en dos estadios claves (del proceso cultural): el momento de la creación y el instante de apropiación cultural, haciéndose totalmente dependiente de las percepciones de cada involucrado”. Adaptado de la Definición dada por Diana Rey “las industrias culturales con relación al binomio derechos culturales – desarrollo – El caso de 100 años de Soledad” Tesis de doctorado
Industria editorial
La historia de la imprenta y de la edición remiten a la génesis de la industria cultural. Ese es también el inicio de una revolución de la comunicación donde las relaciones ente editores/imprenteros y elites intelectuales permiten observar e interpretar las reorganizaciones sucesivas de los modelos de inteligibilidad y de sociabilidad en los campos de la reflexión intelectual, la acción política y el espacio público (Barbier et Bertho Lavenir, 2003 y Eisenstein, 1991). Al centro de estas transformaciones aparece la figura del editor en la selección y adaptación del trabajo de creación en mercancía. En todos esos temas se abren preguntas sobre la imposición, en un momento dado, de nuevos productores, productos y sistemas de gustos jerarquizados bajo la relación de los grados de legitimidad adquirida (Bourdieu 1977). Siguiendo la hipótesis de Bertrand Legendre (1998), si el éxito económico del libro es proporcional a su nivel de legitimidad, como sostiene Bourdieu, la búsqueda de esta legitimidad es el motor de la evolución y el desarrollo de la edición. Se puede entonces afirmar que este objeto, más que cualquier otro producto cultural, da cuenta del mandato de la ilustración como primera legitimidad histórica, de la masificación de públicos (mandato impuesto por la lógica económica) y del mandato de innovación permanente tanto respecto del producto como respecto de la puesta en marcha de otras estrategias de legitimación; por ejemplo, en el caso del libro de bolsillo lo fue la democratización del acceso.
La cultura: ¿Riqueza de las naciones? Economía de la Cultura Tres factores de reconocimiento 1. Sector Cultural: efectos económicos 2. Instrumento de política económica 3. Campo para el desarrollo teórico y aplicado Economía y Cultura Ámbitos incompatibles Adam Smith (1776) Cultura: ámbito del trabajo no productivo “[…] En la misma clase [trabajadores no productivos] deben colocarse otras muchas profesiones, tanto de las más importantes y graves, como de las más inútiles y frívolas: los Jurisconsultos, los Médicos, los hombres literatos de todas especies, clase muy importante y muy honrada; y los bufones, jugueteros, músicos, operistas, baliarines, figurantes, etc. que son de una ínfima jerarquía. El trabajo del mínimo de ellos […] nada produce, porque perece en el momento mismo de su producción, como la declamación de un Actor, la arenga de un Orador, o el tono de un Cantarín” (Libro II, Cap. III, pág. 99)
EPÍLOGO Creatividad y fomento de las artes Adam Smith (1776) “La riqueza de las naciones” Fomento de la creatividad y de las artes / Remedio frente a la superstición y amoralidad “[…] El segundo de tales remedios consiste en la frecuencia y alegría de las diversiones públicas. Estimulando el Estado, por medio de la más amplia libertad, a todos cuantos por interés personal –sin incurrir en la indecencia o el escándalo-, se dedican a divertir y entretener al pueblo mediante la danza, la poesía, la pintura y la música, así como por toda especie de representaciones dramáticas y exhibiciones, contribuirá a disipar rápidamente, en la mayoría de las personas, la melancolía y la tristeza, origen, la mayor parte de las veces, de la superstición y del entusiasmo desmedido.” (Libro V, Cap. I, Parte III, Artículo III, pág. 700)
Trabajo cultural consideraciones 1. La autonomización del campo de la producción cultural va aparejada de la generalización en éste de las relaciones de mercado (tanto objetivas como subjetivas): Por ejemplo, la demanda por protección y seguridad social expresada en la condición de “trabajadores de la cultura y las artes”. Ello da cuenta de cómo la transformación que experimenta el campo cultural también va produciendo en los agentes las disposiciones requeridas para su funcionamiento en el seno de una sociedad salarial.
Trabajo cultural consideraciones 2. En segundo lugar, se produce una progresiva resignificación social de las actividades culturales, a las que precisamente se les comienza a reconocer como una actividad con valor económico, pero donde dicho valor radica justamente en la especificidad de la labor cultural como productora, no de mercancías, sino de sentido. Es en este contexto donde el campo cultural aparece como autónomo, capaz de generar por sí mismo valor económico, y termina convertido en un área de gran atractivo económico.
Trabajador(a) cultural “personas cuyo desempeño individual o colectivo contribuye a la creación o reproducción, distribución, exhibición, comercialización, difusión y conservación de prácticas, objetos culturales y obras artísticas y que son reconocidos por su comunidad como tales”. Es decir, todo aquel que se integre a alguna fase de la “cadena de valorización” de una determinada obra artístico cultural –desde su creación hasta su exhibición ante el público– cabe dentro de la definición de trabajador del sector cultural.
Industrias culturales “Las industrias culturales y de la comunicación, que combinan funciones más o menos industriales de concepción, creación y producción con funciones industriales de fabricación a gran escala y de comunicación utilizando soportes físicos o de comunicación. Los productos que se obtienen son “textos” y :(i) están basados en la creatividad individual o colectiva; (ii) su materia prima es una creación protegida por el derecho de autor; (iii) son fijados sobre un soporte tangible o electrónico o en servicios de carácter comercial o gratuito; (iv) son producidos, conservados y difundidos en serie, con circulación generalmente masiva”.
Industrias creativas Las industrias creativas: aquellas que tienen su origen en la creatividad individual, la habilidad y el talento, y que tienen un potencial de creación de riqueza y de empleo por medio de la generación y explotación de la propiedad intelectual. Estas industrias incluyen por ejemplo aquellas ligadas a la publicidad, la arquitectura, el mercado del arte y de las antigüedades, la artesanía, el diseño industrial, la moda, el estilismo, las películas, el video, los software de juegos, la música, las artes escénicas, la edición, la televisión, el radio, etc.
Preguntas De acuerdo a estas definiciones cómo establecer consecuencias para el trabajo cultural? Cuáles son los cambios y continuidades en las áreas del audiovisual y de los medios de información