CAMBIAR LAS PRÁCTICAS: EL DERECHO A VIVIR EN FAMILIA COMO PROGRAMA INSTITUCIONAL Pablo Dominguez y Diego Silva Balerio La Barca – Uruguay setiembre 2016

DIAGNOSTICO En el sistema de protección a la infancia y adolescencia en Uruguay persisten una cultura institucional, y prácticas que defienden la internación como estrategia privilegiada de cuidado. No es casualidad que tengamos la tasa más elevada de la región de internación por cada 100.000 niños y adolescentes. Por tanto, los dispositivos de Tiempo Completo, expresión mas visible del modelo tutelar – asilar, somos sin duda los mas afectados en cuanto a la necesidad de adecuar nuestras prácticas al nuevo marco referencial. Antes conocidos como Hogares de Amparo, ya no tenemos como propósito principal brindar cuidado dentro de las paredes de la residencia, sino garantizar el derecho a la vida en familia y el goce de derechos básicos, acompañando los procesos de revinculación familiar y/o acogimiento.

PRINCIPIOS EN ACCIÓN El marco metodológico y el modelo de gestión son piedras angulares que permitirán que los preceptos jurídicos y las convicciones ideológicas se conviertan en acciones efectivas. Sin estos, las convenciones internacionales, la legislación nacional y la amplia biblioteca que sustenta el nuevo paradigma, quedarán reducidos a expresiones altisonantes sin consecuencia concreta sobre la vida de los niños, niñas, adolescentes y las familias.

Conceptos que crean realidad Vigilancia y moralización Protagonismo, confianza y condiciones para ejercer derechos 2. Crear un Programa institucional para garantizar derechos Modelo de gestión que genere las condiciones para ejercer el derecho a vivir en familia. Metodología que viabilice el cambio de prácticas. 3. Efecto en La Barca Reducción del internado a su mínima expresión: 5% en cuidados institucionales / 6 situaciones de 120.

Reducción de la internación al menos un 50% mejora de calidad de vida. Hipótesis de efectos en el sistema de protección de estas acciones Reducción de la internación al menos un 50% mejora de calidad de vida. reducción de situaciones de abuso minimizar los efectos de desculturización Desinternar sí. Pero ¿cómo? Un proyecto individualizado para cada niño, niña, adolescente y familia Co-construido, evaluado y reajustado por cada niños, niña, adolescente y familia con los referentes socioeducativos. Dispositivos flexibles para pensar e implementar respuestas singulares. Materialidad para generar las condiciones de ejercicio efectivo de los derechos Acompañamiento con contenido socioeducativos Corresposnabilidad en el cuidado entre las instituciones y las familias Registro y evaluación de las acciones Supervisión técnica del estado Trasparencia en la gestión con los distintos actores: sistema de protección, poder judicial.