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Depresión y esperanza Módulo de taller

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Presentación del tema: "Depresión y esperanza Módulo de taller"— Transcripción de la presentación:

1 Depresión y esperanza Módulo de taller
The Mental Health America of the Heartland The Center for Practical Bioethics con financiamiento de The Health Care Foundation of Greater Kansas City 1

2 Autoras Reverenda Dra. Jeanne Hoeft
Profesora asistente de Guía pastoral Escuela de Teología de Saint Paul Reverenda Dra. Ruth Rosell, R.N. Profesora asistente de Teología pastoral-Guía y terapia pastoral Seminario Teológico Bautista Central Reverenda Dra. Judith Schwanz Profesora de Guía y terapia pastoral Seminario Teológico del Nazareno 2

3 Autorizaciones www.mhah.org www.practicalbioethics.org
Es posible acceder electrónicamente al presente currículo en los siguientes sitios web: Se autoriza el empleo y la copia del contenido citando y atribuyendo la autoría apropiadamente: Jeanne Hoeft, Ruth Rosell, Judith Schwanz, Sabbaths of Hope Depression & Hope Workshop Module, a project of the Mental Health Association of the Heartland and the Center for Practical Bioethics, © 2007. 3

4 Imágenes de la depresión
“Me encuentro perdido en una inmensa caverna subterránea de marañas y pasadizos interminables. Aquella luz distante que alguna vez pude ver pronto se redujo a una tenue luz y se ha apagado ya. Antes intentaba con todas mis fuerzas salirme, hallar de nuevo la luz del día, pero ya no es posible y ya no me importa. Me siento muy, pero muy cansado”. Howard Stone, Depression and Hope: New Insights for Pastoral Counseling. Minneapolis: Fortress Press, P. 1. 4

5 Imágenes de la depresión
“El clima de la depresión es monótono, su luz mortecina”. “… la llovizna gris del horror provocado por la depresión adquiere características de dolor físico”. William Styron. Darkness Visible: A Memoir of Madness. New York: Random House. P. 19. 5

6 Imágenes de la depresión
“… la desesperación… llega a parecerse a la espantosa incomodidad de hallarse prisionero en un recinto terriblemente caliente; y puesto que no hay brisa que venga a agitar este caldero, puesto que no hay escape de este sofocante encierro, es absolutamente natural que la víctima comience a pensar incesantemente en la inconsciencia”. William Styron.

7 La buena creación de Dios
Los seres humanos son mente, cuerpo y espíritu Y Dios dijo: “Es bueno”. El cuerpo es bueno. La mente es buena. El espíritu es bueno. Somos siempre los tres juntos. Lo que ocurre a uno, ocurre al conjunto. Cuando todos los aspectos de nuestro ser funcionan en armonía, la vida es buena. La depresión desafía nuestra comprensión de quiénes somos como seres humanos en relación con Dios. Los seres humanos están creados como personas de mente/cuerpo/espíritu. Y Dios vio que la creación era “buena” (Génesis). El cuerpo es bueno. La mente es buena. El espíritu es bueno. Históricamente, el judaísmo y el cristianismo han estado comprometidos a entender y valorar a las personas como mente/cuerpo/espíritu, evitando especialmente valorar más el espíritu. En todo momento somos los tres juntos. Lo que ocurre a uno ocurre a todos tres. Cuando todos los aspectos de nuestro ser funcionan en armonía, la vida es buena. En el cristianismo, Jesús es representado como aquél que se preocupaba por el bienestar de todos los aspectos de la vida humana: lo físico, lo espiritual y lo mental. 7

8 La depresión y la creación de Dios
Dios creó a los seres humanos dentro y para una relación relación con Dios y relación con el prójimo. Fuimos creados para mantener relaciones de amor. En el contexto de las relaciones de amor, personas (mente/cuerpo/espíritu), comunidades y el mundo entero pueden vivir de manera gratificante Dios creó a los seres humanos dentro y para una relación, relación con Dios y relación con el prójimo. No hemos sido creados para ser personas solas, separadas las unas de las otras. No podemos sobrevivir en soledad. Lo que ocurre a una persona nos afecta a todos. La imagen de Pablo de un cuerpo con muchas partes es a la vez la imagen de una persona y de comunidades/mundos. Estamos estrechamente interconectados los unos con los otros. Hemos sido creados para vivir en relaciones de amor. En el contexto de una relación de amor, personas (mente/cuerpo/espíritu), comunidades y el mundo entero puede vivir bien Crecemos y prosperamos en un mundo de amor y justicia, en relaciones adecuadas con Dios y los demás. 8

9 La depresión afecta todos los aspectos del ser:
Mente Cuerpo Espíritu Lo social 9

10 ¿Es la depresión un pecado?
La depresión es la manifestación de la finitud humana. No somos Dios. La depresión es una distorsión de la esperanza que Dios pone en nosotros como personas y comunidades Hemos sido creados a imagen de Dios pero no somos Dios. Somos finitos, limitados y propensos al pecado. La depresión debe entenderse no como un designio de Dios hacia nosotros sino más bien como la distorsión de ese designio. No se trata de algo que debe perseguirse o idealizarse sino “tratarse”, algo ante lo que hay que reaccionar con el fin de aliviar sus efectos. La depresión es prueba de que los seres humanos no vivimos a todo el potencial en que Dios nos ha creado. 10

11 Muchas imperfecciones contribuyen con su ocurrencia:
La depresión es una enfermedad, enfermedad de la mente, el cuerpo, el espíritu y la comunidad Muchas imperfecciones contribuyen con su ocurrencia: Las imperfecciones de los cuerpos de las mentes de los espíritus de las comunidades. La depresión no es consecuencia de las limitaciones, las fallas morales o la falta de fe de una persona. Como veremos en esta presentación, la depresión es causada por múltiples factores, entre ellos la genética, el estrés emocional o físico y la opresión social. Cada uno de ellos es signo de la finitud humana y de deficiencia hasta cierto punto, pero la depresión no es una deficiencia pecaminosa del individuo. En la sociedad occidental, tendemos a considerar una enfermedad como algo que debe probarse que se ha originado biológicamente y más allá de la capacidad de una persona de curarse. Históricamente, las enfermedades mentales han sido consideradas no como enfermedades “reales”, sino como algo que puede “arreglarse” mediante una mayor fuerza de voluntad, una personalidad más fuerte o una fe más robusta. La depresión desafía nuestra comprensión de la enfermedad y se resiste a esta clase de dicotomías. La depresión refuerza nuestras convicciones teológicas de que, de hecho, hemos sido creados como un todo interrelacionado, mente/cuerpo/espíritu/relación. La depresión no puede superarse porque una persona quiera dominarla. Ciertamente ocurren milagros de curación y por lo general ocurren mediante la actividad de los hijos de Dios tratando con fe de cumplir el llamado de Dios por un mundo de justicia y amor. 11

12 Figuras históricas de la Iglesia
San Juan de la Cruz ( ) – Poeta y místico católico, escribió La noche oscura del alma, ese etapa del sendero místico en que “las personas espirituales pasan por grandes pruebas, no tanto de la sequía espiritual que sufren como del temor que sienten de sentirse perdidas en el camino, pensando que ya no cuentan con la bendición espiritual y que Dios los ha abandonado, pues no hallan esperanza o goce en las cosas buenas”. 12

13 Figuras históricas de la Iglesia
Martín Lutero – durante el invierno de 1542, su hija, Magdalena, había fallecido y la peste azotaba Wittenberg. La falta de fe de sus hermanos alemanes lo desanimó y comenzó a pensar – y desear– su propia muerte. 13

14 Figuras históricas de la Iglesia
John Wesley – se describió a sí mismo como indefenso y desesperado: “De nuevo, no encuentro regocijo en el Espíritu Santo. De vez en cuando siento que surge el regocijo en Dios, pero no se trata de ese regocijo, pues no es duradero”– escribió 7 meses después de su experiencia de Aldersgate. A menudo, John Wesley escribió en sus cartas como persona que había sentido la desesperación y la indefensión de la depresión o lo que él llamaba el “ánimo abatido”. 14

15 Figuras históricas de la Iglesia
Madre Teresa de Calcuta – en los años cincuenta y sesenta escribió cartas que revelaban su depresión: “Me dicen que Dios está en mí, pero la realidad de la oscuridad, la frialdad y el vacío es tan grande que nada conmueve mi alma”. “No puedes imaginarte lo oscura que está mi alma, lo dolorosa y terrible que se siente. Siento como si rechazara a Dios.” Artículo de CNN – Satinder Bindra, 7 de septiembre de 2001. Voceros de la iglesia católica han dado a entender que los conflictos de la Madre Teresa de Calcuta con su propia espiritualidad y su vocación muestran su humanidad y refuerzan los argumentos en favor de su santificación. El equilibrio entre “lo santo y a la vez lo humano” la hace más especial, tal y como Jesús expresó sentirse abandonado por Dios en la cruz. 15

16 Personajes bíblicos que experimentaron depresión
Jeremías (Jeremías 20:14-18) Job (Job 3:3a) Jonás (Jonás 1:3, 8-9) Elías (1 Reyes 19:4) David (Salmos 42:3) Jeremías maldice el día en que nació y al hombre que anunció a su padre su nacimiento. Dice que vino al mundo sólo para verse ante las dificultades y la aflicción y terminar sus días en la vergüenza. También Job maldijo el día en que nació; literalmente pidió que perecieran el día y la noche de su nacimiento. Jonás pidió a Dios que le quitara la vida diciendo: “… mejor es morir que vivir”. Elías, tras su gran victoria sobre los sacerdotes de Baal, corrió al monte Horeb, se sentó bajo una retama y rogó por la muerte. David habla aquí específicamente acerca de llorar toda la noche y sentir “el alma abatida”. A menudo en los Salmos, especialmente los Salmos de Lamentación, se observa la descripción de David del dolor de la depresión. 16

17 La reacción de Dios Dios los escuchó; Dios los dejó hablar
Dios satisfizo sus necesidades físicas: cobijo y descanso para Jonás; alimento y reposo para Elías. Dios NO reprendió Dios SÍ los hizo pensar: les recordó la esencia, el poder y la presencia de Dios Salmos 42:5b: David tuvo una NUEVA visión y esperanza para el futuro Entonces, ¿cómo debemos (la Iglesia) reaccionar ante los demás? Dios escuchó. Dios aguardó y oyó su dolor y guió a los redactores del textsino sagrado a asentar sus palabras. Dios satisfizo sus necesidades físicas. Dios no los reprendió ni los avergonzó por sus sentimientos. Dios sí los hizo pensar, recordando a Job el poder de Dios; recordando a Elías que no estaba solo, que no era el único creyente que quedaba en la tierra; recordando a Jonás el gran amor de Dios por todos sus hijos y su deseo de que nadie pereciera. Salmo 42:5b: David se recordó a sí mismo que en el futuro VOLVERÍA a alabar a Dios; se recordó a sí mismo la esencia y la presencia de Dios. Nosotros, como Iglesia, representantes de Dios en la tierra, debemos reaccionar ante aquellos afligidos de la misma manera en que Dios reacciona ante ellos. Más adelante en nuestra presentación analizaremos algunas guías específicas a este respecto. 17

18 se produzca la curación.
La depresión requiere que todos hijos de Dios reaccionen teniendo fe en que se produzca la curación. Como gentes de fe estamos llamados a trabajar por la cura de la depresión. La cura de uno requiere las acciones de todos nosotros. 18

19 Cómo identificar la depresión
La depresión es un trastorno persistente del ánimo que afecta a la persona por entero: en lo emocional, lo físico, lo cognitivo, lo social y lo espiritual. Hay distintos tipos y grados de severidad Episodio depresivo severo Trastorno bipolar Distimia Considerando lo dicho, queda claro que cuando nos referimos a la depresión, hablamos más que de sentirse abatido o “estar triste”. La depresión es un trastorno persistente del ánimo que afecta a la persona en su totalidad: lo emocional, lo físico, lo cognitivo, lo social y lo espiritual de su ser. Existen distintos tipos y severidades de depresión. Hay depresión que forma parte de una enfermedad que se llama trastorno bipolar, el cual entraña tanto el ánimo extremadamente abatido de la depresión como el ánimo inusualmente vivaz de la manía. La distimia es una forma de depresión de síntomas menos severos que persisten años. Sin embargo, con el fin de limitarnos a lo básico el día de hoy, vamos a concentrarnos en la depresión severa. 19

20 Características de la depresión severa según DSM-IV
Ánimo abatido Falta de interés o placer Pérdida o aumento del apetito o el peso Dificultad para dormir Agitación o retardo psicomotor Fatiga o pérdida de energía Sensación de poca valía o culpa Dificultad para pensar, concentrarse y tomar decisiones Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio Si una persona fuera a un consejero o psiquiatra para determinar si está deprimida, los criterios estándares para saberlo figuran en el DSM-IV, es decir la cuarta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. De acuerdo con este manual, una persona pasa por un episodio depresivo severo si, durante más de dos semanas, esa persona ha venido experimentando muchos de los siguientes síntomas la mayor parte del tiempo: Ánimo abatido  Pérdida de interés o placer en casi todas las actividades Pérdida/aumento significativos del peso o del apetito Grandes dificultades para dormir o tendencia a dormir demasiado Agitación o retardo psicomotor Fatiga o pérdida de energía Sentimiento de poca valía o culpa excesiva Dificultad para pensar, concentrarse o tomar decisiones Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio 20

21 Físico Espiritual Emocional Cognitivo Social
Escasa energía, fatiga, problemas de sueño y apetito, lentitud o agitación, escaso apetito sexual Espiritual Sin contacto con Dios, enojo con Dios, sensación de abandono, duda de Dios, necesidad de Dios, sin esperanza o propósito Emocional Ánimo abatido, falta de placer, irritabilidad, hipersensibilidad, llanto fácil Cognitivo No se piensa bien, indecisión, escasa concentración, pérdida de memoria, pensamiento negativo, pensamiento distorsionado Social Aislamiento, desinterés, irritabilidad, desinterés en crear relaciones (Hacer click para resaltar cada sección del gráfico de pastel) Como puede apreciarse en este diagrama, la depresión es un trastorno que afecta a la persona entera. Afecta las emociones, tal y como se manifiesta en la persona que se siente deprimida, apática, sin interés, llorando mucho, mostrándose irritable o hipersensible. Afecta los procesos cognitivos, dificultando el pensar con claridad, tomar decisiones o concentrarse. Se producen distorsiones del pensamiento, en las que el individuo se forma una idea excesivamente negativa de sí mismo, el mundo y el futuro. Con frecuencia se piensa en la muerte o el suicidio. En ocasiones hay pensamientos que a todas luces no están en sintonía con la realidad. La depresión se manifiesta de manera sensible en el cuerpo. Se experimenta escasa energía, fatiga, sensación de lentitud, dificultad para dormir o comer, menor apetito sexual y distintos problemas somáticos como dolores de cabeza. La vida social de la persona y sus relaciones interpersonales se ven afectadas por la depresión pues la persona tiende a aislarse, mostrarse más irritable y, con frecuencia, a no interesarse ni invertir energía emocional en otra persona. Asimismo, hay importantes aspectos espirituales que se ven perturbados en los sentimientos hacia Dios o la forma de sentir su presencia. Una persona deprimida puede sentirse vacía o abandonada, enojada con Dios y, con frecuencia, desesperada o carente de significado.

22 La depresión como enfermedad del cerebro
Perturbación del sistema neurotransmisor Neurotransmisores: químicos que llevan los mensajes de una célula nerviosa a otra Neurotransmisores especialmente relacionados con la depresión: serotonina, norepinefrina y dopamina Muchos de estos síntomas se manifiestan por ser la depresión una perturbación del sistema neurotransmisor del cerebro. Si bien las abundantes investigaciones no han identificado con exactitud todos los aspectos de este proceso, sabemos que ocurre, pues, al administrar medicamentos que actúan sobre el sistema neurotransmisor, se observa una mejoría. Los neurotransmisores son químicos que llevan mensajes de una célula nerviosa a otra. Cuando alguien se deprime, pareciera que no hubiera suficientes neurotransmisores de cierto tipo, como la serotonina, la norepinefrina y la dopamina, en los espacios entre las células nerviosas para llevar los mensajes entre ellas de manera adecuada. 22

23 Neurotransmisor Neurotransmisor Axón Sinapsis Sitio receptor
Como puede apreciarse en la imagen, las células nerviosas, es decir, las neuronas del cerebro, están separadas por una pequeña brecha llamada sinapsis. Para que un mensaje pase de una neurona a otra, estos químicos neurotransmisores son liberados en una célula, pasan a la segunda célula y se anclan a un sitio receptor específico que corresponde, con la finalidad de transmitir el mensaje y, luego, son devueltos a la brecha y reabsorbidos por la primera neurona, de modo que puedan volver a ejercer su función. Lo que ocurre durante la depresión es que no ya no quedan suficientes neurotransmisores en las brechas de los sistemas neurotransmisores de aquellas áreas del cerebro que tienen que ver con el ánimo, la motivación, el sueño y el apetito. Al administrar medicamentos antidepresivos que incrementan la cantidad de estos químicos, bien sea bloqueando una enzima que los descompone o bloqueando los sitios receptores que los reabsorben hacia la célula nerviosa, con frecuencia la depresión mejora. Célula cerebral 23

24 Factores que contribuyen con la depresión
Predisposición genética Acontecimientos estresantes de la vida “El estrés ejerce probablemente la influencia más común sobre los químicos de nuestro ánimo. El estrés desencadena y mantiene muchas depresiones”. (Gilbert 2001, 17). Experiencias difíciles a edad temprana Factores que contribuyen con la depresión: Podemos preguntarnos qué causa la depresión. ¿Qué hace que algunas personas, y no otras, se depriman en las mismas circunstancias? Al parecer, hay numerosos factores que contribuyen con el desarrollo de la depresión. 1. Al menos en algunas personas, pareciera existir una predisposición genética a desarrollar depresión. Si bien los investigadores no han identificado aún genes específicos relacionados con la depresión, hay suficiente certeza de que ciertas personas se deprimen con mayor facilidad que otras debido a su composición genética. Esto es especialmente cierto en la depresión relacionada con la enfermedad bipolar. En un estudio efectuado en gemelos, los gemelos genéticamente idénticos resultaron tener más del doble de probabilidades de padecer depresión que los gemelos no idénticos (DePaulo, 2002, 90). 2. Los acontecimientos estresantes de la vida son otro importante factor que contribuye con el desarrollo de la depresión. El profesor de psicología clínica Paul Gilbert (2001) escribe: “…el estrés ejerce probablemente la influencia más común en los químicos de nuestro ánimo. Muchas depresiones se desencadenan y persisten por causa del estrés” (17). De hecho, se ha documentado suficientemente la relación entre el estrés, la forma en que lo manejamos y la depresión. Cuando una persona está severamente deprimida y se ve confrontada con alguna amenaza, el cuerpo automáticamente se prepara para tomar acciones: se acelera el ritmo del corazón, se hace más rápida la respiración y se libera energía en lo que se denomina a veces “reacción de lucha o huída”. Esta reacción de movilización ante el estrés entraña la liberación de la hormona del estrés, llamada cortisol, la cual resulta beneficiosa ante una amenaza breve. Sin embargo, si el estrés continúa, manteniendo elevados niveles de cortisol, los neurotransmisores relacionados con la depresión, como la serotonina, se verán afectados. Las investigaciones demuestran que muchas personas deprimidas tienen un sistema hipotalámico-pituitario-adrenocortical con elevados niveles de cortisol. Básicamente, esto significa que su sistema de estrés se encuentra superacelerado y esos neurotransmisores relacionados con la depresión (serotonina, norepinefrina y dopamina) se han agotado. Los estudios han demostrado que esto ocurre especialmente cuando los humanos o los animales se ven sometidos a situaciones de estrés sobre las que no ejercen control. Aparentemente, cuando nos estresamos pero sentimos que sí conservamos cierto control porque podemos hacer algo diferente y disponemos de medios para sobrellevar la situación que pueden tener cierto impacto, nuestro cerebro reacciona de manera diferente que cuando sentimos que nada podemos hacer. Cuanto más control asumimos sobre los estreses de la vida, menos probable resulta que éstos hagan que nuestro sistema de estrés se dispare de manera descontrolada, lo cual trae como consecuencia que importantes neurotransmisores se hundan en la depresión. 3. Las experiencias difíciles a edad temprana pueden también constituirse en un factor que haga susceptible a una persona de sufrir depresión. He aquí algunas razones para esto ocurra. Primero, el cerebro humano es muy inmaduro al momento del nacimiento y se desarrolla mucho posteriormente. La calidad de nuestra primera relación, bien sea afectuosa o abusiva, contribuye a conformar distintos tipos de conexiones que establecen las células nerviosas del cerebro, especialmente en aquellas áreas que se relacionan con el ánimo y las emociones. Existe creciente evidencia de que muchas personas susceptibles a formas crónicas de depresión tienen antecedentes de haber sido víctimas de maltrato y sistemas de estrés que muestran una elevada sensibilidad. Otras investigaciones indican mayor depresión en aquellos que han perdido a alguno de los padres precozmente en la vida. 24

25 Factores que contribuyen con la depresión
Factores sociales Creencias esenciales negativas y pensamientos automáticos distorsionados Estilo de vida no saludable “No fuimos diseñados jamás para nuestro estilo de vida sedentario, socialmente aislado, puertas adentro, falto de sueño y mal alimentado”. (Steve Ilardi, Ph.D.) 4. Asimismo, existen factores sociales que pueden contribuir a desarrollar la depresión. Grandes fuerzas sociales, como la discriminación o ambientes laborales superestresantes pueden contribuir. También es importante la calidad de las relaciones sociales. Se produce más depresión cuando hay conflicto marital. De hecho, quienes viven en un matrimonio turbulento tienen 25 veces más probabilidades de deprimirse que aquellos en matrimonios gratificantes (Weissman 1987, cited in Stone, 1998, 41). La susceptibilidad a la depresión se relaciona también con no mantener relaciones estrechas con personas con quienes podamos abrirnos o sentirnos apoyados. Las relaciones abusivas por lo general generan depresión. Es más, nuestras experiencias de la vida, especialmente las primeras, nos ayudan a formarnos ideas esenciales sobre nosotros mismos y nuestro mundo y, más tarde, funcionan como el cristal a través del cual interpretamos lo que nos pasa. Esta interpretación de nuestras experiencias genera pensamientos automáticos que ejercen una poderosa influencia en nuestras emociones, nuestros niveles de estrés y nuestras hormonas. 6. En meses recientes, el médico Steve Ilardi, investigador de la depresión de la Universidad de Kansas, ha propuesto la teoría según la cual el estilo de vida tiene un efecto significativo en que se desarrolle o no la depresión. En sus propias palabras: “Existe creciente evidencia de que no fuimos diseñados jamás para nuestro estilo de vida sedentario, socialmente aislado, puertas adentro, falto de sueño y mal alimentado” (Ilardi citado por Klein 2007). El sueño, el ejercicio y la nutrición, la luz solar y la interacción social adecuados operan como factores protectores contra el desarrollo de la depresión, mientras que un estilo de vida no saludable nos hace más vulnerables a desarrollar depresión en circunstancias estresantes. 25

26 Acontecimiento estresante de la vida
Escalada del estrés Acontecimiento estresante de la vida Ideas negativas Hormonas del estrés “No sirvo” “Es mi culpa” “Estoy fracasando” “Nada va a salir bien” See Paul Gilbert, 2001, Understanding Depression, Oxford: Oxford University Press Por ejemplo, si alguien tiene como creencia esencial acerca de sí mismo que es estúpido e incompetente y luego comete un error en el trabajo, ese individuo puede entonces concluir rápidamente que cometer un error significa que él es totalmente incompetente, que nunca será exitoso, que perderá su empleo y que el futuro luce sombrío. El cerebro lee todos esos pensamientos como amenazas reales y comienza a enviar señales al sistema de estrés para que éste libere hormonas del estrés, lo cual a su vez hace que el individuo se concentre con mayor agudeza en sus pensamiento negativo y lo embarca en una espiral de estrés que lo conduce a la depresión (véase diagrama). Véase Paul Gilbert, 2001, Understanding Depression. Oxford: Oxford University Press. 26

27 Vulnerabilidad genética
Estilo de vida no saludable Experiencias duras de la vida Desequilibrio neurotransmisor – Depresión Susceptibilidad al estrés Carencia de relaciones estrechas Para resumir, muchos factores contribuyen con el desequilibrio bioquímico que se produce con la depresión: vulnerabilidad genética, experiencias difíciles a edad temprana, susceptibilidad al estrés, creencias esenciales negativas, hechos estresantes de la vida, factores sociales estresantes, falta de relaciones estrechas y de apoyo y estilo de vida no saludable. Aspectos sociales estresantes Creencias esenciales negativas Acontecimientos estresantes de la vida 27

28 Depresión Experiencias duras de la vida Genética
Experiencia de la vida Hechos estresantes de la vida Susceptibilidad al estrés Susceptibilidad cognitiva emocional Vulnerabilidad biológica Nivel de control y estilo de vida La composición genética y las experiencias difíciles a edad temprana contribuyen con nuestra vulnerabilidad biológica. Las duras experiencias de la vida, el propio nivel de control y el estilo de vida afectan nuestra susceptibilidad al estrés. La experiencia de la vida, especialmente las primeras, pueden producir susceptibilidad cognitiva/emocional. Además, los hechos estresantes de la vida en sí pueden terminar produciendo un sistema neurotransmisor agotado y depresión. Experiencias duras a edad temprana Depresión 28

29 Entender la depresión reduce la vergüenza y la culpa
Muchos factores contribuyen con la depresión, en su mayoría sin relación con elecciones de las personas. La depresión entraña un proceso de enfermedad que involucra químicos del cerebro. La depresión afecta cada aspecto de la vida de una persona y supone un sufrimiento terrible. En lugar de ser señaladas, las personas deprimidas necesitan ayuda para que busquen tratamiento. ¿Qué causa la depresión? Existen más factores todavía de los que se han mencionado anteriormente, como las lesiones cerebrales o ciertas enfermedades. Con frecuencia, la depresión parece ser causada por multitud de cosas y es diferente en cada persona. Muchos de esos factores nada tienen que ver con lo que la persona ha hecho, si bien algunos estresores de la vida pueden derivarse de las elecciones que hacen las personas. Sin embargo, independientemente de las causas, el resultado final es que el individuo se encuentra en un proceso de enfermedad que involucra los químicos del cerebro que afectan cada parte de la vida de una persona y produce un sufrimiento terrible. Comprender esto puede ayudarnos a situarnos más allá de los estereotipos que estigmatizan o culpan al individuo por estar deprimido. Tener depresión no es razón para avergonzarse. En ocasiones es la reacción a demasiado estrés. Los neurotransmisores se agotan o resultan inadecuados, de manera similar en que la insulina de un diabético se produce inadecuadamente en el páncreas. Al igual que con el diabético, es mucho lo que puede hacerse. Existen tratamientos que pueden resultar eficaces, pero en ocasiones implica buscar ayuda pastoral o profesional y supone cierto esfuerzo de parte de la persona deprimida y, con frecuencia, de sus seres queridos. Ahora, además de entender y, por ende, de no estigmatizar a una persona deprimida, estamos en capacidad de aprender lo mucho que puede hacerse para aliviar la depresión. Podemos animar a miembros deprimidos de nuestra congregación a buscar ayuda profesional y podemos inspirarles esperanza con nuestro conocimiento, lo cual es de gran ayuda para quienes están deprimidos. Obviamente, sin embargo, con el fin de reaccionar ante la depresión, es preciso reconocer su presencia. Por ello, nuestra primera respuesta deber ser mantener una conversación que determine tanto el nivel de depresión como el nivel de intención suicida. 29

30 ¿Cómo saber cuándo alguien está deprimido? Fijarse en los signos:
Ánimo abatido Falta de interés o placer Aumento o pérdida de apetito/peso Problemas para dormir Agitación o retardo psicomotor Fatiga o falta de energía Sentimiento de poca valía o culpa Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio 30

31 Estudio de caso Usted se sienta junto a Jackie en la sala de espera quirúrgica mientras operan su esposo, Thomas. Esta es una las tantas cirugías a que se ha sometido Thomas por los problemas de corazón que sufre -si bien no se trata de una operación particularmente peligrosa. Puesto que se encuentran solos en la sala de espera, usted decide iniciar una conversación con Jackie acerca de cómo se siente. Usted sabe la carga que le toca llevar en la familia desde que a Thomas le diagnosticaron la enfermedad hace un año y no ha podido trabajar. Tienen dos hijos adolescentes. Jackie trabaja en Hallmark en cierto cargo gerencial. Usted la percibe como persona inteligente, capaz y enérgica, pero en los últimos seis meses no la ha visto mucho ni a ella ni a su familia en la iglesia. Este estudio de caso nos ayudará a practicar detectar esos signos. 31

32 Jackie le dice que está exhausta y abatida por el estrés causado por el trabajo y la familia. Se da cuenta de que se muestra irritable con todos y nerviosa. Le cuenta que no duerme bien y que a veces se despierta durante la noche y no puede volver a dormirse. Dice que está perdiendo peso y que aún cuando sabe que debe alimentarse mejor, hacer más ejercicios y tratar de relajarse, pareciera que no le alcanza el tiempo. Le expresa que ya ha perdido prácticamente toda esperanza de volver a vivir un matrimonio gratificante y de regresar alguna vez a la normalidad. Esta enfermedad del corazón ha cambiado a Thomas considerablemente y ha perdido el sentido del humor. Todos se concentran tanto en él que no queda mucho para ella ni quien se ocupe de ella. Según dice, ir a la iglesia da la impresión de ser algo más que tiene que hacer y da la impresión de que a nadie le importa no ir. La hermana de Jackie, quien vive en otro estado, le ha dicho que necesita ver a un psicólogo y le expresa cuánto se inquieta por ella. Sin embargo, Jackie tiene la seguridad de poder superar la situación. “Sencillamente es así cómo será la vida y sólo tengo que hallar la manera de manejarla”, le dice. ¿Cuántos de esos síntomas experimenta Jackie? 32

33 Usted se pone de acuerdo con él para encontrarse al día siguiente.
ESTUDIO DE CASO Ron es maestro de primaria. Tienes dos hijos: una hija en primaria y un hijo en secundaria. Su esposa los dejó a él y sus hijos cuando los niños estaban muy pequeños. Ron asiste a la iglesia con su hija regularmente. El domingo, luego de la iglesia, Ron le pidió a usted que se encontraran alguna tarde para tomarse un café. Le dijo que sentía la necesidad de hablar con alguien. Esto es muy inusual en Ron, a quien le gusta proyectar la imagen de “ser muy estable”. Usted se pone de acuerdo con él para encontrarse al día siguiente. Con este estudio de caso practicaremos cómo evaluar a alguien para determinar si tiene depresión. (Se desarrolla en una iglesia cristiana pero puede adaptarse a otro entorno.) 33

34 Tras conversar un poco acerca de la iglesia, el fútbol, el clima, etc
Tras conversar un poco acerca de la iglesia, el fútbol, el clima, etc., usted le pregunta a Ron de qué quería hablarle. Él le comenta que se siente abrumado últimamente. Aun cuando ha estado divorciado por largo tiempo, le resulta muy duro trabajar y responsabilizarse por los hijos y el hogar. Le preocupan mucho el dinero y la universidad de los chicos. Su trabajo ya no es tan gratificante como fue alguna vez y pareciera que le cuesta más manejar a sus estudiantes este año. “Simplemente, siento que ando preocupado todo el tiempo y, a veces, sencillamente tengo deseos de gritar”, dice. Ron siempre ha tenido problemas con su hijo, Jordan, quien está al final del bachillerato. La situación ha llegado al punto en que Ron sencillamente no puede manejar el constante enojo y confrontación de parte de Jordan. Ron dice que simplemente trata de resistir hasta que Jordan se gradúe. Jordan tiene un trabajo y un auto, de modo que ya es bastante independiente. La madre de los chicos los ve con frecuencia pero vive en otra ciudad y, dados los horarios de los muchachos, resulta cada vez más difícil coordinar las visitas. Nunca se han sentido muy unidos a su madre y ella no ha sido muy comprensiva. Ha vuelto a casarse y tiene otros hijos. Ron había estado saliendo con alguien por aproximadamente un año pero rompieron el mes pasado. Si bien no quiere reanudar la relación, extraña tener a alguien con quien hacer cosas juntos. “No creo que me case nunca o encuentre alguien con quien sentirme realmente unido”, dice Trabajando en pequeños grupos, asigne a alguien el papel de Ron y a otra persona el papel de la persona que habla con él (puede tratarse del pastor, el líder, un laico o un amigo). Practique escuchando los signos y síntomas de la depresión y formulando preguntas que puedan ayudar a determinar si Ron está o no deprimido. ¿Cree usted que Ron está deprimido? ¿Por qué o por qué no? Regrese a los síntomas y signos de la depresión. Trate de formular una o dos preguntas que le permitan evaluar si la persona experimenta o no ese síntoma. Puede preguntar también por antecedentes familiares o personales. Si alguien ha estado deprimido con anterioridad, es más probable que experimente un segundo episodio. La sesión de evaluación puede incluir también cierta información acerca de lo que es la depresión. 34

35 Siempre detectar la intención de SUICIDIO ¡PREGUNTE!
Verifique el nivel de riesgo inmediato: Plan Medios Oportunidad Si piensa que alguien es potencialmente suicida: establezca un contrato, busque ayuda, y no deje sola a la persona. Si usted sospecha que alguien está deprimido, debe siempre verificar la posibilidad de que la persona tenga ideas suicidas o contemple autoinfligirse daño o infligirlo a otros. Preguntar a las personas si han pensado en hacerse daño o matarse no las hace más propensas a hacerlo. De hecho, no preguntarlo puede incrementar la sensación de desesperación que experimenta la persona suicida. Verifique el nivel de riesgo inmediato preguntándole si ha pensado o no en el suicidio o ha planeado cómo realizarlo. Pregúntele: “¿Has pensado en cómo te matarías?” Luego, cerciórese de si la persona cuenta con los medios para llevar a cabo su plan y si ha le han presentado o no oportunidades. Por ejemplo, si la persona dijo que quería darse un balazo, pregúntele: “¿Tienes un arma?” Un “pacto no suicida” es una alianza o promesa verbal entre la persona suicida y alguien comprometido a ayudarla. Entraña un compromiso verbal o escrito de parte de la persona suicida de ponerse en contacto con la otra si llega a pensar en hacerse daño y antes de hacerlo. La otra persona se compromete a mantenerse a la disposición o asegurarse de que alguien más está a la disposición de la persona que corre el peligro de suicidarse. Los pactos no suicidas ayudan a las personas a sentir que alguien se interesa por ellas y esperará responsabilidad de su parte. Las personas suicidas necesitan ayuda profesional de médicos y/o psicoterapeutas. Es probable que deban hospitalizarse para garantizar su seguridad personal. Es probable que tenga que llamar a la policía si alguien se encuentra en peligro inminente de suicidarse. Por lo general, las personas deprimidas no se matan cuando hay alguien a su lado. El hecho de tener a alguien a su lado en todo momento constituye un gran factor preventivo. 35

36 Tratamiento de la depresión
Atención de todos los aspectos de la persona. Examen físico por un médico para descartar una enfermedad como factor. Cambio terapéutico de estilo de vida Terapia Medicación Remisión a servicios terapéuticos Otras medidas de apoyo Tratamiento – Por ser la depresión es un trastorno que afecta a la persona en su totalidad, el tratamiento ideal debe ser multidimensional, atendiendo todos los aspectos de la persona deprimida. Esto puede suponer cambios en el estilo de vida, terapia, medicamentos antidepresivos y atención y apoyo espirituales. Además, considerando que algunos tipos de depresión son causados por alguna enfermedad física como el hipotiroidismo, es decir, desequilibrios hormonales, es siempre recomendable que una persona que esté deprimida se someta a un examen físico detallado con su médico. Si bien la terapia y los medicamentos han sido las formas convencionales de tratamiento de la depresión, las investigaciones actuales indican que cambios en el estilo de vida pueden tener un impacto significativo en la prevención y el alivio de la depresión. Puesto que los pastores y las congregaciones pueden fomentar en forma natural los cambios en el estilo de vida, vamos a centrarnos en este aspecto. Posteriormente, pasaremos a examinar la terapia y los medicamentos antidepresivos como importantes formas de tratamiento y, además, el proceso de remisión a servicios terapéuticos con la finalidad de hacerlos accesibles a la disposición de los miembros de nuestras congregaciones. Por último, examinaremos otras medidas de apoyo que pastores y congregaciones pueden adoptar al brindar atención a quienes estás experimentando los efectos de la depresión. 36

37 Cambios terapéuticos de estilo de vida) (Dr. Steve Ilardi)
Combina la terapia de grupo con los cambios de estilo de vida Los resultados iniciales demuestran mayor eficacia que la medicación o la terapia 76,6% de reacción favorable con estos cambios 27,3% de reacción favorable con medicamentos y/o terapia de grupo de control (Klein 2007) El enfoque del Dr. Steve Ilardi en el tratamiento de la depresión combina una terapia de grupo de 14 días con cambios en el estilo de vida que, según se ha comprobado ya, combaten la depresión: ejercicios aeróbicos, sueño adecuado, ácidos grasos omega-3, exposición a la luz brillante, reducción de los pensamientos negativos repetitivos y mayor contacto social. Los resultados iniciales con 64 pacientes han sido favorables: 76,6% registró más de 50% de reducción de los síntomas de la depresión en 14 semanas, en comparación con 27,3% de respuesta favorable con un grupo de control, el cual recibió terapia y/o medicamento (Klein 2007). Se trata de una investigación de mucha significación para las congregaciones, porque los cambios terapéuticos en el estilo de vida con posibilidades de marcar alguna diferencia son cosas que los pastores y las congregaciones pueden fomentar y, además, brindan una forma de tratamiento a quienes se muestran renuentes a tomar medicamentos o someterse a terapia. 37

38 Cambios terapéuticos de estilo de vida) (Dr. Steve Ilardi)
Ejercicios: 35 minutos 3 veces/semana; aeróbico es mejor (pulso /min.) Sueño adecuado: 8 horas/noche Exposición a la luz: 30 minutos al día de exposición a luz brillante (luz solar o caja de luz de 10,000 lux ) Ácidos grasos omega-3: Dosis diaria de 1000 mg. EPA and 500 mg. DHA Estrategias contra el pensamiento repetitivo: Deje el pensamiento repetitivo dedicándose a otras actividades Interacción social: Intencionalmente, pase más tiempo otros ( He aquí cambios específicos en el estilo de vida que, según la investigación, resultan útiles para prevenir y reducir la depresión: Ejercicio por lo menos tres veces a la semana por un mínimo de 35 minutos. Cualquier tipo de ejercicio resulta útil, pero el efecto más antidepresivo proviene del ejercicio aeróbico, el cual es suficientemente vigoroso para hacer que el individuo sude, respire profundamente y eleve su ritmo cardíaco a latidos por minuto. Desde luego, ante cualquier inquietud que exista con relación a la salud, es preciso consultar con el médico antes de iniciar un programa de ejercicios vigoroso e ir preparándose gradualmente para iniciarlo. La falta de sueño es uno de los mayores factores de riesgo de la depresión. De hecho, de acuerdo con el Dr. Ilardi, 80% de las personas que se deprimen padecen de falta de sueño. Se necesitan 8 horas de sueño. También resulta útil crearse un horario regular para dormir, rituales para ir a la cama, evitar la cafeína al final del día y apagar el televisor y la computadora. Hoy en día, la persona promedio duerme 6 horas y media por noche, en comparación con 9 horas y media hace cien años, por lo que lograrlo podría suponer considerable esfuerzo y compromiso para aquellos con estilos de vida ajetreada. Exponerse a la luz brillante todos los días reajusta el reloj corporal (ritmo circadiano), lo cual ayuda a lograr un sueño profundo reparador. Lo que se necesita es 30 minutos de exposición a la luz brillante, bien sea luz solar (sin anteojos de sol) o proveniente de una caja de luz que emita luz similar ( lux). Los ácidos grasos omega-3 constituyen el componente primario del tejido cerebral y ayudan al cerebro a funcionar mejor. Debido a la manera en que se producen y procesan los alimentos en la sociedad estadounidense contemporánea, la mayoría de las dietas son altamente deficientes en omega-3. Tomar un suplemento de aceite de pescado que contenga mg EPA y 500 mg DHA supone significativos efectos antidepresivos. Los pensamientos negativos repetitivos acerca de los problemas son típicos durante la depresión y tienden a hacer sentirse a la persona más deprimida. Conviene desarrollar estrategias para interrumpir estos crecientes pensamientos negativos dedicándose a otras actividades, como el ejercicio, llamar a amigos, llevar un diario o adoptar un pasatiempo. El apoyo social constituye un importante amortiguador contra la reacción incontrolable del estrés que lleva a la depresión. Desdichadamente, una vez que se está deprimido, existe la tendencia a aislarse socialmente. Por consiguiente, es preciso realizar esfuerzos conscientes de acercarse a otros en busca de interacción y apoyo. Las congregaciones pueden brindar un significativo apoyo y ser lugar para iniciar la interacción social si son comprensivas con quienes están deprimidos. (Conferencia del Dr. Steve Ilardi en Clay County Public Health Center intitulada “Cambio terapéutico del estilo de vida contra la depresión: recuperación de los hábitos curativos del pasado” 11 de enero de 2008; 38

39 Medicamentos para la depresión
Los antidepresivos operan directamente rectificando la deficiencia neurotransmisora. Generalmente se consideran 65%-70% eficaces. Un estudio reciente publicado en NEJM indica que los estudios han sido publicados selectivamente, lo que hace pensar que la eficacia pudiera puede ser menor (Turner et. al, 2008). Sólo 50% continúa tomando los medicamentos según las indicaciones. Los antidepresivos funcionan lentamente. Siguen siendo muy importantes para tratar la depresión severa. A veces se recomienda la terapia electroconvulsiva (TEC) en lugar de medicamentos Medicamentos: Los antidepresivos son medicamentos que actúan directamente sobre la deficiencia de distintos neurotransmisores en las sinapsis o brechas entre las células nerviosas. Existen más de treinta antidepresivos y constantemente se desarrollan nuevos medicamentos. Cada uno de ellos opera de manera ligeramente diferente pero el resultado final de cada uno es el incremento de la presencia de estos importantes neurotransmisores en las áreas del cerebro afectadas para que puedan funcionar mejor. Numerosos estudios han demostrado que 65%-70% de las personas deprimidas pueden ser tratadas de manera efectiva con medicamentos (DePaulo 2002, 209). Sin embargo, el 17 de enero de 2008, la revista New England Journal of Medicine publicó un artículo según el cual ha habido publicación selectiva de estudios de investigación sobre antidepresivos: aquellos estudios que muestran resultados favorables se publican en su mayoría mientras que los que indican resultados negativos no se publican. Esto podría ser indicio de que la efectividad de los medicamentos antidepresivos pudiera ser menor (Turner et. al., 2008). Asimismo, los estudios muestran que sólo cerca de 50% de las personas continúan tomando sus medicamentos como se les indica, por no gustarles los efectos secundarios o no percibir resultados positivos con suficiente prontitud (Stone 1998, 101). Puede resultar frustrante tomar antidepresivos, porque no ofrecen alivio inmediato sino que demoran en comenzar a surtir efecto. A menudo es preciso tomarlos regularmente durante un par de semanas antes de llegar a experimentar algún síntoma de alivio, como es tener mayor energía o dormir mejor. Asimismo, con frecuencia toma hasta dos meses para experimentarse su efectividad totalmente. Muchos médicos recomiendan tomar antidepresivos por lo menos nueve meses después de sentirse mejor con el fin de dar al cerebro tiempo para sanar y evitar una recaída. Recomiendo el medicamento antidepresivo cuando los síntomas físicos son tan severos que una persona apenas puede dormir, no puede funcionar, no tiene suficiente energía para hacer nada o no puede pensar con claridad. Recomiendo decididamente que se usen si la persona está muy desesperada, comienza a mostrarse suicida o tiene ideas que no se basan en la realidad. Tales personas están atrapadas en el proceso de la enfermedad y requieren medicamentos para corregir el trastorno neurotransmisor. Si bien en las depresiones más moderadas los cambios terapéuticos en el estilo de vida y la terapia pueden resultar tan efectivos como los medicamentos, los casos de depresión muy severa requieren medicamentos, los cuales pueden iniciar pronto el proceso curativo. Cuando la depresión es parte del trastorno bipolar, se necesitan medicamentos estabilizadores del ánimo y con frecuencia es preciso tomarlos por el resto de la vida con el fin de estabilizar los cambios de humor. En ocasiones se recomienda la terapia electroconvulsiva (TEC), especialmente para aquellos que padecen depresión severa y aquellos que no se benefician de los medicamentos o no pueden tolerarlos. La TEC tiene un efecto similar al de los medicamentos al tratar la deficiencia neurotransmisora. De hecho, resulta más efectiva (80%) y elimina la depresión con mayor rapidez, pero con frecuencia se requieren medicamentos para mantener esos efectos (DePaulo 2002, 213) y presenta algunos efectos secundarios diferentes. 39

40 Terapia La mayoría de los estudios que comparan ambos indica que medicación con terapia es mejor. Enfoques terapéuticos: Terapia de apoyo Terapia para los estresores de la vida Terapia matrimonial y familiar Terapia cognitiva-conductual Terapia: Con frecuencia los medicamentos conjuntamente con la terapia son la mejor opción de tratamiento. Los medicamentos solos no resultan tan efectivos. De hecho, existe una tasa de recaída de 50% si el medicamento es la forma única de tratamiento (Stone 1998, 103). Existen diferentes enfoques de la terapia que pueden resultar de utilidad. A menudo es beneficiosa la terapia de apoyo, que brinda a la persona la oportunidad de expresar ideas y sentimientos y permite hacerle saber que no está sola para manejar su depresión. De gran utilidad es la terapia dirigida a ayudar al individuo a manejar los considerables estresores de la vida que contribuyen con la depresión, como el divorcio, el desempleo o la muerte. Esa terapia crea un espacio para conversar acerca de lo que ocurre, explorar los sentimientos, redescubrir la esperanza, emprender los cambios necesarios y desarrollar nuevas destrezas para sobrellevar la situación. Con frecuencia los pastores están en capacidad de brindar terapia de apoyo suficiente en los casos de formas de depresión más suaves. Además, las terapias matrimonial y familiar resultan a menudo muy útiles si el estresor fundamental se origina en aspectos de la vida. La terapia cognitivo-conductual resulta muy eficaz, pues examina las distorsiones del pensamiento y las creencias esenciales que se producen durante la depresión y ayuda a la persona deprimida a cuestionar su validez y descubrir otras maneras de pensar. De hecho, los estudios han demostrado que ese enfoque de la terapia resulta efectivo en los casos de depresión moderada – tan efectivo como algunos de los medicamentos antidepresivos. En ocasiones los pastores pueden emplear exitosamente este enfoque; de otra manera, se recomienda remitir a las personas a los terapeutas profesionales para que ellos lo apliquen. Sin embargo, es preciso remitirlas con cuidado, como forma de presentación, para que resulten aceptables. 40

41 Herramientas cognitivas
Independientemente de la causa original de la depresión, casi todos quienes experimentan depresión se ven atrapados en una tríada de pensamientos negativos acerca de: Sí mismo El mundo El futuro Pensamientos negativos con relación a: Sí mismo: es posible que nos digamos a nosotros mismos cosas como “No sirvo” o “Soy incapaz de hacer esto”. El mundo: es posible que digamos cosas como “Este mundo se va irremediablemente al infierno” o “Todo va de mal en peor y es horrible vivir en este mundo”. El futuro: decimos todo lo anterior y agregamos, “ … y no va a ponerse mejor que ahora, así que ¿para qué intentarlo? 41

42 Distorsiones cognitivas
Este tipo de pensamiento negativo se refuerza mediante las distorsiones cognitivas (“malos pensamientos” como dicen algunos) Todo o nada: negro o blanco; absoluto; perfeccionismo Filtro mental: se filtra o descalifica lo positivo Se magnifican los errores: “catastrofización” Se lee la mente (de los demás) Se aceptan las sensaciones como hechos Frases con “debería” Pensamientos extremos de todo o nada: la tendencia a ver las cosas todas buenas o todas malas. “O hago todo a la perfección o soy un fracaso total”. Filtro mental: decir, “Mi trabajo es horrible porque no me pagan lo suficiente” y pasar por alto las buenas condiciones laborales y el horario flexible; decir, “Obtuve el empleo sólo por suerte” e ignorar o negar mis cualificaciones para el empleo. Magnificación de los errores: “Soy la peor madre del mundo porque acabo de gritarles a mis hijos” o “Es lo peor que pudo pasar. Fin de mundo”. Lectura de la mente de los demás: “Sé que no les agrado”; “Piensan que soy estúpido”. Aceptación de los sentimientos como hechos: “Me siento feo, entonces debo ser feo” o “Me siento un fracasado, por lo tanto soy un fracasado”. Frases con debería: “Debería ser amable con todas las personas que conozca”. Los debería son el error de pensamiento más peligroso y más común. Todos parecemos tener una lista de “debería”: “Una madre debería _____” o “Un buen pastor debería _____”. Con frecuencia aprendemos nuestros debería de la sociedad o de nuestra familia y los hemos aceptado como hechos, pero no existe base racional que los sustente. Podemos desafiar este tipo de error de pensamiento preguntándonos: “¿Quién lo dice?” y podemos decidir si dejaremos que tal expectativa controle nuestras vidas en el futuro. Burns, D.D. (1981). Feeling Good: The New Mood Therapy.  New American Library: New York. 42

43 Remisiones – A quién remitir
Quienes pueden ser ayudados de manera más efectiva por otra persona. Aquellas personas con problemas para quienes hay instituciones especializadas efectivas en la comunidad. Quienes no comiencen a emplear la ayuda pastoral en cuatro o cinco sesiones. 43

44 A quién remitir Aquellos cuyas necesidades obviamente requieren mayor tiempo y/o adiestramiento de los que posee el pastor Aquellos con severas necesidades financieras crónicas. Las instituciones de asistencia pública con trabajadores sociales adiestrados son las remisiones adecuadas. Aquellos que necesitan atención médica y/o ser ingresados 44

45 A quién remitir Quienes necesiten psicoterapia intensiva.
Aquellos con problemas cuya naturaleza sea dudosa. Aquellos severamente deprimidos y/o con tendencias suicidas. Aquellos por quienes el pastor siente una fuerte reacción negativa o una intensa atracción sexual. De Howard Clinebell, Basic Types of Pastoral Care and Counseling 45

46 Cómo realizar las remisiones
Genere esta expectativa. Mencione esa posibilidad desde el principio, explicando por qué podría necesitar ayuda especializada (tenga cuidado de no comunicar que está “demasiado enfermo” para que usted pueda manejar su caso). Comience por determinar la percepción que tienen las personas de sus propios problemas y la ayuda que necesitan. Genere expectativa: no prometa que le “solucionará el problema” o que podrá verse con usted para siempre. Hágale saber que es una posibilidad real que sea remitido. Mencione esa posibilidad desde el principio, explicando por qué puede necesitarse ayuda especializada. ¡Tenga cuidado de no transmitirle la idea de que está “tan enfermo” que usted no puede manejar su caso! Hágale saber que ser remitido es por su propio bien y que usted desea que cuente con la persona más cualificada posible. Comience determinando cuáles son las percepciones de las personas con relación a sus propios problemas; no trate de convencerlas con las opiniones que usted tenga acerca de sus problemas. 46

47 Cómo realizar las remisiones
Esfuércese por acercar la propia percepción que tiene el individuo de sus propios problemas y las posibles soluciones tanto como sea posible a las de usted para que vea la necesidad de la remisión. Ayude a la persona a resolver la resistencia emocional a ser remitido. Interprete la naturaleza general de la ayuda que las personas puedan esperar recibir Establezca una relación suficientemente estrecha de modo que ésta sirva de puente que le permita transitar hacia otra relación que le brindará ayuda. Esfuércese por acercar la propia percepción que tiene el individuo de sus propios problemas y las posibles soluciones tanto como sea posible a las que usted tenga para que vea la necesidad de la remisión. Si usted piensa que la persona tiene problemas que no ve, o que son peores de lo que piensa, cambie lentamente sus propias percepciones, revelando sus observaciones (“He notado que luces muy triste. Es probable que la situación en casa esté afectándote más de lo que tú mismo notas”. También: “He notado que estás comiéndote las uñas ahora y nunca lo noté que lo hicieras antes. ¿Estás sintiéndote más ansioso de lo usual”). Ayude a la persona a resolver su resistencia a ser remitida. Quizá usted vaya con ella a su primera cita, para calmar sus temores. Ayúdele a ver que ser remitido es por su propio bien y no un rechazo o un juicio de parte de usted. Interprete la naturaleza general de la ayuda que la persona espera recibir. Hágale saber qué deben esperar de la terapia. Puede hacerlo con mayor honestidad si usted conoce al profesional o la institución a la cual va a remitirla Establezca una relación suficientemente estrecha de modo que ésta le sirva de puente que le permita transitar hacia otra relación que le brindará ayuda. Es posible que se apoye en usted, porque confía en usted. Honre esa confianza con una adecuada remisión y emplee su relación para ayudarle a confiar en el nuevo terapeuta. 47

48 Cómo realizar las remisiones
Anímelos a intentarlo, aun si están sólo ligeramente dispuestos. Hágales saber que su atención y preocupación pastorales van a continuar. No deje que la persona desvíe energía del problema continuando viéndose con usted. De Howard Clinebell, Basic Types of Pastoral Care and Counseling. Anime a la persona a intentarlo, aun si está sólo ligeramente dispuesta. Hágale saber que su atención y su preocupación pastoral van a continuar (remitirla no es el fin de la atención que le brinda). Usted sigue siendo su pastor; siga mostrándose a su disposición en términos de atención y apoyo espiritual. No deje que la persona desvíe energía del problema continuando viéndose con usted para pedirle consejo. Probablemente deba decirle: “Eso es algo que vale la pena que le comentes a tu terapeuta esta semana”. No le permita que ventile su agitación emocional con usted y que, por ende, no tenga de qué conversar con su terapeuta. 48

49 Otras respuestas útiles
Reduzca el estigma transmitiendo su comprensión de la depresión. Busque maneras de reducir el estrés. Brinde ayuda espiritual. Permita la expresión de enojo hacia Dios. Ayude a establecer una conexión con Dios. De manera comprensiva, explore los aspectos espirituales que tienen efecto sobre la depresión Manténgase solidario Otras respuestas  Además de identificar la depresión, reaccionar ante la posibilidad del suicidio, fomentar la adopción de cambios terapéuticos de estilo de vida y remitirlos para que reciban medicamentos antidepresivos y terapia, es mucho lo que pastores, líderes espirituales y congregaciones pueden hacer para brindar atención a quienes están deprimidos. Sencillamente comprendiendo qué es la depresión y transmitiendo esa comprensión a los demás, de maneras que esto ayude a reducir el estigma con frecuencia asociado a la depresión, contribuye a mitigar parte de los sentimientos de culpa y a hacer que los individuos estén dispuestos a buscar ayuda. Puesto que el estrés es un factor que contribuye de tal manera a desencadenar y mantener la depresión, es importante que los pastores ayuden a los individuos a encontrar las maneras de reducir el estrés en sus vidas. Con frecuencia las personas se sienten atrapadas en sus circunstancias y no pueden ver las maneras de lograrlo por sí solas. En ocasiones es preciso tomar decisiones muy duras, especialmente cuando la persona se halla inmersa en relaciones abusivas. Desde luego, la experiencia especial del pastor y la comunidad espiritual es en el área de la fe y éste es un aspecto esencial en la atención que se presta a aquellos que sufren depresión. De hecho, estudios de investigación (Koenig 2002) demuestran que quienes tienen fe religiosa y prácticas espirituales robustas a menudo están en capacidad de manejar la depresión mejor que quienes no las tienen. Por ello, es importante apoyar la fe del individuo y ayudarlo a manejar esas cosas que constituyen obstáculos espirituales. A menudo las personas se sienten enojadas con Dios por alguna tragedia de la vida, pero, puesto que el enojo hacia Dios con frecuencia es considerado inaceptable, éste sentimiento se abriga y se encona dentro de sí. Es posible hallar ayuda al poder hablar de esto con un pastor que los entienda y los ayude a restituir un lazo con Dios. Frecuentemente, se tienen pensamientos distorsionados o negativos acerca de sí mismo, de la propia vida y el futuro. Se puede fomentar el desarrollo de creencias más saludables recurriendo a las Escrituras en busca de perspectiva. Las personas que están deprimidas ven la vida carente de esperanza y significado. Se trata de asuntos espirituales significativos, lo cuales, al ser tratados con amabilidad y comprensión, pueden tener un impacto en la depresión de la persona.

50 Otras respuestas útiles
Apoye a los miembros de la familia. Información acerca de la depresión. Anímelos a cuidar de sí mismos. Información sobre signos del suicidio y acciones preventivas. Posible necesidad de terapia familiar. Con frecuencia las familias se ven seriamente afectadas porque uno de sus miembros se encuentra deprimido, por lo que la familia entera necesita la atención del pastor. Es primordial enseñar a la familia a entender la depresión, para que los familiares no le tomen de manera demasiado personal su negatividad, la irritabilidad o la falta de interés. Finalmente, es preciso animar a los familiares a cuidar de sí mismos y no asumir demasiada responsabilidad por la persona deprimida. Deben ser apoyados para poder continuar ejerciendo su función de apoyo. Es más, es necesario instruir a los familiares para que estén atentos a la intención suicida y sepan cuándo y cómo tomar acciones preventivas. Asimismo es esencial recordar que la depresión de uno de los familiares puede ser un indicio de problemas familiares que deben tratarse en terapia familiar.

51 Papel de la congregación
Apoyo Social Apoyo instrumental (financiero, necesidades físicas, etc.) Espiritual – recursos para ayudar a sobrellevar Apoyo social: escuchar, no con presiones sino aceptando Apoyo instrumental: cuidado de los niños, ayuda en el hogar, satisfacción de las necesidades financieras, etc. Persona que ofrezca esperanza: probablemente el individuo deprimido no puede tener esperanza por sí solo, pero puede aceptar la esperanza de otra persona y apoyarse en ella. Defensores: ayuda a otros a entender la depresión. Lucha por servicios de ser necesario. Facilitadores de la curación: ayudan a fomentar la terapia, facilitan la búsqueda de ayuda. Amor y aceptación incondicional: tal y como son. Proverbios 25:20 dice: “El que canta canciones al corazón afligido es como el que quita la ropa en tiempo de frío, o el que sobre el jabón echa vinagre”. No negar su dolor ni ignorarlo. 51

52 Papel de la congregación
Ofrecer esperanza Defender Facilitar el proceso de curación Brindar amor y aceptación incondicionales 52

53 Papel de la congregación
Actuar por un mundo de más justicia y amor Acabar con el estigma social Defender la causa de políticas de empleo más equitativas Defender la causa de una atención sanitaria física y mental más equitativa, disponible y accesible Actuar por un mundo de mayor justicia y amor. A menudo la depresión se ve fomentada por los males del mundo. Si pudiéramos poner fin a la violencia, la guerra, el maltrato, la discriminación, el prejuicio, la pobreza y la destrucción ambiental podríamos avanzar considerablemente para prevenir la depresión. Las comunidades espirituales están llamadas a actuar convirtiendo la visión de Dios en realidad. Además, existen numerosas maneras en que las congregaciones pueden mostrarse activas en realidades sociales que afectan directamente la posibilidad de curarse de quienes sufren depresión. Estigma social: las personas con depresión no son moral o personalmente deficientes. Las personas con depresión padecen una enfermedad que puede a veces limitar su comportamiento, sin que esto quiera decir que no puedan trabajar y amar de maneras que contribuyan con la sociedad y los demás. Las personas que viven con depresión no son “locas”. Políticas de empleo: una persona que vive con depresión puede ser un trabajador productivo, creativo y competente. No deben ser objeto de discriminación debido a su enfermedad o el tratamiento (como el medicamento) que necesitan para funcionar. Atención sanitaria: las personas que viven con depresión tienen derecho a la atención sanitaria. En la actualidad, la mayoría de las pólizas de seguro limitan la atención de las enfermedades mentales, incluyendo la psicoterapia, de maneras en que no limitan el tratamiento de otras enfermedades (“físicas”). Por la naturaleza misma de la enfermedad, con frecuencia la persona deprimida no está en capacidad de promover el cambio social para sí misma. Debemos luchar en nombre de quienes son objeto de discriminación o que se encuentran marginados en la sociedad. 53

54 Comunidades espirituales como comunidades de esperanza y curación
Características de la esperanza La esperanza es acción. La esperanza es específica. La esperanza significa paciencia. La esperanza es rebelde. La esperanza es comunitaria. De Susan Dunlap, Counseling Depressed Women Las personas que sufren de depresión experimentan una fuerte sensación de desesperación. Unos de los papeles de la comunidad espiritual es ser capaz de ayudar a personas con depresión a identificar las maneras en que la esperanza se evidencia en sus vidas, independientemente de que lo sientan o no. Otro papel de la comunidad espiritual es abrigar esperanza en nombre de la persona deprimida. Susan Dunlap identifica algunas de las cualidades de la esperanza que resultan especialmente importantes para las personas con depresión. “La esperanza es acción”. “La esperanza no se limita al sentimiento o la actitud. Es además una forma de actuar o comportarse”. (Dunlap, 122) En ocasiones las acciones preceden los sentimientos y ayudan a los sentimientos a materializarse. La esperanza es cuando una persona que lucha con la depresión pide ayuda. “La esperanza es específica”. La esperanza es a la vez visión “en grande”, como la esperanza del mundo, y la esperanza también “vive en los detalles” en las actividades “corrientes” de la vida diaria. La esperanza sin los pequeños actos diarios es sólo una ilusión. La esperanza ocurre un pasito a la vez. La esperanza de la persona deprimida es levantarse en la mañana, aceptar el abrazo de un amigo o disfrutar el sol (así sea un instante). (Dunlap,123) “La esperanza significa paciencia”. La esperanza depende del esfuerzo perseverante al transitar por “la confusión, la incertidumbre y la inseguridad” (Dunlap, 124). Depende de “la vigilancia, la espera y el esfuerzo”. La esperanza no exige remedios instantáneos, rápidos y fáciles. Recuperarse de la depresión exige tiempo, paciencia y perseverancia tanto del deprimido como de sus familiares y amigos. La esperanza puede resistir la experiencia de la duda o la frustración que son inevitables con la depresión. “La esperanza es rebelde”. La esperanza es también impaciencia, “rebelión contra la injusticia, rebelión contra el dolor y el sufrimiento, rebelión contra todo aquello que deshumaniza a otro” (Dunlap, 124). Es el “no” a la muerte y el “si” a la vida. Todo esfuerzo por curarse de la depresión, todo esfuerzo por ayudar a una persona deprimida, o por cambiar el mundo de manera que las personas deprimidas cuenten con un ambiente más propicio donde sanar, es un acto de esperanza. Cuando las personas y las comunidades espirituales se rehúsan sencillamente a aceptar la depresión e insisten en actuar para ayudar a sanar a las personas, eso es vivir con esperanza. “La esperanza es comunitaria”. Estamos llamados a abrigar esperanza como iglesia, como cuerpo de Cristo. “Cuando nos sintamos incapaces de abrigar esperanza dentro de nosotros, los demás la abrigarán en nuestro nombre… Otros creerán cuando nosotros sencillamente no podamos. Cuando no podamos orar, otros orarán por nosotros” (Dunlap, 125). En muchas ocasiones las personas no pueden hallar el camino en la oscuridad de la depresión para participar activamente en la esperanza de su fe. En esos momentos la comunidad está llamada a actuar en su nombre, a abrigar esperanza por ellos. Además, puesto que somos un cuerpo, creados dentro y para una relación de amor, cuando uno de nosotros abriga esperanza, se trata de un acto de esperanza para todos nosotros. Dunlap, Susan J. Counseling Depressed Women. Louisville, KY: Westminster John Knox, 1997. 54

55 Bibliography Backus, William. Telling Yourself the Truth. Minneapolis: Bethany House, 2000. Burns, David D. Feeling Good: The New Mood Therapy. New York: Quill, 2000. Cooper-White, Pamela. Many Voices: Pastoral Psychotherapy in Relational and Theological Perspective. Minneapolis: Fortress, 2007. DePaulo, J. Raymond, Jr. Understanding Depression. Hoboken, N.J.:John Wiley & Sons, 2002 Dunlap, Susan J. Counseling Depressed Women. Louisville, KY: Westminster John Knox, 1997. Gilbert, Paul. Understanding Depression. Oxford: Oxford University Press, 2001. Greene, Katie. “Change Your life, Change Your Mind.” Kansas Alumni Magazine, Issue 2, 2005, Halaas, Gwen Wagstrom. The Right Road: Life Choices for Clergy. Minneapolis: Fortress, 2004. Hart, Archibald D. Coping with Depression in the Ministry and Other Helping Professions. Waco, TX: Word Books, 1984. Hunter, R. Lanny and Victor L. Hunter. What your Doctor and your Pastor Want You to Know about Depression, St. Louis: Chalice Press, 2004. 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